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Los días habían sido frígidos e insípidos. Jungkook había intentado mantenerse fuerte, robusteciendo su capa exterior que tan bien solía cubrirlo en los tiempos difíciles. Sabía que de alguna manera, el extraño juego que mantenía con Jimin , no estaba en su mejor momento; y aquel ruinoso sentimiento en su estómago lo hacía querer golpearse el rostro contra bloques de cemento.

Las ansias en su anatomía desbordaban totalmente, y supo que no lograba sentirse de aquella manera desde el momento en que se enteró, por boca de Min, que Park Jimin acababa de comprometerse. Aunque de por sí, el pesar que percibió en aquel instante pasó desmesuradamente rápido. Cuando su optimismo y persistencia vencieron.

De igual manera, él sabía que aquellos dos estaban perdidos, y no supo qué hacer para llevar a cabo la situación que momentáneamente se le presentaba. Evitaba sentirse patéticamente mal, pero sin embargo, se le hacía malditamente complicado. El recordar el llanto entristecido que soltó su profesor en su pecho, le causaba un malestar irremediable, y el pensar que todo era su culpa (aunque sabía que el rubio mantenía el cincuenta por ciento de ella), le hacía sentir un asqueroso bastardo.

Él no se encontraba feliz con la presencia de Zoe, y si pudiera, desearía exterminarla del mundo. Sus sentimientos eran bazofia, pero cuando comprendió que, él realmente se estaba metiendo en una relación formal de una década, supo que quizá había entrado en terreno peligroso. Aunque no era un esencial secreto.

Por supuesto, su cerebro era lo suficientemente calculador como para saber las consecuencias de aquella clandestina relación; igualmente, jamás imaginó que lograría sentirse completamente perdedor, justo como lo hacía actualmente. Antes, su objetivo era acostarse con Jimin , hacerlo suyo. Ahora, el significado de aquellas dos palabras había cambiado radicalmente. Park era suyo, pero desde luego, no para siempre.

Y él quería que lo fuera. Jodidamente.

El pronto distanciamiento que se había creado entre ambos hombres fue de alguna manera reparador. Jimin había logrado mejorar en su estado de salud, mientras que Jungkook dedicó su tiempo libre a estudiar, y no a pensar locamente en su caliente profesor (aunque aquello se ponía en duda). La prueba había sido presentada, y el pelinegro se encontraba comiéndose las uñas; él necesitaba aprobar, pero su mayor preocupación no era ser expulsado de la universidad sino que, de así serlo, él dejaría de ver a Park Jimin. Y por Dios, aquello sería lo peor que podría pasarle en la vida.

Igualmente, durante aquellos días de eterno duelo, Jimin y Jungkook se sintieron de alguna manera incompletos. El rubio sabía que había herido los sentimientos de su alumno, así Jeon no quisiera darlo por hecho; lo sabía porque, sin duda alguna, también había logrado herir los suyos propios. Sentimientos que, desde luego, él no sabía que poseía. Sin embargo, la confusión en la cabeza de Jimin crecía cada vez más, de maneras inauditas. Ya no lograba sentirse satisfecho con la compañía de Zoe, y aquel engorroso sentimiento lo hacía entrar en un ligero pánico. Jungkook había dado un giro de ciento ochenta grados a su vida, y no logró más que volverse un patético hombre.

Tan patético como solía serlo en su adolescencia.

La ausencia de mensajes y comentarios coquetos, hizo a Park sentirse como una vil basura. Su mejor decisión no había sido llorar como Magdalena con Jungkook presente, mucho menos dejar a demostrar el inmenso amor que sentía hacia su prometida; pero de igual manera, fue imposible detenerlo. Él se sentía avergonzado, y esperó que Jeon lo entendiese en su mensaje de disculpa, pero sabía que Jungkook jamás podría hacerlo. Tenían pensamientos diferentes, ideales diferentes, y desde luego, el pelinegro no se encontraba en insufribles apuros, como el azabache lo hacía.

Cuando Jungkook notó que moría ante el pronto abandono que él mismo había creado, creyó que lo mejor sería mandar a la mierda todas sus preocupaciones, tocar la puerta de su profesor y follarlo con fuerza contra la pared. Sin embargo, y aunque aquella idea hubiera sido recontra fabulosa semanas atrás, él sintió que no era lo correcto.

Dear Teacher ♥︎ KM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora