Historias de un vagabundo.

Versos del corazón

Tengo algo especialmente para ti,
quizás mis palabras no encuentren como revelarse.
Cuando mi alma y mente entrelazan susurros,
mis versos resuenan, son el eco que te murmura.

En cada línea, un reflejo de mi vivir,
en cada palabra, un pedacito de mí.
Este poema, un regalo sincero, te ofrezco,
una muestra de amor que en versos enderezo.

Hace tiempo que no tejía poemas,
ni entonaba pensamientos para rimar palabras.
Duele en el pecho, como la poesía me consume,
el dolor tiene un sentido, que me escuches.

No encuentro respuestas a muchas preguntas,
cuando leo y las redes se me juntan.
No entiendo si el universo conspira en mi contra,
o si este mismo me impulsa, me confronta.

No sé si soy mediocre, o con manías de mortero,
lo complejo que había sido, para apaciguar sentidos.
Intento rimar palabras, en mi mente un cenicero,
ocurren cosas donde queman, como si fuera el mismo infierno.

Creo que estoy inmerso en nebulosas,
donde ideas dudosas y culposas,
danzan en mi mente como sombras en la fosa,
buscando un propósito para salir al alza.

Estoy contento de haberte conocido,
a la mujer hermosa que ofreces en tu vida.
Esos ojos color cafés, como el café que tomo al día,
me llena de energia, con cierta miseria y melancolía.

Siento constantemente tu ausencia,
pero aquí yacen mis más modestas herramientas,
el calor y la vela que emana de mi alma,
te acompañarán en la penumbra, y en la calma.

Hace tiempo que no rimaba, ni unía mis palabras,
estoy creando poesía, para aliviar mi añoranza.
Espero ansiosamente tu abrazo,
pero siento que cada día, mi corazón rechazo.

A veces, la ira cierra mis puertas,
mi vida parece carecer de colores, está desierta.
Pero en medio de la oscuridad, tu recuerdo aviva,
con dolores inciertos, con heridas a la vista.

Sigo aquí esperando, tranquilo y sosegado,
perezoso y confundido, por el tiempo que ha pasado.
Estoy a la espera de tus logros y de los míos,
alistando los motores mientras se escuchan alaridos.

Ya sea en avión o en bicicleta, nuestro viaje comienza,
y me emociona pensar que lo amarás antes de alcanzar la meta.
En este viaje compartido, navegaremos,
atravesando mares inciertos, mientras nuestras almas despiertan.

Aquí estoy, vida mía, en este instante,
viviendo hasta donde mi destino alcance.
Hilo poemas, creo poesía,
un aguijón de miedos, que busca la armonía.

Quizás ajuste mis sentidos y mi esencia,
construyendo una nueva presencia.
Pero tal vez soy demasiado expresivo,
en esta búsqueda de un ser más comprensivo.

Así que aquí estoy, con versos y canciones,
explorando en mi interior en todas direcciones.
En este viaje incierto, en busca de la verdad,
espero encontrarme con la propia eternidad.

Para mi alma, siempre será grato,
conectarme contigo, en todo acto.
Lo que amaste y presenciaste, alocado e intenso,
preocupado y ocupado, viviendo el momento.

Sigo ante tus ojos, amado y desolado,
aunque el camino se torne arduo y complicado.
Nuestra conexión perdura, en el tiempo y el espacio,
como un bote mira a un faro, guiado por su corazón,
aunque yo no sea el faro a quien busques hoy.