Historias de un vagabundo.

Hoy antes que nada

Hoy antes que nada [...] 

Hoy antes que nada éramos uno y otro, distantes, envueltos en una historia sin finales felices como lo es ahora. 

Hoy antes que nada éramos dos sintiendo cascadas de pesadas gotas llenas de dolor, días y noches sintiendo las corrientes que azotaban nuestras paredes. 

Hoy antes que ayer éramos uno intentando sobrevivir al caos que consideramos amor. Antes éramos otros sin ninguna sujeción. 

Hoy antes que ayer viramos por sonrisas que no estaban a la vuelta de la esquina, un pasado que atormenta y acciones llenas de espinas. 

Hoy ya no queda más que llanto, llenando copas que podrían beberse en un festín y, sobre todo esto, ¿Quién bebería agua salada estando feliz? 

Aquellas noches de insomnio pensado en si me extrañabas, como la luna extraña al sol cuando ya es temprano. Eran las mismas en las que creía que todo esto era en vano. 

Ya hoy no queda nada que tú querías, ya ha dejado de existir como si lo hubieras quemado con un bote de gasolina. Esto arde "amada mía".

Hoy antes que nada ya no estabas viva, hoy antes que nada dejaste espadas entre el cuello, ¡oh! Mi guillotina. Duele tener que ver ante mis ojos, el dolor de una partida.

Hoy antes que nada es un olvido que lastima mi alma arrebatada de mi cuerpo, un corazón llorando por el abandono más perfecto.

Nada antes que hoy es el adiós más hermoso que podría dedicarte, como si mis escritos fueran suficientes para abrazarte.