21.- Un futuro compañero.

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Cuando el sermón hacia Aonung terminó, rápidamente se giró hacia él, esquivó a su hermana y a su madre, y se detuvo junto a Neteyam. Sus manos se tocaron durante un breve instante, espalda con espalda, y Aonung volvió a sonreír.

— Vámonos de aquí antes de que lo recapacite — murmura y gira por el camino arenoso junto a su casa, lejos de sus padres. 

Neteyam asiente, antes de volver a mirar a Tonowari, que ya le estába observando.

Un rubor caliente se apodera de sus mejillas, y rápidamente asiente con la cabeza hacia el Olo'eyktan.
Con los brazos aun cruzados, el guerrero mayor deja escapar un profundo suspiro, luego sonríe e inclina la cabeza de la misma manera.

Tan pronto como están fuera del alcance del oído y lejos de miradas indiscretas, extiende su mano para rodear la muñeca de Aonung, y sus ojos sorprendidos color aguamarina miran los suyos, mientras los arrastra hasta detenerlos.

Por alguna razón, Neteyam se queda sin aliento, con el corazón latiéndole con fuerza mientras permanecen juntos entre los helechos y las palmeras de la orilla.

— Lo siento — suelta con urgencia, quizás demasiado inesperado para el otro chico que lo mira confuso. 

— ¿Por que?

— Por meterte en problemas. Debí haber hablado antes. Es mi hermano, metiéndose en problemas como siempre y llevándote con él. Sé que ustedes dos no tienen la mejor relación y-

— Wow, más despacio — Aonung interrumpe, con los ojos entrecerrados — En primer lugar, cualquier cosa que Lo'ak haga o deje de hacer no es culpa tuya

— Él es mi...

— En segundo lugar — continúa, imperturbable. Conectando sus miradas mas cerca — Él y yo nos llevamos bien ahora. No me delató cuando pudo haberlo hecho, y siempre estare agradecido por eso. Si el quiere unirse a un... asesino, lo único que puedo hacer es advertirle de que no lo haga, y eso es lo que hicimos. No voy a disminuir el vínculo de su alma delante de mis padres, y él no se dara por vencido con Payakan. Eso está bastante claro.

Suavemente sacude el agarre de Neteyam sobre su muñeca, enredando sus dedos en su lugar.
Dándole un ligero apretón.

— ¿Tú... no estás enojado?

Aonung sacude la cabeza, exasperado.

— Chico del bosque, deja de preocuparte. No estoy enfadado contigo, ni con Lo'ak ni con nadie. Sólo me alegro de que no estemos recibiendo la ira de tu padre, o la de mi mama — Sonríe, su bello rostro resplandece a la luz del atardecer.

Pero aún hay una zumbante tensión dentro de el, como una colmena de insectos arrastrándose debajo de su piel hacia su corazón palpitante.

— ¡Pero fui yo quien te convenció para que no dijeras nada! —  argumenta Neteyam, confuso y frustrado ante sus propios sentimientos. — ¡Si no fuera por mí, todo esto se podría haber evitado!

Aonung lo mira estoicamente durante un largo momento, acariciando su palma de la mano con el pulgar, solo escuchando el sonido de las olas chocando en la orilla.

Neteyam se sintió mas ansioso. 

— Neteyam, ¿De qué va esto realmente? — dice finalmente, con ojos intensos fijos en el. 

Traga saliva, inseguro de sí mismo.
Un millón de pensamientos pasaban por su cabeza, pero no podía captar ni uno solo.

— No quería meterte en problemas.

«Constellations» - Aonung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora