una chica llamada "Merlina Addams"

04: "Pensemos"

Al día siguiente:
Narra Enid:

Desperté por unos rayos de sol que alumbraban mi cara. Al abrir mis ojos caí en cuenta que estaba al lado en la cama de Merlina. Logré ver qué ella aún seguía dormida, así que me levanté con cuidado para no levantarla y así dirigirme a la cocina. esta vez iba a ser yo quien preparara el desayuno.

Ya había terminado de hacer el desayuno y opté por servir los platos en aquella mesa. Luego de eso caí en cuenta que Merlina aún no se despertaba y decidí ir a levantarla. Una vez que ya había subido a su habitación entré y la vi acurrucada entre las sábanas no pude evitar sonreír de ternura. Me acerqué a su lado y la sacudí lentamente.

—Merlina— le susurré. —Merlina despierta.

—¿Hmm?— dijo mientras bostezaba y abría sus ojos lentamente. Al abrirlos por completo se encontró con los míos.

—¡Buenos días, dormilona!— le sonreí. —Anda, ven a desayunar.

Dicho eso salí de la habitación. Y me senté en aquella mesa donde estaba la comida servida. No quise empezar a comer, así que esperaré a Merlina.

Mientras que ella baja pensaremos un poco. Y es, ¿Porqué ella no vive con sus padres? ¿Será que se quiso independizar a los 18 años? ¿Porque vive en esta casa tan grandeeeeee y descuidada? O ¿Será normal que siempre se vea pálida? Jumm, muchas preguntas y ni una sola respuesta.

Ya me estaba empezando a aburrir y Merlina nada que bajaba. Pero para mí buena suerte luego de un rato pude ver cómo llegó y se sentó.

—¿Cocinaste tú?— me preguntó con algo de asombro en sus ojos.

—Si tontita— le sonreí. —¿Comemos?

Ella asintió y las dos nos dedicamos a comer. Al terminar de comer ambas lavamos nuestros platos y luego nos fuimos a la sala a ver la tv.

Esto ya se estaba convirtiendo en nuestra rutina; levantarnos, desayunar, ver televisión, dormir, levantarnos ver televisión y así.

—Merlina.

—¿Si?

—¿Podemos salir de nuevo al parque?— propuse mientras que ella parecía pensarlo. —¡Por favor!

—Esta bien. Ve a alistarte.

Dicho eso asentí emocionada y me aliste. Me puse una camisa manga larga blanca con unos jeans negros. No era tanto de mi gusto, lo mío son más los colores brillantes que estos opacos, pero bueno la ropa de Merlina si que es cómoda. Aunque ella me diga que su ropa me queda bien, yo digo que a ella se le ve mejor.

—¡Listo!— dije acercándome de nuevo a la sala.

Merlina me observó por unos segundos, y luego habló. —bien, vamos.

Dicho eso salimos de aquella casa. Al salir yo como de costumbre venía mirando a los lados. Merlina solo caminaba mirando al frente ni siquiera volteba a ver si venía algún carro o algo.

—¿A donde es que iremos exactamente?— preguntó Merlina mientras que se paró en una esquina.

—¿Te parece si vamos de nuevo a aquel parque?— sonreí y ella asintió.

Luego de varios minutos caminando llegamos al parque. Donde habían pocas personas, lo cual me pareció bastante cómodo.

Ambas nos sentamos en un césped debajo de una árbol gigante y ambas recostamos nuestras espaldas a aquel tronco del árbol mientras teníamos la vista del parque al frente.