capítulo seis.

3K 339 2
                                    

Era sábado por la mañana. Jungkook había salido a correr por el parque más cercano porque hacer cardio muy temprano lo dejaba con buen humor todo el día, por lo que esta era una de sus razones para levantarse precisamente a las seis de la mañana.

Corrió unas cuantas cuadras más del parque antes de detenerse para tomar aire. Respiró pesadamente para regular su respiración y pronto sintió las gotas de sudor acumularse en su frente y en su pecho, deslizándose lentamente por su piel nívea y mojando su camisa. La notificación en su Apple Watch le hizo saber que ya había completado su meta de cinco kilómetros recorridos.

Había empezado muy bien y a penas llevaba cuarenta minutos.

—¡Hey! —escuchó una voz cercana que lo hizo voltearse.

Jungkook volteó al dueño de aquella voz solo para encontrarse con un guapo castaño que se acercaba trotando, dejando relucir aquella sonrisa de cajita y cuerpo que no cabía duda podía cumplir los estándares coreanos de belleza. Taehyung llevaba unos jogger negros sueltos y una camisa blanca de tiras, dejando a la vista los brazos bronceados y marcados, pequeñas gotas de sudor adornaban su frente y clavícula.

—Ah, buenos días, Taehyung —saludó con una sonrisa—. ¿Andabas recorriendo el parque?

Kim se detuvo y paró el cronómetro en el reloj de su muñeca.

—Sí, generalmente me gusta correr en las mañanas para luego entrar a trabajar. Es una buena terapia —le corresponde la sonrisa con amabilidad—. No pensé encontrarte por este parque, hay otro más cercano al edificio —comento pensativo.

De hecho, era cierto, al ser una ciudad muy concurrida y bastante avanzada en cuanto a tecnología, campo laboral, educación e infraestructura, también había muchos lugares recreativos como parques, clubs y restaurantes. Cerca del edificio donde ambos alquilaban habían varios parques a la manzana. Unos más cerca que otros y esto, al parecer, Taehyung lo había notado al no encontrarse al azabache en el parque más cercano, sino a uno que estaba a seis cuadras.

—Sí, usualmente es el primero que recorro y luego paso a este otro —explica—. ¿También haces ejercicio? —pregunta curioso, a lo que Taehyung asiente.

—Me gusta mantenerme en forma, que puede decirte —se encoge de hombros. Y vaya que tenía razón.

Jungkook desde que lo había visto, se dio cuenta del cuerpo tan espectacular que tenía. No precisamente porque fuese hombre significaba que debía ser grueso con masa musculosa, espalda ancha, o de rasgos grotescos. En realidad, Taehyung era todo lo contrario a esto, espalda angosta, cintura pequeña y caderas estrechas. Quizá por esto se lograba ver más alto de lo que realmente era.

Jungkook no negaba que era bastante atractivo en todos los sentidos, era delgado y con un trasero respingado. Cualquiera que lo viese de lejos se daría cuenta de ello. Tendrían que ser muy ciegos para no verlo. Aún recordaba como su ropa interior se marcaba y... Dios. Era tan malo recordarlo justo ahora.

—¿Ya terminaste tu meta del día? Estaba pensando en que quizá podríamos ir a desayunar algo —sugiere el castaño —. Conozca una cafetería muy buena donde ofrecen productos lácteos bajos en grasa y desayunos saludables. Personalmente, me gusta comer algo después de ejercitarme...

—Ahora que lo mencionas, no me parece tan mala idea —concuerda Jeon. En realidad, él no acostumbraba a desayunar algo después de hacer ejercicio, porque pues... ¿Que caso tenía consumir las calorías que ya había quemado anteriormente? Pero no pudo negarse a esa propuesta—. Vamos.

—¡Genial!

Ambos salieron del parque hablando de cosas triviales, para ser la primera vez que se conocían, habían tomado confianza muy rápido... Eso, o porque Taehyung estaba decidido en hacerlo caer en sus garras.

wrong number ¡ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora