𝓪 𝓽𝓻𝓪𝓿é𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓻𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼

12.

Punto de vista de Mei:
Llegábamos diez minutos tarde, Luke estaba al borde del colapso, cosa que seguía sin entender, en cambio yo estaba de lo más tranquila.
Miraba por la ventana el paisaje del pueblo, ya se me había olvidado lo bonito que era; sinceramente, la ciudad me gustaba, había zonas preciosas dignas de verlas, pero a decir verdad, las personas que vivían allí, no eran nada agradables, lo cual me hacía sentir bastante inferior, pero, imperfecta a los demás, y todo por haber vivido durante toda mi vida en un pueblo, para ellos era una simple granjera de pueblo.

-Prepárate, ya hemos llegado-. Paro el coche en seco y salió de él a toda prisa.

-No entiendo tú prisa-. Salí del coche tranquilamente-. Es el primer día, no va a pasar absolutamente nada-. Suspire.

Sin contestarme, Luke comenzó a caminar hacia el recinto escolar, se le veía bastante apurado, y de verdad que me estaba poniendo muy nerviosa.
Caminamos el corto camino en silencio, pero no un silencio en el que se podía estar tranquilamente, era más bien un silencio demasiado incómodo.
Entramos por fin, los pasillos estaban totalmente vacíos, lo que me dio a pensar que las clases habían comenzado; el sitio a decir verdad era bastante moderno para lo que era FieldHiss, sinceramente nunca pensé que  lo reformarían de esta manera, puesto que cuando estudiaba de pequeña, esto era mucho más catastrófico, si tuviera que describir con una sola palabra el como era años atrás, la verdad es que lo tendría muy claro: Patético.

-¿A dónde vais?- Una voz grave rebotó por todo el pasillo haciendo eco.
Como no sabíamos de donde procedía aquella voz, continuamos andando como si nada.

-Os estoy hablando-. Sonó de nuevo la voz, ahora mucho más cerca-. ¿Estáis sordos?- Un hombre barbudo y con un carrito de la limpieza nos asaltó por la derecha provocándome cinco infarto diferentes.

-¡Joder!- Se altero Luke.
Le metí un codazo disimuladamente, los modales claramente no eran lo suyo.

-¿Perdona?

-Nada, nada-. Intente salvar la situación-. Lo que mi hermano ha querido decir es que tenemos algo de prisa-. Sonreí amablemente.

-¿A donde vais?- Repitió la pregunta del principio.

-Veras, este es mi primer día aquí, y andamos algo perdidos, si usted podría ayudarnos...

-Ya veo-. Hizo una pausa, la cual se me hizo eterna-. La directora os podrá ayudar a resolver vuestras dudas-. Escurrió la fregona-. Si seguís el pasillo todo recto, veréis una serie de puertas, todas ellas son aulas, pero si avanzáis un poco más y llegáis hasta el fondo del pasillo, encontraréis una que destaca entre las demás, ahí es donde deberéis entrar-. Alzó la mirada.

-Pues muchas gracias, se lo agradecemos de verdad-. Luke me agarro del brazo y comenzó a caminar, estaba siendo un completo maleducado.

-Niñatos.

Caminamos en silencio por todo el pasillo, siguiendo las indicaciones de aquel señor. No fue un camino largo y las indicaciones eran correctas lo que nos facilitó mucho el encontrarlo antes.

Note cierta tensión entre mi hermano y yo, ciertamente me había molestado sus modales, siempre tenía que cagarla de alguna manera u otra, y para ser sinceros, ya me estaba hartando de eso, no podía pretender que primero me dejara en evidencia y luego estuviera todo como si nada.

-Oye canija-. Alzó la voz, la cual estaba quebrada, lo que me dio a pensar que estaba mal, y de alguna manera me sentía culpable por ello, pero si le daba alas, sabía que la volvería a cagar.

-Déjalo, no le des más importancia.

No quise darle mas importancia al asunto, al fin y al cabo, todos la habíamos cagado alguna vez, y, a decir verdad, Luke no actuó del todo mal puesto que hemos vivido siempre rodeados de personas ignorantes, personas que siempre nos habían tratado como la ultima mierda a la que escoger, y eso nos hizo cambiar radicalmente.