The Walking Dead: Un nuevo comenzo en el fin del mundo

87 - Un grupo de sobrevivientes

Durante mucho tiempo, todos han luchado por sobrevivir y ahora habían pasado alrededor de seis meses en silencio desde que habían tomado la prisión.

La base en los suburbios de Atlanta estaba en movimiento máximo debido a que recibieron señales de que un refugio no muy lejos de su posición había sido invadido de caminantes, pero aún la distancia era considerable y no se esperaban salvar a muchos sobrevivientes.

Mientras todos se movían, algunos estaban gritando en numerosos lugares, ahora se podía decir que una pequeña parte de Atlanta había sido asegurada por la comunidad S.C.T y está en constante expansión mientras se obtenían materiales y se aseguraban fabricas importantes para el sustento de recursos importantes.

Aún así, mucha de la gente de Airon salió a toda prisa para ayudar a cuanta gente sea posible en este situación, después de todo eso era lo único que se podía hacer.
　　
En una carrera en los suburbios de Atlanta, un grupo de sobrevivientes corría presa del pánico por todo lo que acababan de vivir hace un momento.

Este es un pequeño grupo de seis personas, tres hombres y tres mujeres, todos ellos con ropas sucias y harapientos, sus rostros tenían diferentes expresiones que mostraban lo que estaban sintiendo en estos momentos.

Ellos sabían muy bien que a nadie le importaba este tipo de cosas en este momento, porque una gran cantidad de caminantes los están siguiendo justo detrás de ellos, y que ambos lados de la carretera, también había una gran cantidad de caminantes dispersos que se unían al grupo que los estaba siguiendo.　　

Una mujer que corría al final al frente del grupo finalmente perdió el ritmo y cayó al suelo, al ver esto varias personas en su alrededor se acercaron inmediatamente para levantar a la mujer y la apoyaron para que siguiera corriendo hacia adelante.

"¡Ay! ¡Ya no puedo más, por favor suéltame! Ralamente ya no puedo seguir corriendo, si seguimos a este ritmo todos moriremos."

La mujer había sentido que su pie se había torcido, y ahora ya no podía seguir el ritmo original, cuando sintió esto las lágrimas comenzaron a derramarse de sus ojos, sintiéndose realmente mal por lo que había ocurrido.

"¡Sigue corriendo Jazmín, si te detienes ahora morirás! ¡Sigue corriendo!" Gritó el hombre que ayudaba a Jazmín mientras seguía corriendo.

Aunque todos estaban agotados, el deseo de vivir aún les hizo seguir corriendo sin detenerse pese a sus dificultades. En ese momento, un joven que dirigía el grupo de repente gritó y señaló: "Tenemos que entrar en el bosque, este lugar es demasiado peligroso y a este ritmo nunca nos alejaremos de los calientes. Hay que tomar un desvío, ahora tenemos que entrar."

Después de hablar, el joven levantó el machete en su mano, tomó la delantera y se adentro al bosque cercano. En el camino, al ver a un caminante cercano, levantó su machete y cortó la cabeza de un cambiante que caminaba hacia su dirección y miró a su alrededor con vigilancia nuevamente, solo para descubrir que más y más caminantes se acercaban de todas direcciones hacia ellos.

"¡Ramón! Hay demasiados cambiantes delante nuestra, no podemos tomar esto con paciencia, por ahora regresemos de donde venimos!" Una joven detrás de Ramón aconsejó mientras sostenía su machete con fuerza.

En esta situación, ya estaba al límite de su fuerza y eso se debe a que no había comido. Correr a este ritmo durante mucho tiempo ha agotado toda la fuerza de su cuerpo, y el mareo junto al colapso de su cuerpo la golpeó de repente, y lo único que podía hacer ahora es jadear.

En este momento, dos hombres ayudaban a una mujer con el tobillo torcido detrás de ellos, justo detrás de todo el grupo había una niña que también sostenía un cuchillo en este momento, pero parecía que apenas podía sostenerlo de forma correcta.