capítulo ocho.

2.8K 293 2
                                    

Jungkook iba tarde para sus prácticas. Lo primero con lo que se encontró fue con el rostro de su jefe de mecánica molesto, por supuesto que tenía toda la razón de estarlo. Se suponía que la reunión sería a las dos de la tarde y justamente eran las tres y media. ¿Pero quién podía ocultar a Jungkook cuando tenía a un vecino distrayéndolo? Lo peor del caso: No sabía si lo hacía a propósito, o era él mismo quien se distraía con Taehyung.

Por alguna razón, sentía que lo conocía de algún lado, pero no podía sacarlo de dónde, cosa que comenzaba a molestarlo profundamente.

Él no se consideraba alguien olvidadizo, mucho menos cuando conocía personas como Taehyung, resplandecientes y llamativos por donde fuera que pasaran. Y alguien como él... estaba seguro que no lo olvidaría.

—Hey, Jungkook... ¡Jungkook! —una voz molesta se escuchó a lo lejos, y el mencionado pestañeó confundido mirando hacia su jefe de mecánica. Este tenía el ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos—. ¿Si acaso estás poniéndome atención?

Jungkook miro a los lados y todos los de su equipo lo veían fijamente, unos con una mirada curiosa, y otros divertidos. No se le había visto en ese estado desde hacía mucho. Y estaban seguros que eso se debía a alguien.

—Ehhh... —dudó.

El hombre lo miró con ojos acusatorios antes de soltar un suspiro de cansancio al aire.

—Espero que esto no se trate de alguna de tus conquistas amorosas, porque no estamos para esto. La competencia es dentro de veintidós días y nuestro equipo aún está incompleto, tu moto está presentando fallas en el motor y como si fuese poco, tampoco estás poniendo atención a los puntos estratégicos de la pista —regañó—. ¿Qué pasa contigo?

Jungkook solo soltó un resoplido de molestia y se cruzó de brazos, negándose a responder una pregunta que ni él mismo sabía. La verdad es que se había sorprendido varias veces a sí mismo pensando en Taehyung, en la primera vez que lo vio, su primera impresión, y por su puesto todos esos detalles que por alguna razón lo prendían. Todo de él estaba lleno de una sensualidad oculta a la que no podía resistirse, comenzaba a sentirse frustrado al no saber el porqué.

—¿Sabes qué? Dejemos esto aquí por hoy. Tu equipo no está para esto y yo para soportarlo —el hombre apagó el proyector donde reflejaba la pista de carreras y comenzó a guardas sus cosas—. Tómate un descanso de tres días, pero eso sí—lo señaló—, después de esos tres días, te quiero con la cabeza y los pies sobre la tierra —dicho esto salió refunfuñando y dejando su equipo atrás.

El señor Cho no era malo, en realidad era un buen técnico y jefe porque Jungkook era como su mejor alumno. Pero habían días en los que debía ponerse estricto con su equipo. Y justamente eran en los días donde había una carrera próxima.

El azabache simplemente suspiró y se quedó pensativo. Quizá solo le estaba dando muchas vueltas al asunto y solo necesitaba un poco de diversión por la noche para olvidarse de cierto castaño. Quizá si se encontraba con alguna chica guapa de piernas largas, pechos prominentes y delgada, se le quitaría esa pequeña obsesión que comenzaba a sentir.

Luego de que su equipo saliera, sus amigos que lo esperaban afuera entraron riendo, y se sentaron a su lado.

—Vaya, hace mucho no te regañaban de esa manera, eh —Jackson es el primero en reír al ver el rostro molesto y frustrado—... ¿Y bien? ¿Quién es? ¿Es bonita?

Jungkook enarcó una ceja.

—¿De qué hablas?

—Has estado todo el día en las nubes desde que llegaste, hasta el técnico se dio cuenta de eso —Eunwoo es el segundo en comentar, llamando su atención—. No te culpamos, hombre. Estoy seguro que esa belleza que has conocido vale la pena, casi como todas las demás —ríe.

Jungkook esta vez no tiene nada que decir, precisamente porque sus palabras no llegan. ¿Cómo carajos les explicaría que no se trataba precisamente de una chica? Aunque lo de belleza podía ser totalmente justificable.

—No tengo ganas de hablar de eso —es lo único que puede decir—. ¿Qué les parece si hoy vamos a algún bar? Necesito desquitar este estrés —masajea su nuca suavemente. Aunque no era tanto estrés físico, sino sexual. Por alguna razón, sentía que necesitaba una conquista esa misma noche y sacar toda su frustración.

—Vaya, realmente se ve que lo necesitas —Youngjae soltó una carcajada al ver su rostro malhumorado—. Vamos por unas chicas esta noche... Te aseguro que van a quitarte todo ese estrés.

wrong number ¡ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora