Ocho

1.7K 116 6
                                    

Clementine se lanzó al océano, dejando que el agua la envolviera mientras nadaba con agilidad hacia lo profundo. Disfrutó la sensación del agua, dejando que su cuerpo fluyera con las corrientes antes de emerger a la superficie. Lo'ak y Neteyam siguieron su ejemplo, tomando carrera y sumergiéndose tras ella, seguidos por Kiri y la pequeña Tuktirey.

Los hermanos Sully y Clementine se dejaron maravillar por la vida marina que nadaba a su alrededor. Peces de colores vibrantes y criaturas acuáticas exóticas flotaban cerca de ellos, y algunos Ilu nadaban elegantemente en la distancia. Tsireya, observando a los hermanos desde un poco más adelante, notó que iban más lentos y que Clementine, en especial, se había quedado atrás. Clementine, por su parte, estaba encantada con los peces que se acercaban juguetonamente a su vientre, como si estuvieran fascinados con la vida que crecía dentro de ella.

Mientras tanto, Lo'ak y Neteyam nadaron de vuelta a la superficie para tomar aire. Desde el fondo del océano, los Metkayina los observaban con curiosidad. Cuando los hermanos volvieron a sumergirse, se encontraron de nuevo con Tsireya, quien, con lenguaje de señas, les indicó: "Naden con nosotros."

Lo'ak, sin comprender completamente lo que Tsireya quería decir, negó con la cabeza. Tsireya simplemente sonrió y les hizo un gesto con la mano, indicándoles que los siguieran. Los hermanos Sully intentaron seguir el ritmo de los Metkayina bajo el agua, pero pronto se quedaron sin aire, obligándolos a subir de nuevo a la superficie.

Clementine, que había quedado un poco atrás mientras admiraba los peces, notó que Neteyam y Lo'ak habían salido a tomar aire. Sin perder tiempo, nadó hacia ellos para reunirse con su pareja y su hermano.

Desde el fondo del océano, Aonung observaba la situación con una mezcla de confusión y desdén.

"¿Qué les pasa?" —preguntó Aonung a sus amigos y a su hermana, usando el lenguaje de señas.

"No saben nadar bajo el agua," —respondió Rotxo, lanzando una mirada rápida a los Sully.

"Alto, están aprendiendo," —dijo Tsireya, defendiendo a los recién llegados.

Aonung frunció el ceño antes de nadar hacia la superficie, seguido por Tsireya y Rotxo. Neteyam y Lo'ak, al ver al grupo acercarse, sumergieron sus cabezas en el agua por un momento antes de volver a salir, respirando con dificultad. Neteyam buscó con la mirada a Clementine, y al verla nadar hacia él, su tensión se desvaneció.

—¿Están bien? —preguntó Tsireya, preocupada, al ver el esfuerzo de los hermanos por adaptarse.

—Van muy rápido... espérennos —dijo Tuk, tocándose la cara mientras intentaba recuperar el aliento.

—Solo respiren, respiren —les aconsejó Tsireya con amabilidad, mostrando cómo controlaba su respiración bajo el agua.

Clementine, al llegar junto a Neteyam, lo miró con una mezcla de comprensión y ternura, mientras Lo'ak intentaba seguir el consejo de Tsireya, aunque con algo de frustración por no poder igualar la agilidad de los Metkayina.

—¿No saben nadar? —dijo Aonung con una sonrisa burlona—. Tal vez se columpian de lianas, pero...

Antes de que pudiera terminar, Tsireya lo interrumpió dándole un golpe suave en la cabeza, mirándolo con reproche. En ese momento, Clementine emergió de la superficie, tomando aire profundamente. Neteyam la miró con preocupación, pero ella asintió con una sonrisa, indicándole que estaba bien.

—Tranquilo, bro —dijo Lo'ak a Aonung—. No entendemos su lenguaje de dedos —agregó Neteyam, mirando a Tsireya.

—Yo les voy a enseñar —respondió Tsireya con amabilidad.

Avatar | Neteyam Sully |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora