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***Yona***
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Cuando ya me encontraba fuera de la oficina hice que mi corazón se tranquilizara, sabía que de alguna manera me debería de sentir feliz, pero por alguna extraña razón las emociones de Hak se habían quedado clavadas en mi mente. Como si eso no me dejara pensar en otras cosas, pensé en mandarle un mensaje y asegurarle que me encontraba bien, pero, me parecido demasiado y desistí en hacerlo rápidamente. Mientras iba bajando los pisos en el elevador, me percate de otra cosa, las feromonas de Hak estaban en mi cuerpo, era algo sutil pero podía detectar el suave olor a fresco. Tal vez cuando se acercó a mí las dejo, no tenía idea si se había dado cuenta de eso, pero, internamente le agradecía, ya que su aroma me ayudaba a relajarme.
Los dos días siguientes pasaron rápidamente, tenía que hacer mucho trabajo, ya que en el momento que comenzara el proyecto en la empresa Son, mis funciones aquí terminarían. Quería entregar todo al corriente, para que mi jefe no me estuviera molestando o que la persona que pusieran en mi lugar no supiera que hacer. En mis tiempos libres me ponía a leer todo lo relacionado al nuevo proyecto, por lo que lograba entender se trataba de un nuevo producto de belleza, algo para el rostro. Aunque aún se encontraba en proceso, tenían la intención de utilizarlo en crema o en maquillaje. Dado que se trataba de algo de la salud había millones de documentos de medicina, de pruebas de laboratorio entre muchas cosas. Así que mi tiempo pasaba aún más rápido.
-Recuerden que el día de mañana serán trasladados a las nuevas oficinas en la compañía Son, procuren dejar sus espacios aquí limpios y no se vayan tan tarde, den una buena imagen por el equipo- menciono nuestro líder, era su extraña manera de darnos ánimos, aunque en su rostro se podía ver la molestia que sentía por no haber sido él quien se iba a participar en este proyecto.
Yo había adelantado todo, así que cuando fue mi hora de salida ya estaba libre, aunque mi cuerpo protestaba, era diferente a otras veces. Sabía que me sentía cansada físicamente por el hecho de todo el trabajo sin descanso, pero, gracias a lo que me quedaba de las feromonas de Hak en mi cuerpo, podía sentir energía, como si tuviera una reserva inagotable. Aun así sabía que no podía abusar de ella o tendría que pedirle a Hak que nos viéramos para que me diera de sus feromonas. Pensar en verlo hizo que mi corazón se agitara, así que tuve que agitar mis pensamientos y enfocarme en otras cosas. Como ya había terminado mi trabajo y mi lugar estaba completamente recogido, ya era hora de irme. Cuando mire el reloj de mi celular vi que aún era temprano y no quería ir a casa a estar sola, ya que Yoon me había dicho que estos días se quedaría en la universidad por un trabajo. Así que decidí dirigirme al bar de los chicos, tenía ganas de verlos y dado que mi cuerpo se sentía muy bien podía darme el lujo de tomarme unos tragos antes de irme a dormir.
Cuando llegue al bar ya se encontraba abierto y al ser un día de fin de semana comenzaba a llegar la gente. Estaba preparada para la posible reacción de los chicos, tal vez me regañarían por haber venido sin avisar. Para lo que no estaba preparada era para dos de ellos encima de mi en cuanto entre por la puerta.
-¡Yona!- tanto Shin Ah como Kija se abalanzaron sobre mi
-Chicos- estaba tratando de sonar tranquila, pero al ver sus caras de preocupación sabía que no había muchos chances para que me dejaran ir fácilmente.
-¿Qué estás haciendo aquí?- como siempre Kija era el más dramático, me miraba asombrado y también sabía que estaba listo para llevarme de regreso a mi casa en cualquier momento.
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A ESTO SE LE LLAMA DESTINO
FanfictionYona, una joven omega de 28 años, trata de sobrevivir en una sociedad en la que los alfas gobiernan totalmente. Su vida comenzaba a ir bien después de conseguir un trabajo en una gran empresa, si tan solo no le hubiera venido su celo esa noche. Si t...