Capítulo 19.

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Tynas Lennox.

Poco a poco estoy perdiendo la cabeza.

Es la mujer más preocupada que conozco, pero me da paz.

Dios, ¿pero el dolor en sus ojos? Si eso no era lo suficiente para llevarme a las rodillas, casi lo fue cuando la vi con miedo.

No puedes lastimar a una mujer como Adara y esperar que no reaccione. No puedes esperar que no intente quitar el dolor, así es la chica feliz que todos conocen.

Tengo miedo de perderla.

Vi el dolor en sus ojos.

Y me sentí enfadado, tan malditamente enfadado, pero la emoción más fascinante, sorpresiva e irritante dentro de mí, fue el miedo.

Miedo de nunca más volver a probar aquellos labios, nunca sentir aquellos ojos en mí, nunca jugar sus estúpidos juegos de auto-control… los únicos momentos que me sentía bien eran con ella.

La he cagado. Lo supe en el momento en que la vi mirándome inexpresiva, con una expresión de horror y conmoción en su rostro, pero no esperaba que me dejara ir.

No puedo dejar de mirarla, no quiero dejar de hacerlo. Es hermosa, divertida y encantadoramente inteligente.

Siento que se va mi vida, se va cuando pienso en ella. Me siento morir el alma por su amor. Y el simple hecho de ver su expresión fue suficiente para saber que ella necesitaba espacio.

No quiero perderla, no quiero que el tiempo nos separe, ni que la distancia nos aleje, ni que las diferencias nos dividan. Quiero que nuestro amor sea fuerte, que sea como un árbol firme y arraigado, que resista las tormentas y los vientos, que continúe creciendo con cada día que pasa. No quiero perderla, porque es mi razón de ser, mi luz en la oscuridad, mi compañía en la soledad.

Quiero estar con ella siempre, en los momentos buenos y malos, en las risas y en las lágrimas, en la salud y en la enfermedad. No quiero perderla, joder, porque es mi vida entera, mi refugio y mi hogar, mi todo y mi nada. La amo con toda mi alma, con todo mi ser y mi corazón, y no quiero perderla nunca, porque sin ella mi vida no tendría sentido.

Pero mis secretos y decisiones han quebrado la confianza y amor que tiene ella hacia mi.

Desde el momento en que entró en mi vida, supe que era alguien especial. Me ha brindado amor, felicidad y apoyo incondicional, y no puedo imaginar mi vida sin Adara.

Ella es mi todo y no quiero perderla. Sé que a veces las cosas no son fáciles. Pero maldición, la amo. No puedo imaginar mi futuro sin Adara, porque ella es mi futuro. Quiero construir una vida juntos, llena de amor, aventuras y felicidad. No puedo expresar con palabras lo mucho que la amo, pero espero que ella pueda sentirlo en cada abrazo, en cada beso, en cada mirada.

No puedo evitar sentir una enorme tristeza al pensar en la posibilidad de perderla. Cada vez que estamos separados, siento un vacío en mi corazón que sólo ella puede llenar.

No puedo evitar sentir un nudo en la garganta al imaginar la idea de perderla. Desde que está en mi vida, todo ha cambiado para mejor. Cada día me siento más enamorado de ella y más agradecido de tenerla a mi lado, aunque no haya sido de una manera correcta.

Ahora está aquí, conmigo, acostada en la cama manchada de su sangre virgen y un anillo de compromiso en su dedo.

Era mi esposa, la misma que minutos atrás me golpeó el rostro y ahora tengo las huellas de sus dedos marcados. Mi maldita polla brillante de su sangre.

Tratar de no pensar en quién soy, la responsabilidad en mis hombros y cómo ella es importante para mí, cómo mantenerla a mi lado sin romper las partes que me atraen.

Casada antes de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora