La hija de Vlad Masters.

Capítulo XII

Cap largo resubido.Me había olvidado de publicar el que está antes de este y era necesario para entender un poco más el contexto de porqué Hanna estaba enojada con su padre.

. . .

La primera vez que Sam dudó de que Hanna fuera una chica normal y que tuviera un alter ego fantasma como Danny, ocurrió luego de que la joven desapareciera constantemente cada que Danny se enfrentara a un fantasma y apareciera la chica fantasma, al principio creyó que era normal, cualquier persona poco familiarizada con fantasmas huiría despavorido de cualquier lugar donde los hubiera, especialmente si estaban atacando, pero hasta donde tenía noción, ella, como hija de Vlad Masters, que tenía por hobby crear armas fantasmas como los padres de Danny y estaba familiarizado con éstos igual que ellos, no parecía muy probable.

En las ocasiones en las que preguntó a que se debía que demorara tanto en aparecer, llegando poco después que Daniel, algunas veces casi al mismo tiempo, se ponía un poco nerviosa, de la misma manera en que su amigo lo hacía cuando ella preguntaba cosas similares, para ella era sumamente extraño.

Por supuesto tenía sus dudas, si no fuera por las actitudes de cada una, creería que eran la misma persona, sus rasgos físicos eran bastante similares, exceptuando el hecho de que la fantasma también parecía un poco más madura físicamente que ella, era posible si tenía otro factor en cuenta, Phantom y Fenton era idénticos si cambiabas el color de su cabello, era como una versión de colores invertidos, por raro que sonara. 

Y la existencia misma de Phantom hacía posible casi cualquier cosa, incluida que alguien más hubiera resultado afectado por energía fantasmal, alterando su ADN como con Danny.

Soltó un suspiro, mirando atentamente a Hanna, que charlaba amenamente con Danny.

Negó con la cabeza, distrayéndose de sus antiguos pensamientos y ahora pensando en que aquel par era demasiado obvio con sus sentimientos, pero ninguno daba el primer paso, hizo una mueca frunciendo ligeramente el ceño, demasiado concentrada en sus pensamientos como para darse cuenta de que una mano pasaba frente a su rostro en un intento vano de llamar su atención por parte de Tucker, que le había estado contando sobre su nueva adquisición tecnológica si recibir ninguna respuesta, percatándose entonces de que ella parecía estar demasiado atenta no a la conversación del par de tortolos que tenían enfrente, sino a Hanna, por lo que quería advertirle antes de que alguno de ellos se diera cuenta, para su mala suerte no funcionó y al final tuvo que verbalizar su llamada.

―Sam, Sam, ¡Sam!

Más sin embargo, solo consiguió que el par dejara de hablar sobre quién-sabe-qué, para mirarlos a los dos con curiosidad.

―Hey, Sam―intentó primero el pelinegro, sin éxito

―Parece que está bastante perdida... quizá...―se levantó un poco de su asiento en un intento de estirarse para tocarle el hombre, pero el simple movimiento pareció hacerla reaccionar

― ¿Ah? ¿Qué? ―parpadeó confundida, mirándola y luego al resto de sus amigos, que parecían curiosos

―Wow, Sam, estabas realmente meditativa―acordó con gracia la castaña― ¿en qué pensabas?

―Ah, yo estaba pensando en... ―se cayó un momento, no pensando ser descubierta por la persona en la que estaba pensando

―Seguramente en el circo gótico que llegará pronto―ayudó Tucker casualmente con una sonrisa, Sam le miró ligeramente boquiabierta para inmediatamente después devolverle la sonrisa

―Exactamente, de hecho, pensaba en comprar las entradas para todos por adelantado, para no esperar en la fila―añadió con entusiasmo

―Y hablando de eso, ¿recuerdan la sorpresa que les mencioné antes? ―señaló, tomando su morral que tenía en el suelo a un lado de la silla, rebuscando en las bolsas hasta sacar una libreta forrada con lo que parecía ser una nave espacial muy peculiar