capítulo uno.

4.7K 450 8
                                    

Jeon Jungkook era un corredor profesional que le dedicaba la mayor parte de su tiempo a su motocicleta y a las carreras. A su corta edad de veintitrés años, había logrado más que cualquier corredor de experiencia.

Muchos decían que era un novato, pero lo cierto es que ya había ganado popularidad entre las chicas, la pista de carreras, y hasta fama internacional por todas sus victorias. Y justo ahora se encontraba celebrando una de ellas con su grupo de amigos.

—¿Qué te parece ir a celebrar esta gran victoria hoy en la noche en la sur? Cada sábado hay unas bellezas —uno de sus amigos enarcó una ceja pícaro, más era obvio al saber a lo que se refería.

—¿Y encontrarme con alguna loca como Sohee? No gracias —Jeon rodó los ojos.

Jackson rió y asintió.

—Justamente por ella tuviste que cambiarte de edificio, ¿no? —el castaño asiente—. Es cierto, esa mujer estaba loca, se hizo pasar por tu fan y no dejaba de acosarte. No se como pudiste meterte con ella.

—No hay mucha ciencia, era bonita. Y muy buena en la cama —se encoge de hombros—. Pero no pienso meterme en esas salidas. En cualquier momento podría pasar lo mismo, y no estoy dispuesto a decirle a mi técnico que me cambio otra vez de edificio por una loca.

—Sí, porque te dejaría sin descendencia —se carcajea Eunwoo.

—Vamos, Kook. Sabes que eso te pasó por meterte con una fan, apuesto que se buscaras modelos, no te pasaría eso.

—¿Y quién les asegura que aceptarán? —enarca una ceja divertido.

—Si se trata de ti, ninguna chica puede resistirse —contesta Namjoon riendo—. Aunque yo de ti lo pensaría mejor, las mujeres son bonitas, cariñosas y atentas, pero locas.

—Tienes razón —Jungkook sonrió para si mismo divertido, tomando un trago que tenía en la barra, algo que pareció sumamente atractivo a una chica que estaba a lo lejos mirándolo.

Jeon tenía todo para ser un dios griego. Su cabello azabache caía rebelde por su frente, no era alguien tan musculoso, pero estaba bien entrenado, tanto así, que su cuerpo se veía trabajado como el de un atleta. Pantalones de cuero y piercings en sus orejas, eso solo lo hacía más irresistible para la juventud.

Y como si estuviese esperando por su presa, la joven no perdió mucho tiempo y se acercó al grupo de hombres con una sonrisa coqueta.

La chica era muy bella, labios rojos y mirada seductora. Sus tacones resonaban en el piso cuando caminaba lentamente, llamando la atención de Jungkook y sus amigos.

—Hola, cariño —saludó con una sonrisa pícara. Jeon le devuelve el gesto, y la chica ve esto como una iniciativa, sentándose en sus piernas descaradamente—. ¿No quisieras pasarla mejor? —susurra, acariciando su mentón.

—Será para otro momento, linda. Hoy estoy muy cansado —contestó sin perder la coquetería en sus palabras. La chica resopló y se levantó.

—Como quieras —contestó malhumorada, marchándose.

Jackson la miró de arriba abajo mientras se alejaba.

—¿De verdad perdiste una oportunidad así por cansancio? —enarca una ceja sorprendida.

—Mn. No se me antoja follar con alguien hoy. Y ya debería irme a mi departamento, realmente estoy agotado —se levanta de su asiento y acomoda su chaqueta—. Los veré luego.

El castaño se despide de sus amigos y pronto se va al estacionamiento donde tenía su motocicleta. Se coloca su casco y pronto levanta marcha para irse a su edificio.

Este no quedaba tan lejos del estadio donde sus prácticas se llevaban a cabo, por lo que era perfecto. Además, era un edificio de buen parecer, no era lujoso, pero tampoco tan de mala muerte. Solo gente realmente con dinero podría alquilar un departamento.

Luego de una corta trayectoria finalmente llegó. Dejó su motocicleta en el estacionamiento y notó cómo había un camión de mudanza en las afueras, probablemente se trataba de un nuevo vecino.

—Vaya, eso sí es algo nuevo —ríe, quitándose el casco y agitando su cabello para acomodarlo. Antes de subir a su departamento, un mensaje de texto llega a su teléfono, por lo que lo lee antes de llegar al ascensor.

«Te verías tan bien follándome en esa preciosa motocicleta»

Jungkook casi se atraganta con su propia saliva cuando leyó aquel mensaje tan extraño que le entró a su teléfono. Provenía de un número que no tenía registrado, por lo que supuso que debía ser una broma, o alguien se equivocó de persona.

«Lo siento, número equivocado» texteó.

La respuesta no pareció tardar, puesto que luego de haberla enviado, su teléfono volvió a sonar. Así que solo de reojo miró la notificación en la barra de notificaciones.

«... ¿Entonces no quieres?»

wrong number ¡ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora