The Walking Dead: Un nuevo comenzo en el fin del mundo

70 - Lo que tengo que proteger

Los ojos de Elías, Emilio, Jim, Daniel y todos los demás supervivientes que fueron rescatados por Airon y su grupo naturalmente miraron el entorno circundante. Era obvio que el lugar se trataba de una prisión, pero el número de supervivientes en este lugar era demasiado grande. Había docenas de personas, guardias de seguridad y ancianos en patio después de una inspección casual.

Todos los soldados se alegraron de encontrar un lugar seguro donde había camaradas suyos protegiendo a toda esta gente, tan solo por mirar su buen humor, tez vivaz y brillante. Desde su punto de vista, la comida en este lugar debería ser muy abundante y es evidente que la protección no era un problema.

Mirando no solo a las personas adultas que todos tenían armas, sino a los soldados en las Torres alrededor de la prisión con armas pesadas, armas frías y cortas, se puede decir que la gente de este refugio ha sido preparada para defenderse.
　　
Esto solo hizo que los soldados estuvieran muy satisfechos y felices de venir a este lugar. Ha como van las cosas en el mundo, la comida es la base de la supervivencia y las armas el coraje de seguir viviendo.　

Airon saltó del camión, se acercó a Guillermo y le dio un cálido abrazo mientras los demás caminaban hacia él, luego de hablar algunas palabras, se volvió hacia la multitud.　　

Mirando a los soldados y personas que vinieron esta vez, Airon no tuvo más remedio que darles una breve introducción a todas estas personas.

Mirando a la multitud de la prisión que celebraba la llegada de todo el grupo, se quitó los guantes de sus manos y dijo en voz alta: "Fueron largos y difíciles días desde que comenzamos a mandarnos, no puedo decirles plenamente que su seguridad está segura, pero les prometo que haré todo lo posible por que así sea."

"Estas personas se unieron a nosotros en nuestro regreso de Atlanta, la mayoría de ellos son soldados, policías, bomberos y los demás son civiles que luchaban por sobrevivir hasta el día de hoy. ¡Por favor, démosle una cálida bienvenida!"

Al escuchar las palabras de Airon, la multitud comenzó a aplaudir con alegría y muchos se acercaron a saludar a los soldados que habían estado luchando todo este tiempo.

Cuando termino de hacer presentaciones, volvió a decir: "Muy bien, espero que sigamos trabajando duro, hay que comenzar a descargar las armas, el equipo y la comida dentro de los camiones y llévenlos a los almacenes según su categoría, algunas de las armas necesitan mantenimiento. Shane, te tendré que pedir que ayudes a los nuevos y los clasifiques en los grupos correspondientes, algunas de las armas necesitan mantenimiento."

"Lo tengo amigo." Dijo Shane mientras daba órdenes para que los camiones se movieran hacia la parte lateral de la prisión donde están estacionados todos los vehículos y el resto de los tanques.

Al escuchar esto, Airon volvió su mirada hacia Guillermo quien estaba a su lado y preguntó: "¿Cómo sigues de tu herida?"

"Estoy bien, siempre y cuando no haga movimientos bruscos o pesados no me afectará mucho. No olvides darme una orden su tienes algo que deba hacer." Guillermo sonrió al escuchar el tono preocupado de Airon, luego movió su cuerpo para indicar que estaba bien.　　

"¡Eso es bueno! Guillermo, quiero dejarte el trabajo más importante, hazte responsable de los alimentos y las armas, debes mantener un ojo fijo en esas dos cosas y asegurarte que nadie haga un mal uso de las cosas de la comunidad."

Airon mencionó un tema muy importante que lo tenía alerta, la comida era mucha y suficiente, había ordenado que se hiciera un uso correcto de las proporciones necesarias para las personas y no hacer un mal uso de los recursos. Al igual las armas, la munición a partir de ahora debería reservarse para los humanos y no para los caminantes.