capítulo quince.

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¡No había forma! Aún era muy pronto para que Jungkook se enterase quien era él realmente, y lo recordara. De ser así, entonces todo su plan se iría por el caño. No quería que eso pasara porque realmente había trabajado muy duro para evitar que lo reconociera, había cambiado hasta físicamente para evitarlo.

Lo cierto es que... ¿a que se debía esa curiosidad repentina de Jungkook para investigar sobre él? ¿por qué?

—No puedo permitir que se de cuenta todavía, aún es muy pronto y ni siquiera pongo en juego mi plan —refunfuñó Taehyung, mirándose en el espejo mientras aplicaba un poco de maquillaje en su rostro.

Realmente se veía precioso, ya era de noche y estaba más que listo para ir a ese club nocturno y mover sus cartas. Su vestuario era algo elegante pero con mucha sensualidad, esta vez se había puesto unos jeans holgados que ocultaban sus piernas delgadas, pero ajustados en la parte de la cintura, donde resaltaba aquel trasero redondo y suave que se cargaba, la pequeña cinturita que envidiaban más de uno.

Él no era muy amante al maquillaje, pero esta vez lo usó. Sus párpados los decoró con un suave color de sombras que resaltaba su ojo almendrado, y un bálsamo transparente para hidratar sus labios y hacerlos ver apetitosos.

Estaba más que listo.

—Muy bien, creo que eso es todo —sonrió satisfactoriamente al verse en el espejo y darse cuenta que era todo un manjar ante la vista de muchos.

Tomó su billetera, su teléfono, y rezó para que todo saliese bien esa noche.

Desgraciadamente, no pudo encontrarse con Jungkook en la noche, puesto que parecía que aún no llegaba y él necesitaba alistarse. Así que no tuvo de otra que bajar a recepción y dejar la invitación con la secretaria, avisándole que era para Jungkook, y que apenas lo viera se la entregara.

Así que si todo salía bien, esta vez se encontraría con Jungkooken el club. Tenía que estar ahí, rogaba para que estuviera ahí. Si no era así... entonces eso sería un desperdicio completo.

———

Cuando Taehyung llegó al club, este estaba abarrotado de gente, tanto que la fila para entrar era casi de una cuadra completa. Él no era de visitar mucho ese tipo de lugares nocturnos, en realidad prefería algún bar-restaurant donde podía comer y pasarla bien con la música.

Para su buena suerte al tener la entrada VIP, no debía hacer esa enorme fila, por lo que se acercó a los guardias con la invitación, y estos al notar el tipo de invitación que era, le dieron una reverencia, y uno de ellos se encargó de llevarlo directamente al segundo piso donde se encontraba la gente de élite, aquellos famosos y gente poderosa.

Taehyung le agradeció al guardia amablemente y entró a aquel lugar. Y... era realmente espectacular.

Las luces, el escenario, la gente incluso. Las luces eran de un color morado y azul marino tenue que salían disparadas como algún tipo de rayo, pero suavemente, evitando un posible mareo, la música era diferente a lo que alguna vez pudo escuchar, no reconocía la letra puesto que era en otro idioma que no podía reconocer.

¿Qué era? ¿Italiano, francés, español?

—Español —dice una voz, sacándolo de sus pensamientos.

—¿Perdón? —Taehyung voltea y se encuentra con hombre bastante alto, incluso más alto que él. El tipo era atractivo, llevaba varios anillos de oro en sus manos, y su traje se veía muy fino.

No evitó alzar una ceja al notar lo ridículamente caro que se vestía. Aunque lo entendía, en cierta parte debía dar ese aspecto para atraer a sus presas.

—Es música en español, específicamente música urbana latina —confirma. Taehyung suelta una risa, preguntándose cómo fue capaz de adivinar sus pensamientos—. Lo deduje por tu rostro confuso y atento a la música.

—Deja de leerme la mente —responde, haciéndolo reír.

—Leer la mente sería un buen súper poder en estos casos, así podría saber cual fue tu primera impresión de mí —le guiña un ojo.

—Diría que fue una bastante interesante —afirma Kim, algo coqueto.

Bueno, esta no había sido la razón principal por la cual Taehyung había venido al club, desde que entró quiso buscar con la mirada discretamente a Jungkook, pero entre las luces, la música, y la gente, ese tipo había sido más rápido. Aunque no le desagradaba del todo, no parecía ser un hombre intenso, o depravado. Su aura y esencia se lo decía.

—Me presento, me llamo Seojoon —responde después de unos segundos.

—Taehyung —responde el castaño, extendiendo su mano. Contrario a lo que pensó que haría (estrecharla suavemente), Seojoon agarró su mano con suavidad y la llevó a sus labios, depositando un beso cuidadosamente.

Esto definitivamente no se lo esperaba, lo que lo hizo sonrojarse.

—Un enorme gusto conocerte —se reincorpora, mirándolo directamente a los ojos, algo que hizo a Taehyung sentirse un poco tímido.

—El placer es todo mío —responde por cortesía.

—¿Qué dices si me acompañas a mi mesa? Me es increíble pensar que un chico tan atractivo está aquí sin compañía, no me perdonaría dejarte aquí solitario —sonríe de medio lado.

Bueno... ¿qué había de malo acompañarlo mientras encontraba, o Jungkook se aparecía? Solo serían unos minutos mientras bebía y conversaba con aquel tipo.

Seojoon era atractivo, y poseía ese belleza hechizante que podría derretir a cualquiera que se le acercara. Sin embargo, Taehyung no estaba interesado en alguien que no fuese Jungkook, y no pensaba distraerse fácilmente por una cuenta bancaria y un rostro atractivo.

Probablemente esto se escucharía ridículo para aquellos que lo conocían, y que sabían que Jungkook era justamente así, con una cuenta bancaria atractiva, y guapo. Pero Taehyung tenía una razón más que no contaba. Sin saberlo, el azabache se había convertido en su salvador tiempo atrás.

En fin... sería solo por unos minutos.

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⏰ Última actualización: Jun 19 ⏰

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