Endymion y el Gran Sabio

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- Bueno... es claro que ya llevas mucho tiempo aquí mi querido príncipe... - el Gran Sabio entró a la cueva donde tenía confinado a Endymion. Estaban tan cerca de la Tierra como de la Luna pero al mismo tiempo, ocultos por los demás planetas del sistema solar. El Gran Sabio se detuvo en la orilla del precipicio que impedía a Endymion intentar cualquier modo de escape.

- ¡Déjame ir! ¡Tengo que irme!

- ¿A hacer qué precisamente? – el Gran Sabio se rió. – Has deshecho la vida de dos princesas del Milenio de Plata y como rey del Siglo XXX no eres más que un fantasma. Por eso fue tan sencillo utilizar a Rini para transformarla en Black Lady...

- ¡Cállate! – Endymion tensó los puños, sabedor de que así había sido. No había podido evitar que su hija cayera en en la tentación del poder maligno.

- Por el contrario... charlemos. A eso vine... pero hagámoslo de una manera más informal... tu nombre de pila... Darien... me gusta... te llamaré así... Sabemos que te tengo aquí porque dejaste a tu novia, a Serena Tsukino, que dicho sea de paso, es la reencarnación de la Princesa Serenity, porque pretendías irte a Estados Unidos... hasta que yo y mi aliada te raptamos y te hice recordar a...

- Kakyuu... ¡lo sé! – Darien se llevó las manos a la cabeza de desesperación. - ¿Cómo pude hacerle eso a Serena?

- ¡Por favor! Lo sabes muy bien...

- Sí... ¡Sí! ¡Amo a Kakyuu! No sé cómo nos conocimos, no logro recordarlo, sólo puedo recordar los momentos con ella, su cabello, sus ojos, las noches que pasamos juntos, donde podía ser yo mismo...

- ¡Vaya, cuánta pasión, Darien! Y por eso nunca le dijiste nada a Serena...

- ¿Cómo iba a decirle que por las noches, no sabía cómo, veía a la mujer de mi vida? Después de todo, Serena iba a ser mi reina... y el futuro...

- El futuro mi querido Darien, ya ha sido cambiado – repuso el Gran Sabio con calma.

Darien tragó saliva y se sintió un cobarde. Si el futuro cambiaba, eso significaba que no habría Tokio de Cristal, no se casaría con Serena y por ende, no existiría Rini, su Pequeña Dama. Aquello le lastimó el corazón de sobremanera.

- ¿Qué pasará con mi hija? – preguntó con voz apenas perceptible.

- ¿Con la Pequeña Dama? ¿Con tu adorada Rini? Nada... Ella sigue viva en tu futuro.

- Entonces me casaré con Serena...

- No... ¡por supuesto que no! Serena ya te ha olvidado...

- No entiendo...

- Mi querido príncipe... Rini sigue viva en el futuro porque nunca fue hija de Serena...

- ¿Qué?

- La engendraste... con tu amadísima Kakyuu. Y Serena ahora está felizmente enamorada de otro hombre. Muchísimo más de lo que te amó a ti.

- ¿De quién? – Darien no daba crédito a lo que escuchaba.

- De tu hermano menor.

S&S

- ¡Cálmate Haruka, no seas bárbara! Perdone majestad, sí existe su hija pero está en el siglo XXX. O sea, como en otra dimensión. – Mina volteó a ver a Haruka con ojos fuertes mientras Kakyuu respiraba aliviada.

- Majestad... yo soy la única que tiene acceso a las puertas del Tiempo. Yo podría llevarla al Siglo XXX a ver a Rini. Pero ella ahora no es una bebé. Ha crecido, tiene cinco años y para ella sus padres son Endymion y Serenity.

- ¡Pero está viva y eso es lo importante! ¡Mi hija está viva!

- Sí, sí lo está.

Kakyuu se dejó caer en los futones que había cerca del fuego. El alma le había vuelto al cuerpo.

- Si Serena ahora está con Seiya... no habría impedimento para que yo me quedara con Endymion... ¿cierto?

- En teoría... sí. Es cierto. – dijo Michiru mientras Mina y Rei cuchicheaban.

- Por lo tanto, podría recuperar a mi hija.

- En teoría...

- Necesito hablar con mi hermana.

- Creo que antes que empiecen con reconciliaciones familiares – Haruka retomó el asunto en sus manos – lo que deberíamos hacer es investigar en dónde demonios está Darien y quiénes son las scouts que han estado atacando por todo Tokio.

- Eso es fácil, Uranus... son las scouts de Sailor Galaxia... - suspiró Kakyuu profundamente.

- ¿Y ella quién es? – inquirió Amy.

- La iniciadora de las Star Wars. Ella fue la culpable de que Kinmoku se destruyera y yo saliera de ahí antes que mis Starlights.

- ¿Y cuántas scouts han sido derrotadas? – preguntó Lita.

- Muchísimas. Sólo quedan con vida las Starlights, Sailor Aluminum Siren, Sailor Lead Crow, las sailors de esta Galaxia y Sailor Cosmos junto con Sailor Galaxia.

- Aluminum Siren está ya fuera de combate.

- Entonces los cuervos comenzarán a batir sus alas sobre las siguientes muertes... - Helios habló por primera vez durante mucho tiempo.

- ¿Qué dijiste?

- Me temo majestad, que los cuervos de Lead Crow harán que muera un cuerpo, dos amores, una relación y comerán la carroña que de ahí se desprenda...

S&S

- ¡Yo no tengo ningún hermano! – negó Darien con energía.

- Oh... yo creo que sí. Y muy parecido a ti, por cierto pero mejorado. Es más joven que tú. Comparten el mismo pelo negro azabache y los ojos azules. Pero él lleva el pelo largo en una coleta. Lo que tú tienes de serio, él lo tiene de carismático. No le gusta ver a la gente triste a diferencia tuya. Hubiera sido un soberano mucho más exitoso que tú en la Tierra si tus padres y el Pegaso, Helios, tu subordinado, no hubieran insistido en llevárselo junto con la hermana gemela de Serena a otro planeta para que ambos tuvieran la capacidad de reinar... ¡Idiotas! ¿Para qué enviarlos a otro planeta? La razón por la que habían nacido dos herederos y dos herederas no fue por magia... fue por la aparición de la segunda luna. Hay dos lunas en la Tierra. Una era para Serenity y el que ella eligiera, que ahora es tu hermano... y la otra para ti y tu amada Kakyuu junto con Rini, tu hija...

- ¿Qué? ¿Dos Lunas?

- Sí... y ya te he revelado bastante. Pero no fue magia, sólo fue el acceso que me permitió continuar con mi venganza. Pero es momento de dejarte... Nos vemos pronto...

- ¡Al menos contéstame 3 preguntas!

- Está bien... me siento generoso... adelante...

Darien respiró muy profundo y formuló la primera.

- ¿Cuál es la relación entre Serena y Kakyuu?

- Kakyuu es la hermana gemela de tu exprometida. ¿Curioso, no? Andar con hermanas no deja nada bueno.

Darien se mordió el interior de los labios para no gritar.

- ¿Quién es mi hermano menor?

- Su nombre es Seiya Kou. Tal vez lo recuerdes porque es el cantante del grupo Three Lights que tanto gustaba en Japón antes de irte.

Darien cerró los ojos. El nombre le sonaba y de pronto lo ubicó. ¿Cómo no pudo haberse dado cuenta del parecido que ese hombre tenía con él? Hasta la rosa roja en la solapa.

- ¿Y la tercera?

- ¿Dónde estoy?

- En la segunda luna de la tierra. Hasta luego, Darien.

Dos LunasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora