Serena y Seiya se conocen

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- Como es lógico, para despistar, tenemos que asistir a una escuela... iremos a la Preparatoria Juuban... - anunció Taiki ante la cara de fastidio de Yaten.

- ¡No nos van a dejar en paz! Extraño tanto Kinmoku...

- ¿De verdad? – preguntó Taiki.

- Bueno... reconozco que venir a la Tierra era obvio para la princesa...

- ¡Por supuesto que era obvio! – intervino Seiya dejando de afinar la guitarra. – Los tres sabemos que el amante de la princesa era de aquí...

- ¡Seiya! – Taiki y Yaten lo recriminaron.

- ¿Para qué callar lo obvio? – Seiya se dejó caer en el sillón. – La princesa no está y podemos hablar sin reservas. Sabemos perfectamente que por un tiempo, un hombre de la tierra la visitaba por las noches y no precisamente para cobijarla y desearle buenas noches...

- ¡Eso no nos incumbe, Seiya! – Taiki casi gritó.

- ¡Discúlpame si difiero contigo pero nos incumbe desde el momento en que la princesa quedó embarazada y tuvimos que evitar a toda costa que el pueblo de Kinmoku se enterara! – Seiya gritó sin miramientos.

- Es cierto... - Yaten murmuró con cierta tristeza. La princesa nunca volvió a ser la misma cuando la bebé murió.

- Era idéntica a ella... Y el tipejo jamás volvió a Kinmoku. Si lo viera, lo mataría por cobarde... ¡por traidor! – Seiya golpeó la pared.

- Lo único que sabíamos era que pertenecía a la tierra. Y de la niña, no sabemos nada. Sólo que murió pero no sabemos dónde está el cuerpo. Es como si Kakyuu lo hubiera olvidado.

- Bueno, lo único que yo pretendo es encontrar a la princesa para podernos ir de aquí... - dijo Yaten. – Y si para eso tenemos que ir a esa prepa, pues iremos...

S&S

Amy, Mina y Lita, esperaban a que Serena llegara. Las tres suponían que Serena se encontraba sumamente triste por la partida de Darien. Rei llegaría después de que las clases en su escuela terminaran.

- ¿Crees que estará muy triste?

- Seguro que se soltará a llorar a la menor provocación...

- Mírala, ahí viene...

Serena, con la mirada fija y su mochila en la mano, las saludó.

- ¡Hola chicas! ¿Por qué hay tanto movimiento?

- Es que hoy vendrán a nuestra escuela unos chicos... uff – Mina suspiró pero Amy le dio un codazo.

- Serena... la pregunta es ¿cómo te encuentras tú? ¿Estás bien?

- ¿Por qué no habría de estarlo? – la rubia arqueó la ceja.

- Pues ya sabes... Darien se fue... y... - Lita habló con todo el tacto que pudo pero de pronto Serena hizo una mueca de fastidio.

- ¿Saben qué? Si me van a hablar todo el día de que Darien se fue, mejor no me hablen. ¡Sí, se fue! ¿Y qué? ¡No me voy a morir! Rini también se fue ¿y? Llámenme mala madre futura pero me importa un comino... La vida sigue. De Darien nunca he obtenido más que frialdad por un futuro arreglado y Rini no me considera más que una rival.

- ¡Serena! – gritaron las tres amigas al unísono.

- ¡Estoy bien! ¿Contentas?

Serena siguió su camino cuando en ese preciso momento, todas las chicas de la preparatoria gritaban histéricas. Un auto de lujo había llegado y de él estaba bajando el grupo más popular de todo Japón: Three Lights. Mina se olvidó de Serena y corrió al auto. Amy se sonrojó y Lita se quedó pensativa. Pero Serena, sin fijarse, se quedó frente a frente con el chico de cabello negro azabache y ojos azules: el llamado Seiya Kou.

- ¡Tú! ¡Tú eres esa chica! – dijo reconociendo a la rubia del aeropuerto sintiendo la presencia de una princesa.

- ¿Y tú eres? – Serena no reconocía al cantante.

- No puedo creer que seas la única chica que tengas la fortuna de tenerme delante y no sepas quien soy...

- Si supieras quien soy yo, no presumirías de tu fama...

Serena se hizo a un lado y se dirigió al salón. Taiki y Yaten lidiaban con las fans y Seiya se quedó atónito.

- Hay algo en ti... hay algo en ti, lo sé.

S&S

- ¡Ya llegué! ¿Qué hay de nuevo? – dijo Rei mientras trataba de tomar aire.

- Serena está rarísima... - Amy fue la primera en hablar.

- Ya mandé a Artemis a que hable con Luna para saber si sabe algo... Tal parece que no le importara que Darien se fue y que Rini regresó al siglo XXX... Si la vieras cómo nos habló...

- ¡Bueno! ¿Y eso es malo? Al menos no se puso a llorar... ya está madurando...

Las chicas se miraron. Serena lloraba por todo y siempre dependía de Darien. ¿Y si Rei tenía razón? ¿Y si Serena al fin estaba madurando?

- ¿Ya sabes que Three Lights está estudiando en nuestra escuela?

- ¡Me voy a morir! ¿Por qué demonios no me cambié de preparatoria?

Mientras tanto, Serena, en la azotea de la prepa, seguía con sus pensamientos. Ahora ya sin enemigos ¿Qué le esperaba? Dos años de estar atada a esa leyenda del Milenio de Plata, de Tokio de Cristal y estar aferrada a alguien que había sido tan frío para darle un anillo justo antes de partir hacia Estados Unidos. ¿Qué enamorado hacía eso? Tanto llanto, tanto rogarle, para eso...

- Siento que mi vida no ha tenido sentido... - habló en voz alta sin darse cuenta de que una figura masculina estaba detrás de ella. -

Reemplacémosla por otra que la tenga...

Serena se volvió y vio a aquel hombre. De pronto sintió como si ya lo conociera. Cabello negro, ojos azules. Pero no. No era Darien. Tenía una expresión más decidida, los ojos chispeantes y una cola de caballo con el lustroso pelo sujetado. Sin poder evitarlo, se estremeció.

- No se puede reemplazar una vida...

- Pero sí a un hombre... y tú estás cuestionando a uno ahora, ¿no es así bombón?

– Seiya se acercó y se situó al lado de la rubia.

- ¿Cómo me llamaste?

- Bombón... me fascina tu peinado... además eres tan linda como una princesa... no me extrañaría que lo fueras...

Serena de pronto sintió calor en su corazón y sintiéndose halagada, le sonrió.

- Seiya Kou, vocalista de Three Lights.

- Serena Tsukino, estudiante de la Preparatoria Juuban.

- ¿Fanática?

- No sabía ni quién eras... ¿Acosador?

- Sólo contigo... ¿Soltera?

Serena se quedó pensando. Y después de meditarlo quince segundos, contestó.

- Por ahora. ¿Interesado?

- Increíblemente. ¿Mañana a las diez en el parque?

- Acepto.

Dos LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora