11.- Desde otro Angulo.

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— Neteyam, ven a sentarte conmigo.

El chico omaticaya escucha la voz suave de su madre y la mira, sorprendido. 

Ella está destripando varios pescados junto al fuego, con especias y raíces comestibles esparcidas a su alrededor en varias vasijas. 

Entonces, el empuja la entrada de su casa, donde había estado buscando a Kiri y a Tuk. Hacía tiempo que ellas se habían marchado, adentrándose en la aldea cuando su padre había enviado a Lo'ak en busca de Aonung.


Para pedir disculpas. 


No puede evitar rechinar los dientes de ansiedad al pensarlo y tras unos segundos, se sienta suavemente con las piernas cruzadas junto a su madre.

Y ella le sonríe dulcemente, con el tanhí brillando a la luz del fuego y con sus dientes afilados a la vista. Reluciente.

— Toma, ayúdame con esto — dice y le empuja un tazón lleno de frutas gruesas y redondas, seguido de un tarro lleno de especias molidas. — Primero las pelas y después vas a frotarlas con esto. 

Neteyam asiente, tomando el tazón y el tarro. Comenzando su labor.

Ambos se mantienen sentados, trabajando en silencio durante un rato, simplemente disfrutando de la compañía del otro. 

Él corta, pela y frota las frutas. Su madre continua limpiando la carne del pescado. 

Siente una ligera calma en si mismo durante ese momento. Era completamente agradable hacer esto con ella, sin nadie más alrededor. Solo, una madre y un hijo conviviendo juntos. 

La observa de reojo cuando su madre golpea ligeramente su muslo con su cola, llamando su atención antes de hablar. Ella lo mira y entonces el le devuelve la mirada. 

— Este chico con el que peleaste hoy...

Su madre alarga un poco la ultima palabra, y sabe perfectamente que esta buscando que el diga un nombre. 

Y Neteyam se siente verdaderamente tentado de decir que en realidad habían sido cuatro, y que realmente tendría que ser más específica al respecto si deseaba una respuesta. 

Pero analiza la mirada calculadora de su madre, y solo se siente suspirar.

— Su nombre es Aonung.

— Aonung — Ella repite, mirando su trabajo en sus manos. Logra notar una ligera sorpresa en su voz — El hijo del Olo'eyktan. — ella lo mira fijamente de nuevo —  Pensé que le tenías cariño.


Todavía lo tengo...

Quiere responder inmediatamente. 

Pero Eywa sabe que el está ciertamente poniendo a prueba mis límites...


No se había dado cuenta que estaba frunciendo el ceño hasta que una punzada en su rostro lo hace aliviar su expresión rápidamente y usa todas sus fuerzas para evitar llevarse una mano a la parte adolorida.

Una parte de su cara estaba hinchada por el golpe que había recibido en la playa, su labio partido dolía ligeramente cuando hablaba y podía sentir el lado izquierdo de su torso arder cuando se movía bruscamente.

Se mantiene en silencio de nuevo y cuando neytiri lo nota, continua. 

— Él fue el chico con quien fuiste a nadar, ¿no?, Con el que...

«Constellations» - Aonung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora