「 Dejar de verte . . .」✦ Jard and bobo! Evade

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<< Compañía >>

Despertó. Sus ojos miraban todo el lugar
por quinta vez en la madrugada, no podía dormir.

Cuanto rato llevaba así?

No lo sabía del todo, pero ya estaba comenzando a frustrarse.

Las preocupaciones comenzaban a enloquecerlo, el cómo reaccionaría sus amigos al haber desobedecido tal cómo un niño por su terquedad, entre otras cosas.

Soltó un suspiro cansado, dispuesto a levantarse para conseguir algo de tranquilidad.

A paso lento y sin causar nada de ruido se levantó de la cama en buen estado y se dirigió hacía el espacioso balcón que había en la casa descuidada.

Pasó al lado de la oficina abandonada que había allí y al asomarse lo vio.

Aquel chico que le ofreció un refugio momentáneo estaba apoyado en el balcón, observando el cielo estrellado con detenimiento.

Jard dudó un poco en si acompañarlo, pero ya era muy tarde cómo para arrepentirse. Realmente necesitaba distraerse un poco por su casi muerte y por su insomnio.

A paso lento se colocó al lado del de ahora suéter celeste, recibiendo una mirada de sorpresa.

Sin embargo Bobo no dijo nada al respecto, y continuó admirando la vista que daba el balcón hasta que decidió hablar después de unos segundos.

— Pensé que estabas dormido, casi me matas del susto — susurró divertido, apoyando su rostro en su mano, mirando al contrario —

Jard desvío la mirada, apenado.

— Lo siento si te espanté, necesitaba algo de aire fresco . . . — se disculpó —

El de celeste asistió, comprendiendo a este.

— Sabes, No soy una persona que suela dormir mucho . . . Es por eso que este es mi refugio favorito, aquí puedes apreciar el lugar y así pasar el rato, aunque esté abandonado. . . — dijo, con una leve sonrisa —

El de ojos negros lo miró, notando la pequeña sonrisa que realizó el contrario. Aquello lo dejó con algo de calidez, hace mucho no veía a nadie sonreír, sobre todo con esa calma que transmitía.

Y reaccionó.

— Tienes más escondites aparte de este? — Preguntó —

Bobo asintió.

— Tengo algunas de las coordenadas y voy a esos lugares si no estoy cerca a este, es peligroso andar por la noche en medio de la carretera — se encogió de hombros —

Esta vez Jard apreció la vista, aún teniendo la fija mirada de Bobo en su persona.

— Oye Bobo . . .

— Si?

El de suéter con capucha lo miró.

— Cómo es que sobreviviste todo este tiempo? — cuestionó con curiosidad —

El de visera lo pensó un poco antes de responder.

— Supongo que tengo experiencia, tanto en escapar y en disparar, no ando en un solo lugar siempre, aunque me mantengo en los sitios que conozco — explicó brevemente —

Jard lo miró por unos segundos más, entendiendo el porqué su acompañante era ágil a la hora de correr.

— Oh, y si te preguntas por las armas pues, de las robé a un militar — agregó, recibiendo los ojos en blanco de parte del de negro— Que?, tenía muchas armas y hay una tienda descuidada de balas cercas así que no tengo problemas con eso —

El contrario solo decidió sentarse en el suelo, observando mejor las estrellas y las nubes.

El viento volaba suavemente, ocasionando un ambiente cómodo y tal vez nostálgico.

Ambos comenzaron a hablar un poco más, contestando dudas del otro y algunos regaños por parte del de ojos celeste ante la posibilidad de enfermarse al estar en el suelo.

Jard solo sonrió, agradecido por haber sido salvado, mientras poco a poco caía dormido.

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Se despertó de golpe.

Maldijo en voz baja.

Examinó a su al rededor algo perdido, logrando reconocer la habitación en la que se hospedó momentáneamente.

Lo dejó pasar hasta que recordó que él se había quedado dormido en el suelo del balcón.

Jard se quedó mirando a la nada, tratando de conectar puntos, su cerebro no procesaba nada al estar recién despierto.

— Eso quiere decir. . . — susurró para sí mismo—

Bobo lo había llevado a su habitación en la madrugada, posiblemente cargándolo o arrastrándolo por el suelo.

Agradeció internamente por segunda vez a aquel chico. Aunque también quería morir de la vergüenza.

Aún con todo el cansancio encima se levantó y se dirigió hacía la planta de abajo.

Bajó por las escaleras, logrando ver la pequeña sala que consistía en un sofá, una pequeña mesa y una estantería con libros en su interior. 

Debía decir que a veces sentía que todo estaba como antes, sin tener que escapar y buscar cosas para sobrevivir, sin embargo, al mirar hacia afuera y ver como todo a pesar de estar en buen estado, estaba vacío, sin casi ninguna alma rondando por los lugares o por las casas que algún día fueron su hogar, volvía a la realidad.

A la cruda realidad.

— Ya estás despierto — habló, acercándose a Jard —

El de gorra se limitó a asentir.

— Te sientes bien?, no estás enfermo o algo? — preguntó — rayos, bien te dije que te podías enfermar — susurró con leve molestia —

El contrario pestañeó un par de veces para luego reír suavemente, no entendiendo el porque la preocupación del de visera.

— Por qué te preocupas tanto?, estoy bien — respondió divertido —

Bobo solo suspiró con alivio.

— Tenemos que irnos lo más pronto posible, están cerca de aquí — explicó, mostrándole un radar que tenía consigo —

Aquel radar poco a poco parpadeaba más rápido, dando a entender que estaban acercándose al distrito abandonado.

— Toma tus cosas, te acompañaré a tu refugio  — dijo, dándole la mochila que Jard cargaba el día anterior —

El contrario lo recibió. 

— Gracias.

Bobo contestó dandole una palmadita en su hombro para luego salir del lugar, dejando al de capucha solo en el interior de la casa.

Sonrió nervioso. Vería a sus amigos otra vez junto a un regaño muy grande.

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