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Punto de vista de Luke:

Anderson desapareció como si nada, sinceramente, me daba bastante pena que no se quedara, pero, a decir verdad, era mejor para todos que no estuviera, las cosas no estaban del todo bien para que él se quedara aquí.

-Tranquila canija, ya llegamos-. Suspiré cansado.

Tenía miedo, miedo de cagarla otra vez, no permitiría que la volviera a pasar nada a Mei, no de nuevo, sabía perfectamente que era propensa a este tipo de desmayos puesto que era muy nerviosa y muchas de las veces que la pasaba, se lo provocábamos los que la rodeamos, y, a decir verdad, más de una vez había sido por mi culpa.

- ¡Joder!

Entre lo más rápido posible con Mei en brazos. El hospital estaba lleno de gente, desde pequeños hasta ancianos y sinceramente no tenía mi puta idea de que hacer; nunca había tenía que hacer esto puesto que siempre que algunos de los dos nos poníamos malos, eran nuestros padres los que nos traían y nos cuidaban, bueno, más o menos, lo hacían a su manera.

Me abrí camino como pude hacia la recepción para que así pudieran atender a mi hermana, pero la cosa estaba complicada, la gente no paraba de empujarme y ponérmelo difícil para lograr llegar.

-Ufff-. Resoplé, la gente era muy mal educada, y me estaban creando una tensión de nervios increíble.

-Auch-. Se cayó una chica al suelo. -Podríamos mirar por donde vas al menos-. Se quejó, tenía razón, pero sinceramente no estaba como para que me recriminara nada.

-Perdona-. Sin mirar de quien se trataba, por ser educado, la tendí la mano para ayudarla.

-Gracias-. La voz me era familiar, era como si la hubiera escuchado años atrás, pero la verdad, no tenía tiempo para quedarme y descubrir de quien se trataba, mi hermana estaba mal, y tenía que llevarla a la consulta.

- ¿Smith?

Punto de vista Bethany:

Me levanté con la ayuda del chico ese, por un momento se me había pasado por la cabeza que se podía tratar de Luke Smith, pero era imposible, se habían mudado y como bien le decía a mi hermano, había más posibilidades de que se quedaran allí a vivir para siempre, a que volvieran a este pueblo.

En seguida volví en mi; tenía cita con el ginecólogo, siendo sinceros, era la primera vez que venía, y estaba la mar de nerviosa, pero es que necesitaba que me  hiciera una revisión antes de poder tener mi primer encuentro sexual con James Evans, el chico más popular de todo el pueblo, y afortunadamente, desde pequeños habíamos mantenido una bonita amistad, y gracias a la fiesta que fuimos no hacía mucho, nos dimos nuestro primer beso, fue la mejor sensación que sentí desde hace mucho tiempo.

- ¿Estas bien? - Alguien preguntó.

Como me había quedado en el sitio todo este rato pensado después de que me chocara con aquel chico, no me había dado cuenta de que no camine hacia la consulta del doctor.

-Si, si, muchas gracias-. Sonreí amablemente.

Sin pensármelo dos veces, me recompuse y me dirigí lo más rápido que pude hacia la consulta, puesto que llegaba cinco minutos tarde.

Punto de vista de Luke:

Acabábamos de llegar a la sala de espera, después del encontronazo con aquella chica, el ambiente se volvió algo extraño, o al menos, para mí.

Mei poco a poco se iba despertando, pero, aun así, me quedaba mucho más tranquilo si la hacían una revisión, no quería más sustos, ella lo era todo para mí, y ciertamente si uno de los dos estábamos mal, a el otro le rebotaría de una manera u otro.

-Mei Smith-. Nos llamó la médica, al fin, tenía miedo de que fuera algo grave.

Pasamos en silencio a la consulta, y aunque debería de estar pensando en lo que iba a pasar, de un momento a otro la chica de antes de me vino a la cabeza, ni entendía el porqué, tenía a mi hermana ahí delante y no de la mejor manera en la que la podría tener, y yo en lo único que pensaba era en "La Chica".

-Sr. Smith, ¿me está escuchando?

-Perdona, ¿Qué había dicho? - Note como las mejillas se me enrojecían, nunca había pasado tanta vergüenza.

-Decía que su hermana está en estado medio, por suerte o por desgracia, solo ha sido un ataque de ansiedad, y digo por suerte, ya que podría haber siro algo mucho peor-. Sonrió amablemente. -Se quedará hoy en observación, pero mañana mismo puede irse a casa.

-Muchas gracias de veras, me quedo mucho más tranquilo-. El nudo que se me había formado en el estómago poco a poco se iba deshaciendo, lo cual me dejaba respirar en paz y tranquilidad-. Puedo preguntarla algo.

-Claro, ¿Qué pasa? - Me miro con cautela.

-Mi hermana aún sigue inconsciente, ¿Qué pasa si no se despierta entre hoy y mañana?

- El nudo volvió a mí.

-Está claro que es una posibilidad, pero ciertamente nadie de los que estamos aquí te podemos responder ahora mismo-. Hizo una pausa-. Por eso el hecho de que se quede en observación, por si va a más o simplemente es lo que ya te comenté antes.

-Entiendo, ¿y me puedo quedar con ella? - Mire a Mei mientras que se lo decía.

-Claro, no veo el problema de que lo hagas. Avisaré a la enfermera para que os prepare la habitación de inmediato.

-Gracias enserio, se lo agradezco.

La médica salió por la puerta rápidamente, estaba más tranquilo que cuando habíamos llegado, pero seguía sintiendo que algo estaba haciendo mal, y sabía que, si seguía las pautas de la doctora, Mei se pondría bien cuánto antes, pero había algo que me comía la cabeza, algo el cual no me dejaba discurrir la situación al completo.

Me levante y camine hacia ella, estaba tumbada en la camilla de la consulta, seguía inconsciente, pero para mí era como si estuviera en un sueño profundo del cual no despertaría en un largo tiempo.

-Tranquila, todo va a estar bien, estás en buenas manos, te vas a poner buena y vas a poder seguir con tu vida de perturbada-. Acariciaba su rostro delicado, era precioso, en sí, ella entera lo era-. Arg.

-Ya está lista la habitación, os guiará la enfermera-. Regreso la médica con buenas noticias.

-Gracias, y muchas gracias de nuevo.

-Es mi trabajo.

Salimos de la consulta, Mei aún en camilla la cual transportaba la enfermera; Yo tan solo me limité a seguirla hasta la habitación en silencio, me era bastante incómodo el hecho de estar aquí con mi hermana inconsciente sin que ella pueda expresarse.

-Aquí es-. Abrió la puerta y entró-. Luego a las ocho vendremos a ver que tal está, si pasa cualquier cosa, aquí tienes este botón que sirve para llamarnos de inmediato-. Hizo una pausa-. Y nada más, espero que estéis cómodo, luego me paso a ver que tal todo.

-Gracias, hasta luego-. Sonreí lo más posible.

NOTA DE LA AUTORA:
Hola chicosss!!! Espero que estéis disfrutando la historia tanto como yo disfruto escribiéndola; quería aclarar que este capítulo ha sido un poco de imprevisto puesto que editando la historia me he dado cuenta de que cuando Mei se desmaya se queda un poco sin contexto y pues he decidido que en este capítulo sea más dedicado a los hermanos mayores de nuestros protagonistas.
Espero que os haya gustado mucho y disfrutar de la historia💕

𝓪 𝓽𝓻𝓪𝓿é𝓼  𝓭𝓮  𝓵𝓸𝓼  𝓻𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora