O2. El diario de Karmaland.

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En todos los gobiernos siempre van estar las críticas del periodismo, en los medios de comunicación a veces se comenta de forma positiva acerca de los políticos que hacen obras que contribuyen a la comunidad y su forma de tratar a las personas, pe...

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En todos los gobiernos siempre van estar las críticas del periodismo, en los medios de comunicación a veces se comenta de forma positiva acerca de los políticos que hacen obras que contribuyen a la comunidad y su forma de tratar a las personas, pero así como está lo positivo también están los comentarios negativos que se podría decir abundan siempre, son esos que les gusta buscar en lo más mínimo de las cosas que hace la persona y que puedan usar para criticar sus acciones. Quackity era un alcalde que hasta el momento estaba haciendo un buen trabajo en su gobierno con ya muchos meses, y junto a su esposo llevaban por buen camino su dirigencia, pero hay comentarios que decían más que sólo su desempeño como alcalde, el periódico de Karmaland era una de los medios de noticias más importantes del pueblo y cada edición era esperada por los habitantes, no había publicado nada que fuera de la importancia de Quackity hasta hoy.

En la más reciente edición del período, no sólo había empezado con un encabezado que decía "El alcalde de Karmaland aprueba los juegos de azar; la gran inauguración del Volcasino" sino que en la nota dejaba mucho de que pensar acerca del principal dirigente, como dando una imagen de que el mismísimo alcalde había dado parte de dinero de los contribuyentes para un institución que promovía el vicio. Cosa que no era cierto, Rubius había acumulado su propia fortuna para construir su casino y sólo necesitaba los permisos, llevándolo a hacer un trato con Quackity a cambio de ayudarle en las elecciones. En las páginas del período habían críticas acerca de él, lo que más le molestaba era que metieran también a su esposo en esto y que consideraban que Luzu era mejor alcalde ya que desde un principio él mostró rechazo a la idea del casino, lo peor venía cuando se seguía leyendo y se hablaba del matrimonio de los alcaldes, decían que su esposo arreglaba sus problemas y que hacía mayor parte del trabajo.

Quackity sólo veía Luzu esto, él aquello, Luzu, Quackity, ¡y Luzu!. Las críticas eran duras para él y los comentarios acerca de su esposo hacían verlo como la escoba que barría sus desastres, realmente no entendía la necesidad de hablar más de las cosas que hacía mal y muy poco de lo que había hecho, siendo que estaba yendo bien en su proyecto para mejorar al pueblo.

——¡Quackity! ¡¿lo viste?!. Rubius entró a su oficina trayendo el periódico en mano, los chismes si que se extienden más rápido que un incendio en un prado seco. ——hablan mierda de ti y flores de Luzio, ¿puedes creerlo?. el híbrido de oso se puso a hojear las páginas, topandose con una sección en particular después de las noticias, abriendo la boca de la impresión y mostrarle a su compañero. ——¡no me jodas! Luzu es el tercer hombre más ardiente de Karmaland—.

——¡¿qué putas madres dijiste?!. Quackity se acercó a arrebatarle el periódico, leyendo rápido las columnas dedicadas a los tres hombres que mostraban. ——¡¿cómo qué tercero?!.

——oye, que Vegetta esté primero es indiscutible—. opinó Rubius, escuchando que su compañero murmuraba cosas que no entendía. ——y se nota que aquí usaron la razón, "el mayor héroe de Karmaland es como la reencarnación de un dios griego, hasta podría haber sido esculpido por los dioses"—.

Husbands; Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora