Adara POV.
«Ring, riiing»
Cubro mis oídos con la almohada y ahogó un grito de frustración, una de las cosas que más odiaba en el mundo era el sonido de mí alarma, el cuál perturbaba mi sueño. Rendida y molesta me quitó de los ojos el antifaz, lo cual me permite observar con claridad la habitación y apagar con frustración el clásico despertador.
Me levanto de la cama muy somnolienta y cuando me miro al espejo se me escapa un bostezo, me miró directamente y observo mi rostro de zombie. Y maldigo, sabía perfectamente la razón de porque me encontraba así.
Ingreso a la ducha luego de despojarme de toda mi ropa de dormir, quedando desnuda, para posteriormente abrir el grifo y empezar a tomar un baño de lo más reconfortante con agua fría. Me gusta lavarme con agua helada, porque me levantaba de mi sueño profundo y me daba mucha energía.
Cuando me siento lo suficientemente limpia, salgo del baño y me miró nuevamente el rostro, todo esto me pasaba por mirar mi serie favorita: Gossip Girl, toda la noche. Eso no me daría de comer pero tenía prioridades y ellas eran Serena van der Woodsen y Blair Waldorf.
Elijo la ropa interior, lencería roja, mi favorita porque resalta demasiado mi piel. Haciendo que me vea hermosa y mi cuerpo tenga vida, aunque aún no lo he mostrado a nadie.
En ropa interior camino al otro extremo por la ropa, eligiendo un vestido que se ajustaba al busto, el escote corazón revelaba solo una cantidad apropiada de escote. Un lazo justo debajo del busto apretó el agarre en mi cintura y la falda del vestido rozaba mi cuerpo, abrazando el área alrededor de mis caderas. Me hizo sentir y lucir hermosa.
Me estaba examinando frente al espejo por millonésima vez, cuando de repente ya estaba un poco más decente me sonrió a mi misma, me veo hermosa.
Camino por los pasillos buscando café, el mejor amigo del humano no es el perro, es una buena taza de café. Yo tengo un buen despertar, solo que necesito un cafecito, yo sin un café no soy persona. Llegaríamos al punto de decir que soy adicta a la cafeína.
Sí.
Caminó por los pasillos lista y radiante, siempre me gustaba dar una buena impresión pero mí actitud depende de mí taza de café. Miré a mis progenitores en la mesa esperándome para desayunar y sonrío al observar a mi madre, es una copia exacta de mí.
—Buen día —saludo llegando a ellos. Doy un beso en la mejilla de mis padres, quienes gustosos con una sonrisa besan la mía.
—Buen día, hija —me saludan en unísono, me miran un poco melancólicos y me parece muy extraño.
Me alejo de ellos observando como mi persona favorita se acerca a la mesa. Y me centro en él. Es la persona quien me hace sonreír al ver su cálida sonrisa y la sola calidez que desprende en ese lado paternal que solo ha tenido conmigo, me hace olvidar de que mis padres están extraños.
—Buenos días, hermanita —saluda mi hermano mayor dándome un beso en la mejilla.
Mi familia era de un tamaño un poco pequeño, pero mi hermano mayor sí qué era alto. Sin embargo, nuestra característica principal son los ojos verdes esmeralda, los cuales resaltan y enmarcan que es parte de la familia. No obstante, mi hermano tenía los ojos más intensos que nosotros. Tiene un hermoso cabello pelirrojo, su sombra de barba, piel blanca y llena de lindas pecas. Amaba con todo mi corazón a Oliver.
—Estás muy radiante, mi niña —menciona Fiorela, mi madre.
Tengo presente que tienen su mirada en mi en todo momento y me sorprende demasiado al punto de parecerme extraño como si ocultaran algo, pero luego recuerdo que son unos padres sobreprotectores.
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Casada antes de amar
De Todo¿Hay algo peor que casarse con el hombre más codiciado del país? Adara Mckee, una chica hermosa de corazón bueno y feroz. Ella vive con sus dos padres y los admira mucho, pero hay un pequeño secreto que le han estado ocultando y tienen miedo de que...