Extraviado (Stray)

A1-Cap 4: Punto de Inicio

Arco 1: Forajidos

Capítulo 4: Punto de Inicio

Traducido por Firu Firu

Un abeto gigante increíblemente grueso crecía en el patio trasero de la posada. Era tan alto que parecía como si pudiera perforar el cielo. Gracias a ello, la posada de los Ramones era particularmente fácil de encontrar.

Piper Ramón estaba sentado debajo del árbol, tocando casualmente el ukelele mientras tarareaba la canción "Hermosa Sandra". El sol de la tarde arrojaba sus rayos sobre las hojas, y la brisa estaba llena del aroma de las plantas.

Oliver, por el otro lado, sostenía una espada de madera y laboriosamente la agitaba hacia la gruesa estaca de madera frente a él.

"No." Su padre dejó de tararear y se rascó la barbilla. "Esto no funcionará. Tienes que encontrar una fe inquebrantable o, de lo contrario, la magia no se activará."

"¿Una fe inquebrantable?" ¿Qué edad tenía entonces? Oliver reflexionó. ¿Ocho? ¿Nueve?

"Es algo de lo que nunca dudarás." Piper se metió una uva en la boca. "Igual que tu viejo padre. En aquel entonces, yo... Olvídalo. En resumen, una vez que el espadachín comience a negar su voluntad, todo habrá terminado.

"No quiero ser un espadachín."

"Papá solo quiere enseñarte algunos movimientos salvavidas. Si no estás interesado, puedes aprender algo más." Piper Ramón guiñó un ojo y sonrió. "No pienses demasiado, hijo. Nadie dice que debes ser un espadachín. ¿Qué opinas del ukelele? ¿Quieres aprenderlo?"

"A quién le interesaría ese tipo de cosas." Murmuró el joven Oliver en voz baja. "¿Cuál es el punto de cortar estacas de madera?"

Piper no pudo contener su sonrisa. "¿Qué pasa con la estaca?"

"Los clientes hablan sobre el mundo exterior." Oliver dejó caer su espada de madera y se secó el sudor del cuello con la manga. "Esos héroes particularmente poderosos quienes han matado a muchos–"

"¿Qué quieres matar?" Su padre dejó el ukelele en sus brazos. Era raro que hubiera falta de emoción en su voz.

Oliver se quedó desconcertado; no había pensado en esta pregunta en absoluto. Los clientes hablaban de héroes y los bardos cantaban alabanzas a leyendas que hacían que los grandes guerreros de esas historias sonaran terriblemente atractivos, por lo que siempre tenía un exceso de encanto para los niños.

"Demonios, monstruos..." Respondió con incertidumbre. "Son los malos, ¿verdad?"

"¿Para convertirte en un 'héroe'?" Piper Ramón levantó una ceja.

"¡Por la justicia!" La voz del niño era fuerte, como si fuera una verdad inquebrantable.

Todavía recordaba la expresión de su padre en ese momento. Oliver no entendió el significado de esa expresión en ese entonces, ya que solo recordaba que su padre le sonrió. Ahora que lo pensaba, esa sonrisa le resultaba muy familiar, ya que reapareció nuevamente en su despedida final...

Una sonrisa amarga, triste, pero gentil.

¿Cuál fue la respuesta de padre en ese momento? Oliver no podía recordar. Solo sabía que después de haber terminado la última lección, nunca había vuelto a tomar la espada.

Oliver de repente entró en pánico. Se dio cuenta de que si realmente no podía recordarlo, la respuesta desaparecería por completo. No tenía a nadie a quien preguntar para confirmar. Esos recuerdos triviales e irrelevantes se habían vuelto extremadamente preciosos en este momento, pero mientras no le importaba, ya se habían vuelto borrosos y quedaban muy pocos.