Aveces hay personas que son como un arcoiris, aparecen dentro de tus tormentas, en tus momentos más oscuros y difíciles. Son como la primavera, en tiempos de sequía y penurias te ayudan a crecer y también a florecer.
Pero claro, un arcoiris tiene muchos colores, uno más opaco que el otro, uno más oscuro y nublado, uno menos llamativo y poco atractivo, sus colores nunca serán iguales durante cada tormenta, ellos siempre estarán en constante cambio aunque no lo parezca.
Actualidad...
(Narra Lara)
Asustada, con frío y nerviosismo yo corría en medio de la noche, había estado deambulando por aquella calle la cual yo no conocía en absoluto, estaba tan desesperada que no quería detenerme y perder tiempo analizando el lugar en él que me enconcontraba, por otro lado, tampoco había nadie a quien pudiera pedir ayuda, los pocos negocios que ví por allí estaban todos cerrados, estaba sola, tenía frío, tenía hambre, y tenía sed, pero, había algo que me estaba desesperando aún más que todo eso, pues, podía percibir como una creciente ansiedad estaba comenzando a sentirse dentro de mis huesos, un miedo paralizante se hacía presente en mi mente y no dejaba espacio para tranquilidad alguna, aquella sensación comenzaba a estresarme grandemente.
Llevaba tanto tiempo caminando descalza por aquella calle que mis pobres pies ya no daban para más.
Después de unas cuantas horas no lo pude evitar, mis pies ya me dolían demasiado como para seguir caminando o corriendo, me di cuenta de que a ese ritmo solo iba a terminar desmayada sin poder llegar a casa o sin poder encontrar algún lugar seguro, aquel pensamiento hizo que me detuviera a descansar.
Me senté en el suelo de la acera y recosté mi cabeza sobre mis rodillas, en ese instante confirmé lo mucho que necesitaba tomar aquel momento para retomar energía, para respirar, para bajar los niveles de ansiedad, para descansar, pero lamentablemente aquel momento no duró mucho, pues, justo cuando levanté lentamente mi cabeza para tomar un poco de aire me quedé tieza del susto, un chico de piel clara con el pelo atado en un medio moño hacia atrás y poseedor de unos penetrantes y hermosos ojos color café oscuro, por poco y me iba atropellar, por un momento sentí que se me saldría el alma del cuerpo pero, por suerte aquel chico me notó y se detuvo justo a tiempo.
En ese momento pensé: ¡genial!, otro sentimiento abrumante a mi lista de sentimientos abrumantes y, era increíble pero, a pesar de toda la conmoción por casi ser atropellada, por casi morir sin poder siquiera ver el amanecer, en lo único que podía pensar era en pedir su ayuda, en rogarle a aquel desconocido como si de mi último respiro se tratase.
El chico se bajó de inmediato de su moto y me preguntó si me había ocasionado algún golpe o algo parecido, pero, en vez de contestar a su pregunta yo le supliqué ansiosamente por ayuda.
Con la voz entre cortada y la respiración aún más agitada que antes, le grité:
____¡Ayúdame por favor!, Me están persiguiendo y no se adonde ir, no sé si ya se dió cuenta de que no estoy, o, sí viene por mí, por favor, por favor, por favor, ayúdame.____
Mientras le decía aquellas palabras me estuve conteniendo las ganas de llorar en cada frase, pero lastimosamente mi esfuerzo fué inútil, en aquel momento mi voz se quebró y unas cuantas lágrimas salieron de mis ojos. Pude notar como una gran confusión se tornaba en la mirada de aquel chico.
(Narra Jake)
Horas antes de que casi atropellase a aquella chica yo me encontraba devastado en el velorio de mi mejor amigo (Kyle), él era la mejor persona que había conocido en esta tierra, era el más leal, el más amable y protector, era ese amigo que siempre estuvo apoyándome en mis peores momentos y, aunque nunca se lo dijese, Kyle era como aquel hermano mayor que nunca tuve pero que siempre necesité, era alguien muy especial para mí y, si ubiese estado allí de seguro ubiese hecho todo para que aún siguiese con vida
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Hope in the Dark
De TodoEs difícil encontrar esperanza dentro de nuestra propia oscuridad, es difícil calmar la ansiedad, muchas veces nos perdemos intentando hallar mágicamente una luz al final del túnel, comenzamos a estresarnos porque por más que buscamos no encontramos...