La hija de Vlad Masters.

Capítulo X

Luego del bochornoso incidente, tanto Iris como Danny se mantuvieron al margen el uno del otro, a veces se encontraban cuando volaban a clases (sin que ellos lo supieran), para Danny especialmente habían sido semanas de locos, primero aparece un tal Technus, que intenta escapar (y luego lo consigue), haciéndolo reprobar también un examen importante, en el que tuvo que pedirle ayuda a su nueva amiga que parecía ser muy buena en la materia, luego aparecía Jonny 13, el fantasma de la mala suerte intentando usar a su hermana como recipiente para sacar a su novia de la Zona Fantasma, después tuvo que enfrentarse a la novia de éste y un sinnúmero de fantasmas más, y para colmo, una nueva caza fantasmas había aparecido de la nada con la única intención de cazarlo.

Demonios, todavía le daba vergüenza recordarlo, pero también le gustaba, por las implicaciones que tuvo después, y las que tenía ahora, después de haber llegado tarde a clase, no siendo el único, puesto que Hanna también lo había hecho, cosa inusual teniendo en cuenta que ella siempre estaba primero o llegaba a la par que él y sus amigos.

―Fenton, Masters, que bien que llegan, les toca trabajar juntos―habló la profesora, lanzándoles un saco que Danny atrapó―ahora entren antes de que cambie de opinión de darles otra oportunidad.

Ambos entraron y se sentaron juntos, el resto de compañeros también estaban sentados en parejas, Sam y Tucker formaban una a su vez; el pelinegro dejó la bolsa que pretendía hacerse pasar por un bebé en la mesa compartida, la maestra comenzó a explicar lo que debían hacer con el saco de arroz, cuando la clase inició como tal, Danny se perdió en sus pensamientos.

~Flash Back~

Todavía podía escuchar la risa divertida de Hanna en sus oídos mientras corría por su vida, Dash pisándole los talones con una hoja arrugada en una mano y la otra vuelta puño, amenazando al pobre pelinegro, todo bien hasta ahí, más no contó con el hecho de que chocaría sin querer con Paulina, tirando su café contra Valery, quien obligó a Kwan, que estaba con ellos, a golpearlo. 

Se salvó de la golpiza de su vida solo por que recordó que era mitad fantasma y tenía poderes, por lo que se volvió intangible y huyó de ahí hacia el estacionamiento de la escuela, sonrió aliviado, pero duró poco cuando su sentido fantasma se activó, estaba a punto de transformarse para pelear contra la amenaza cuando un perrito pequeño y sumamente dulce apareció trotando hacia él.

―Ow, que cosita tan preciosa―dijo, tomándolo con sus dos manos para cargarlo, más no contó con lo siguiente

El perrito creció de improviso, haciendo que lo soltara, la enorme criatura le gruñó, momento preciso para salir corriendo de ahí, aunque no pudo hacer mucho después porque en un momento dado terminaron dentro de un inmueble, causando destrozos de manera escandalosa, ya no era Danny siendo perseguido por el perro sino Danny persiguiendo al enorme cachorro, recibiendo la ira de las personas que trabajaban ahí por causar tantas desgracias

Cuando pudo tener el control de la situación se decidió por llamar la atención del perro, pero se arrepintió tan pronto éste le saltó encima, tomándolo del tobillo izquierdo para llevarlo arrastrando consigo, nunca imaginó que todo ese desastre causaría tantos problemas a Valery, que terminó con su padre despedido del trabajo (a dónde habían ido a destrozar sin querer). 

No que la chica le agradara demasiado, sin embargo, no por eso le deseaba el mal, o ser el causante directo o indirecto de su mal, se sentía bastante culpable.

De eso se enteró la mañana siguiente cuando se encontraban en el almuerzo, hasta ahora estaba bastante tranquilo por que se había deshecho del perro al lanzarlo a la zona fantasma, de hecho sus amigos lo sabía, excepto Hanna por obvias razones, cuando vio a Valery ser rechazada por sus supuestos amigos, fue cuando el tema salió a colación.