T R E C E

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Jungkook se relajó aún más en los brazos de Namjoon, ahora que sabía que no correría peligro de oler demasiado a él. Aunque si tenía que ser sincero, si las cosas en la aldea no fueran como eran a Jungkook no le hubiera molestado llevar el aroma de Namjoon en él.

Lo calmaba y le hacía sentir seguro.

Y las manos de Namjoon en su cabello se sentían tan bien, que Jungkook creía que podría quedarse dormido justo ahí, en los brazos de su amigo y maestro. Ahora podía decir realmente por qué otros cachorros menores adoraban estar al cuidado de Namjoon.

Y hablando de cachorros, como Jungkook aún era uno, si los demás lo olían en Namjoon, no podrían decir si era Jungkook o no, puesto que muchos otros compañeros de manada lo habían visto cuidando de otros cachorros antes. Y todos los cachorros tenían el mismo aroma neutro.

Aunque cuando Jungkook madurara después de su cumpleaños veintiuno... ¿Cómo podría abrazar a Namjoon?

El pensamiento lo avergonzó mucho, porque en primer lugar no debería estar abrazando a otro alfa, y en segundo, cuando fuera un adulto en toda regla... No debería poder salirse con la suya en este tipo de cosas de cachorro.

Sin embargo... Nadie nunca lo había abrazado así. Y le gustaba la forma en que se sentía, ahora que finalmente había dejado de pensar en lo que podría pasarles si los descubrieran.

-Tengo que enseñarte a esconder tu aroma antes de cumplas veintiuno. -Dijo Namjoon, aterradoramente en sincronía con los pensamientos de Jungkook. -Si es tú aún quieres tocarme en ese entonces.

Las mejillas de Jungkook ardieron.

-No puedes acostumbrarme a abrazarte y luego quitármelo, hyung. -Murmuró Jungkook, suspirando. Namjoon se rio suavemente.

-Entonces... Tenemos trabajo que hacer. -Namjoon se separó lentamente del abrazo; Jungkook se sintió más frío sin él. -¿Quieres empezar ahora mismo?

Jungkook se sintió lleno de energía. Esconder su aroma sería una gran habilidad, ¡estaba emocionado por aprenderla!

-Sí, hyung, por favor. -Dijo, con los ojos llenos de curiosidad e interés.

Namjoon volvió a sonreír.

-Bien, vamos a empezar con lo más básico. -Dijo, asintiendo. -Estas veces que has meditado para ver a tu lobo... ¿Pudiste percibir un aroma especial?

-¿Puedo percibir mi propio aroma antes de tenerlo? -Preguntó Jungkook, incrédulo.

-Es el aroma especial de tu lobo, así que sí podrías. -Respondió Namjoon. -¿Recuerdas a qué olía la primera vez que lo viste en tu mente?

Jungkook meditó la respuesta por unos segundos. Luego, sus ojos brillaron con reconocimiento, mientras una gran sonrisa se formaba en sus labios.

—¡Olía a galletas recién horneadas! —Dijo, totalmente emocionado, mientras se soltaba un poco del abrazo. Fue entonces cuando el tiempo pareció detenerse para Jungkook.

El rostro de Namjoon y el suyo estaban más cerca de lo que nunca habían estado. Si Jungkook se atreviera a tomar aire, probablemente el movimiento haría que la punta de su nariz y la de Namjoon se tocaran.

El momento podría haber durado minutos u horas para Jungkook, pero en realidad solo transcurrió un segundo antes de que Namjoon se alejara unos centímetros.

Namjoon sonrió, mostrando sus hoyuelos e ignorando totalmente lo rápido que latía el corazón de Jungkook, porque seguramente podía oírlo. Ni siquiera soltó del todo a Jungkook, que no estaba seguro de cómo hacer para moverse o hablar correctamente.

Antinatural • NamKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora