Un Amor ¿Fallido? I

III

Lunes 8 de Noviembre de 2018

—Eso sería todo por hoy chicos —dice el profesor cerrando su libro mientras comienza a guardar sus cosas—. Recuerden que estamos ya en las últimas clases y que los que ya tienen todo podrán salir de vacaciones antes que nadie, así que, si yo fuera ustedes me pondría al corriente. 

El profesor abandonó el salón después de decirnos eso y escuche muchos murmullos, algunos preocupados, yo por mi parte me sentía bien y tranquilo.

Había pasado una semana desde lo que sucedió con Erick en mi casa, él no se ha mostrado incómodo o lejano, además de que tampoco fue la gran cosa y lo extraño es que lo he notado un poco más cercano a mi... aunque supongo que solo son ideas mías llegadas por culpa de los sentimientos que, está claro, debo reprimir.

—Bueno, pues parece que terminaste los deberes de hoy An —dice Eduardo mientras guarda sus cuadernos en su mochila.

—Sí, tengo que tener todo listo para poder aprovechar la oportunidad de salir antes de vacaciones.

—Pues me alegra bastante que lo hagas, a mí solo me falta el proyecto final de español y listo.

—¿La reseña del libro? No me digas que no lo has terminado siquiera —le digo, a él no le gusta leer, entones dudo que lo haya hecho.

—Pues, aunque no lo creas, sí que lo terminé y me ha gustado un montón, solo me falta escribir la reseña en la computadora y todo habrá quedado listo.

—Chicos ¿ya escucharon sobre el proyecto sorpresa que dejará el profesor de historia? —dice Erick que acababa de acercarse a Eduardo y a mí—. Dicen que será en equipos de tres personas y que puede que hoy nos lo diga.

—¡Demonios! no puede ser cierto —dice Eduardo molesto—. Ya estoy harto de tantos proyectos, como si no tuviéramos algo mejor que hacer.

—¿Y lo tienes? —dice Erick—. Será un proyecto final, como un boleto de salida para nuestras vacaciones adelantadas.

Veo como Eduardo frunce el ceño, me he dado cuenta de que no le cae bien Erick y no entiendo por qué, pero yo no me meto mucho en ese problema, ambos son mis amigos y a ambos los quiero un montón. 

—Pues a mi me parece bien, no creo que sea algo difícil y mucho menos que nos tome mucho tiempo, quizás una exposición o una maqueta... puede ser, ojalá nos toque a nosotros tres —digo entusiasmado, pero veo que no le agrada mucho esa idea a Eduardo por como me observa.

—Estoy de acuerdo —dice Erick—. Ojalá seamos nosotros.

—Pues lo importante no es con quien nos toque si no hacerlo, de todas formas espero me toque contigo Anian, podríamos hacerlo en tu casa —dice Eduardo entusiasmado. 

—Por mi está bien, pero bueno, esperemos ya a que el maestro nos diga eso —al final todos nos quedamos sentados esperando a que llegara ese profesor a decirnos lo del supuesto proyecto final.

A mi me da igual con quien me toque, siempre y cuando trabaje bien, pero si me gustaría estar con dos de mis mejores amigos porque así sería más fácil y llevadero, además de divertido.

Louis no se encuentra aquí porque fue a una partida pequeña que organizó la escuela, se supone que Eduardo debió haber ido, pero como lo castigaron por faltar dos días al entrenamiento no le permitieron ir.

Y no luce molesto por ello.

El caso de Erick es diferente, el director de la escuela lo necesita aquí, aún no me ha querido decir el porque siempre se la pasa con él en su oficina, pero supongo que es algo muy privado y no quiere que sepa, de todas formas no lo cuestiono mucho, es mi amigo y tengo que respetar su privacidad.