01: "¿Quién eres?"

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—¿Quién eres tú?— preguntó la rubia a la chica de negro que estaba frente a ella.

—Merlina. Merlina Addams.

—¿Y qué haces aquí? ¿Donde está mi familia? ¿Mis amigos? ¿Donde están todos— Enid miraba a su alrededor confundida. —¿Y dónde estoy?.

Merlina se sentó en la silla de espera que estaba en esa habitación, y enid se sentó en la camilla donde había estado en coma todo este tiempo.

—Sí qué eres preguntona— soltó la de trenzas. —¿Acaso no lo ves? estás en la sala de un hospital.

—¿Qué carajos hago aquí?— La rubia miraba nerviosa de nuevo toda la habitación. —¿Qué me pasó?

—No lo sé, pero un día escuché a tus padres decir que habías entrado en coma— Merlina alzo los hombros. —creo que tuviste un accidente.

La rubia pareció quedar en shock con tal noticia. y volvió su vista a la chica que estaba sentada frente a ella.

—Ya lo recuerdo. ¡Maldita sea Ajax!— Gritó la rubia dejando confundida a la de trenzas.

—¿Quién es Ajax?— preguntó aquella pálida mirandola con mucha curiosidad.

—El es el estúpido de mi novio— Merlina asintió. —¿¡Dónde está?! ¡Juro que voy a matarlo!—  en esto último Merlina sonrió.

—Oye— Habló la pálida llamando la atención de la rubia.

—¿Si?

—¿Cuál es tú nombre?

—Oh cierto...— pensó —Enid Sinclair, mucho gusto.

La pálida solo le sonrió.

—Escucha Enid. Se que sonará loco, pero nadie te ah venido a ver desde que entraste ese día. Solo tu madre y creo que tú padre también, pero ella no viene muy seguido.

La rubia se entristeció. —¿Y mis amigos?— preguntó al borde del llanto.

—¿Qué no me entendiste?— dijo la de trenzas un poco irritada. Es que tener paciencia no era lo suyo. —Nadie, Enid nadie viene a verte solo tú madre, pero no muy seguido.

—¿Tú ya habías venido a verme antes?— preguntó la rubia.

—No, de echo es primera vez que entró a tu habitación. me equivoqué de puerta supongo— se explicó aquella palida.

—¿Y cómo sabes que nadie me viene a visitar?— la rubia alzó una ceja.

—Larga historia— Merlina se levantó de la silla para luego irse, pero antes de salir de aquella habitación alguien la tomó del brazo haciendo que volteara. Y era la rubia quién la tenía agarrada. —¿Qué deseas, Enid?— Merlina quitó la mano de Enid de sus brazos.

—¿A donde vas?— preguntó la rubia.

—A mi casa.

—¿Puedo ir contigo?— Enid preguntó esto con un poco de verguenza.

—¿Qué?— La pálida la miró extrañada. —No, tú debes irte a tu casa.

—Es que... Si nadie ah venido a verme es porque no le importó a nadie— Enid tenía la voz quebrada.

Merlina se lo pensó y luego habló.

—Adelante, camina. Y si la policía o tú familia te empieza a buscar y yo vaya presa te mato.

Enid río ante aquel humor negro de la gótica. Y sólo asintió. Ambas chicas salieron de aquel hospital, Enid miraba a sus alrededores y Merlina solo caminaba mirando al frente.

—Llegamos— habló la pálida al pararse en aquella casa. Algo descuidada por fuera y toda negra.

—¿Aquí vives?— preguntó Enid con algo de temor ante el aspecto de esa casa. 

—Sí— La de trenzas vió la cara de terror de la rubia. —¿porqué la cara?

—Perdón. Pero si que me da un poco de miedito tú casa.

—¿Sabes qué es lo que realmente da miedo?

Enid volteó su cara para ver a la de trenzas.

—¿N-no?

—La cosa que traes puesta— Merlina empezó a caminar para entrar a su casa.

Enid algo confundida ante esas palabras de Merlina, se miró ella misma de pies a cabeza y se dió cuenta que traía la ropa del hospital.

—¡Estaba en un hospital!— Se defendió aquella rubia. —¿Qué esperabas?— Y corrió hasta dónde había entrado Merlina.

Al entrar vió la casa por dentro, era una casa un poco pequeña, pero cómoda. estaba abandonada, y no tenía casi nada por dentro. no habían fotos, no había nada, solo había una mesa dañada que decoraba aquella casa, y todo parecía estár lleno de polvo. lo cuál hizo toser a la rubia.

—¿M-merlina?— llamó la rubia a la de trenzas al no encontrarla en la sala, y qué todo estaba prácticamente casi obscuro.

Enid se quedó quieta en donde estába, sin moverse, es que tenía mucho miedo. La casa por dentro parecía embrujada.

Enid con miedo caminó para ver si encontraba a la de trenzas por algún lado. cuándo estaba por entrar a una habitación apareció Merlina.

—¡Mierda Merlina!— Gritó la rubia del susto con una mano en su corazón. —¡Casi me causas un infartó!

—Interesante— fue lo único que dijo la Addams.

—¿Dónde estábas?— le preguntó la rubia con una ceja alzada mirandola a los ojos.

—Estaba arreglando el cuarto para tí.

—Gracias supongo. Merlina— llamó la atención de la pálida.

—¿Qué sucede?

—¿Tú vives aquí sola?— Dijo la rubia dándole otra mirada a la obscura casa. —¿Y tú familia?— volvió a mirar a la pálida.

—Sí, vivo sola— empezó a caminar por su casa siendo seguida por Enid. —Mi familia, a mi familia yo los voy a visitar aveces, es que aveces me da flojera ir a molestarlos— Dijo la de trenzas llegando hasta aquel lugar llamado cocina.

Enid asintió. Al entrar a esa "cocina" Enid le dio un vistazo a está. Y era como toda la casa, era un tanto oscura, abandonada, llena de polvo y de algunas telarañas.

—¿Tienes hambre?— le preguntó Merlina a Enid de forma repentina. haciendo que Enid saltara en un brinco.

—¡Me vas a venir matando, Addams!— protestó la rubia. —Si, tengo un poco de hambre.

Merlina asintió y volvió a la cocina a preparar algo. Enid se sentó en una de las sillas que estaban en aquel mesón de la cocina.

Merlina se acercó con dos platos de comida, le dió una a la rubia y el otro lo agarro para ella. Merlina se sentó al frente de la rubia del otro lado del mesón.

—Gracias— Sonrió la rubia.

—No es nada— respondió la addams tranquila para comer.

Y así fue, ambas se dispusieron a comer tranquilamente. La comida era; papitas fritas con un poco de ketchup, y un jugo natural.

una chica llamada "Merlina Addams" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora