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Jimin y Jungkook tenían muy en claro que las cosas entre ellos estaban bien, después de todo. Sobretodo Park, quien luego de confirmarlo con la agraciada muestra de afecto en el salón donde estaría dando clases, no pudo dejar de pensar en el pelinegro durante las siguientes horas.

Sin embargo, y a pesar de la gratificante noticia de que la relación no estaba completamente arruinada, el rubio sentía una irremediable decepción abarcar su sistema, y es que no evitaba pensar que su tiempo juntos cada vez disminuía en frecuencia. Jungkook se encontraba ocupado en oficios ajenos a Jimin, y él se había visto sumido en unos días insuperablemente estresantes, llenos de arreglos para bodas y cenas "románticas" con Zoe.

De igual manera, el hecho de que Jeon no estuviera disponiendo la misma cantidad de tiempo para con él, le corroía las entrañas como si se tratase de una cucaracha. Los celos hervían su sangre de una manera dolorosa, y los pensamientos se aglomeraban en su cabeza, nublándole la vista por segundos, y haciéndole perderse en un añorado letargo. Se había prometido no volver a pensar en la chica que acompañaba al pelinegro, pero de alguna manera, el verlos merodeando por los pasillos de una manera feliz, todos los días, le hacía imposible el realizar la tarea con eficacia. Estaba enojado, demasiado, pero de cualquier forma, él no diría nada con respecto a ello.

Al menos, no a Jeon Jungkook .

Apoyando sus brazos en el techo del plateado auto de Yoongi, Jimin mordió su labio, batallando contra la mirada contraria que se oponía a la suya de una manera retadora. Los ojos marrones del rubio parecían gráciles, y el rubio sabía que, desde luego, lo eran. Pero en aquel justo momento, Park no pudo descifrar la mirada que le echó su mejor amigo. Quizá, queriendo expresar miles de palabras con ella.

La relación con Yoongi había mejorado, aunque en realidad, nunca empeoró. El azabache decidió utilizar su madurez de una manera productiva, y postrándose frente a su amigo, lo abrazó con cariño. Aquella muestra de afecto fue suficiente, y no hicieron falta palabras para saber que ambos estaban bien. De alguna manera, Jimin se sentía feliz al recobrar las relaciones que pensó, habría estado perdiendo, pero a pesar de ello, se sentía presionado en torno al tema de Jungkook , su alumno con el cual mantenía relaciones sexuales constantemente.

—Pienso que deberíamos ir a mi casa —habló por fin Yoongi, decidiendo desviar su mirada de la contraria, y logrando que el cuerpo del azabache se relajase de una manera veloz. Sonrió—. Tenemos muchas cosas qué analizar, ¿no lo crees?

—Lo creo —aceptó el rubio, encogiendo el cuello y fijando su vista en cualquier rincón del estacionamiento. Éste se encontraba particularmente vacío, y los autos de los escasos estudiantes que aún permanecían en la universidad, abandonaban el lugar uno a uno; quedando ambos profesores frente a frente, esperando por alguna cosa de la cual ellos no tenían real conocimiento—. Tú también debes contarme muchas cosas, intuyo que está ocurriendo algo en tu vida..., lo cual has pasado por alto contarme.

—En mi defensa, esperaba que tú me dieras señales sobre tu sucio secreto —señaló con su dedo, una liviana sonrisa estirando sus labios. Jimin negó con la cabeza, mordiendo el interior de su mejilla e intentando mirarse convincente—. Bien, sí. La verdad es que debo contarte muchas cosas, no lo podrás creer. Pero primero hablaremos sobre ti, Zoe y..., um, Jeon.

—Oh, no lo creo —soltó el rubio, seguido de una silenciosa carcajada, a la vez que negaba con la cabeza. A punto estuvo de abrir la puerta del acompañante e introducirse en el auto, pero el sonido característico de una motocicleta, le hizo mirar a Yoongi, quien parecía prontamente nervioso, y segundos después, Park echó un vistazo por sobre su hombro.

Kim Taehyung bajó de la motocicleta que conducía Jungkook , quien de inmediato le regaló una sonrisa jocosa al rubio. Jimin se sintió desfallecer en aquel momento, y casi percibió su corazón rasgar la piel de su pecho, cuando el pelinegro le guiñó un ojo; el ojiavellana pasó por su lado, rodeando el auto y llegando al costado de su compañero.

Dear Teacher ♥︎ KM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora