24 de diciembre por la tarde. Will y yo estamos sentados en el sofá uno frente a otro.
-Odio a tu madre -le digo.
-¿Qué culpa tiene ella? Tu padre la preñó.
-Ella se folló a mi padre, no tomó pastilla ni se puso protección y ahora tenemos que esperar a que esa foca gorda saque al ballenato de su barriga raquítica.
-Odio darte la razón -se rasca la cabeza-. ¿Te apetece fumarte unos petas?
-Eso ni se pregunta.
Salimos fuera, al porche, y encendimos uno para cada uno. En em mismo momento vimos llegar a Tate y Violet juntos.
-¿Qué hacéis? -pregunta Tate.
-¿Por qué fumáis esa mierda? -pregunta Violet.
-Nos hemos quedado sin cena -dice Will.
Mi hermanastro siguió lamentándose de que tendrá un hermano real y que le mandarán cambiar pañales y etc. Yo andaba en el móvil, Tate se puso por detrás mía abrazándome por la cintura y pasó su cabeza sobre mi hombro.
-¿Qué es eso?
-McDonald's -respondo-. Tendremos que comer algo. ¿Le robaste la cartera? -pregunto a Will.
-Aquí está -la saca de su bolsillo-. Después saldremos de fiesta.
Violet y Tate se tensaron.
-No podemos. Como vuelvan y no nos encuentren, no volveremos a ver la luz del sol.
-¿Y qué? Las navidades pasadas no te importó. Si no queréis venir me da igual, iré con Violet.
-Prefiero no salir -dice ella.
-En Halloween me dijiste que te encantaba. Además, es una mierda vernos siempre en mi casa. ¿Cuándo me enseñarás la tuya?
Will no sabe nada acerca de esta casa ni sus oscuros secretos, nada de Tate ni Violet... creo que debería tener una charla con él.
-Will.
-¿Qué?
-Sin fantasmas -digo sin tapujos-. No pueden salir de esta casa.
Empezó a reirse a carcajadas sin creerme.
>>¿No te suena de nada el apellido Harmon?
-Lo tenías escrito en tu historial.
-¿TE METES EN MI ORDENADOR? -grité y le solté un sopapo.
-A ver -se cruza de brazos-, si son fantasmas de verdad, ¿tenéis cómo demostrarlo?
Entonces Tate le rompió el cuello a Violet. Will se quedó sin poder mencionar ni una palabra. Apenas un instante después, Violet se levantó y colocó el cuello.
-¿Ahora lo crees? -le pregunta su novia.
-¡QUE GUAY! -grita-. ME TIRÉ A UNA FANTASMA.
-No sé hasta qué punto se considera necrofilia -dudé.
El timbre sonó. Todos fuimos dentro mientras Will recogía las hamburguesas. Nos pusimos a comer tan pronto llegaron.
Durante la cena estuvimos riéndonos con viejas historietas de Tate y Violet en la casa, pero todo lo bueno acabó cuando mi padre llamó al móvil de Will. Este puso el manos libres.
-Tardaremos más de lo esperado -explica-. Hay complicaciones, tienen que provocarle el parto.
-¿Y cuál es la mala noticia? -pregunto con desgana.
-Prepárate para cuando llegue.
Cogí el teléfono y corté.
-Imbécil. Nunca fue un padre, ese bebé va a pasarlo mal.
-Olvídate de él por una vez -pide Tate.
Violet y Will ya se estaban besando. Ni siquiera nos habíamos dado cuenta. Yo me asomé a la ventana.
>>Te dije que estaría contigo -me da un beso-. Vamos a pasarlo bien todos juntos.
-Solo estamos tú y yo -me río-. ¿No escuchas cómo chirría la cama de arriba?