Capítulo XI

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Otro día en Amity Park comenzaba, todo era inusualmente tranquilo en aquel fin de semana, Hanna se preparaba para realizar un poco de ejercicio para mantenerse en forma, los fantasmas habían escaseado y su padre no le había pedido nada particularmente interesante, y ya que no podía usar el portal fantasma para desaburrirse y visitar a Dorothea. o ir a molestar a Ember todavía resentida por lo ocurrido la última vez que se vieron en el mundo, o visitar a su padre para entrenar porque estaba haciendo quien-sabe-que-cosa en quien-sabe-donde, tenía que conformarse con eso, seguir su rutina desde que llegara ahí.

Aunque tal vez podría buscar al chico fantasma, encontrarlo "casualmente" en las rondas que solía hacer, había pasado el tiempo suficiente como para que se decidiera a pelear amistosamente con él, no que estuviera ansiosa por una respuesta, era simplemente aburrimiento y él solía ser lo suficientemente divertido como para pasar el rato, o bien podía ir a visitar a Daniel y jugar videojuegos, o al revés, lo que fuera con tal de no convertirse en una ostra en esos dos días.

Encendió la gran televisión para escuchar el pronostico del tiempo y las noticias mientras empezaba a calentar para hacer ejercicio en la sala de estar, habiendo movido las cosas para darle espacio suficiente, cuando luego de unos minutos, ya entrada en su rutina de ejercicios, escuchó el anuncio de la presentadora de la televisión, que la hizo detenerse en la posición en que estaba trabajando, alzando la cabeza con una mano estirada tocando su pie y la otra estirada hacia arriba, sus ojos bien abiertos como platos observando la imagen de Danny Phantom y el monto por capturarlo.

No siendo la única sorprendida ante tal declaración por parte de la presentadora, de hecho, la familia Fenton, que desayunaban tranquilos en su comedor, vieron y escucharon aquello también, dejando caer los cubiertos ante lo inesperado, dejando a Danny anonadado por la terrible noticia, a su padre completamente emocionado por probar sus habilidades de caza fantasmas, con su madre apoyándolo amorosamente para demostrar que en efecto, era un buen cazador y su hermana visiblemente preocupada, ella siempre supo que Danny Phamton y Danny Fenton eran la misma persona.

Tuvo una reunión de emergencia después de eso, llamando a sus amigos para reunirse a unas calles de la Hamburguesa Apestosa, con el amargo sabor de no tener a una buena amiga con ellos, no quería ser egoísta, pero él quería serlo, sabía que no sería hoy el día en que le contaría a Hanna que era en realidad Danny Phantom, tal vez después, tenía cosas más importantes que hacer en ese momento como, por ejemplo, evitar ser cazado por los supuestos "mejores" cazadores de fantasmas de todo el mundo que habían llegado a la ciuadad quién sabe cuando.

― ¿Un millón de dólares? ¡Es absurdo! Debería valer más―se quejó el pelinegro, mientras seguía avanzando en dirección del establecimiento de comida rápida

―Tienes razón, viejo, mínimo dos millones―concordó el moreno

― ¿Quién crees que esté detrás de esto? ―cuestionó Sam, ignorando sus comentarios porque si no los golpearía

―No tengo idea―respondió después de un momento

Él se prometió no decir nada de los desmanes que Vlad le ocasionaba constantemente, especialmente porque, si de por sí para él era difícil ocultarle algo así de grave a Hanna, sus amigos podrían cambiar su actitud para con ella, podía darse cuenta fácilmente que eran sus primeros amigos, en algún momento ella misma lo había mencionado, quitarle eso sería cruel... igual de cruel que ocultarle la verdad.

Estaba entre la espada y la pared, maldito Vlad y su estúpida obsesión con su madre.

―Oh mira, ahí están los supuestos mejores caza fantasmas...―mencionó Tucker, empezando a enumerarlos

―Y tu papá, que acaba de llegar―Danny miró, el hombre mayor se estacionó tan mal, que terminó tirando las motocicletas de un par de cazadores

Danny suspiró, su padre era terrible, pero no tenía el corazón para decírselo, y su madre, que lo amaba tanto, siempre lo alentaba para hacer lo que se propusiera, a sabiendas de que era un desastre, encontrarse a una pareja así debía ser algo muy lindo, o eso pensó.

La hija de Vlad Masters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora