Como en aquel Bulevar

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Encontrarnos, en lo oscuro de la noche,
donde la serenidad y el viento nos abrazan,
alborotos y fiestas cercanos al río,
corrientes y rocas chocando con ímpetu,
llenos de canciones de salsa, amores y aromas,
nos hallamos en medio de diversas emociones.

Luces brillantes, fotografiando nuestros deseos,
y aquellos árboles, guardianes de nuestro secreto,
el de ser tu amado, ser tu amigo, ser tu cielo,
estatuas de gatos inertes comienzan a mirarnos,
vigilando cada paso, mientras nuestros labios
ansían sentir al tacto.

Las risas flotando sobre el aire, aligeradas con el viento,
miradas profundas y repletas de pureza,
revelan lo que en palabras nos inquieta,
no existe temor, ni defecto andante,
éramos tú y yo, velas encendidas, ¡oh, qué picante!

Como en aquel Bulevar, donde el tiempo parecía distante,
donde los colores eran nuestros, y los sonidos traviesos,
solo escuchaba tu voz, ignorando, ignorando lo que
estaba invadiendo, lo que en ese momento ansiaba de vos.

No era tu cuerpo, no eran tus besos, era tan sencillo
como el alma que se muestra ante tus ojos,
como en aquel Bulevar, que me provocó emociones,
eran alborotos, eran sabores, eran bailes, y sobre todo
eran deseos que guardaba contigo en secreto,
eran sonidos, eran canciones, eran gatos,
lo eran todo, y más allá de eso, era el Bulevar,
donde te he conocido, más que ayer.

Historias de un vagabundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora