Say it ditto // KTH

Capítulo 11

I want you so, want you, so say it ditto

Un olor dulce, una mezcla entre hot cakes, miel y café me despertó, luché para poder levantarme pero mi cuerpo solo quería estar recostado. Escuché unos pasos subir las escaleras y posteriormente alguien tocó la puerta de mi habitación.

-Pase -contesté somnolienta.

-Buenos días -respondió Taehyung.

Me incorporé de golpe tratando de acomodar mi cabello que probablemente era un desastre.

-Te traje desayuno -dijo entrando en mi habitación, vestía un conjunto de pants color gris, se veía sumamente cómodo. Colocó una charola de madera con platos llenos de fruta, hot cakes, jugo y café sobre la cama.

-No tenías que hacerlo -miré la bandeja con asombro, todo se veía delicioso.

-Ni se te ocurra rechazarlo, además, te traje tus películas navideñas favoritas, tengo que compensar todos los años que no hicimos maratón navideño -sonrió.

Sin tener que decirlo dos veces, nos dedicamos toda la mañana a ver películas recostados en mi cama, me acurruqué a su lado mientras me abrazó como siempre solía hacer. Moríamos de risa en nuestras partes favoritas, cantamos las canciones que nos sabíamos de memoria, incluso lloramos en las partes que se nos movía el corazón.

-Tengo hambre -el sol ya había bajado y no habíamos comido más que el desayuno y botanas.

-Conozco el lugar ideal para llevarte -dijo.

Me cambié de ropa y tomamos un taxi hacia una parrilla coreana que se veía bastante agradable, todos en el restaurante conocían a Taehyung y lo saludaron con cariño, al verlo llegar conmigo las bromas no faltaron, al parecer no era usual que llegara con una chica, pero la señora Song, la dueña del restaurante, parecía especialmente feliz, tanto así que nos regaló una orden de mandú y todas las botellas de soju que quisiéramos.

Mareados no sé si por el alcohol o por la euforia de estar juntos después de tantos años, salimos hacia Central Park, caminamos tambaleándonos entre los senderos, estallando en risas ante las simplezas más absurdas, era como si el tiempo nunca hubiera avanzado y la distancia no hubiera existido, se sintió como si su corto y mi libro se hubieran unido en uno solo, tal como si él hubiera hecho la adaptación de mi historia como solíamos soñar cuando éramos más jóvenes.

Había sido feliz en Inglaterra, pero no recordaba lo mucho que extrañaba la compañía de Taehyung, su manera peculiar de ver el mundo, extrañaba escucharlo armonizar cada momento del día con su voz, extrañaba sus cachetes de pan, sus cálidos abrazos, cómo se preocupaba por mí todo el tiempo. De pronto las palabras de Jimin llegaron a mi mente "a veces son como un río de aguas claras, está justo ahí frente a ti y solo debes fluir" Decidí que Lily no esperaría solo a que Oliver diera el paso, ella sería valiente y lo daría por su propia cuenta. Entonces, junté todo el valor que pude y besé a Taehyung, al principio se quedó sorprendido, después sentí como su cuerpo perdió tensión y me rodeó con sus brazos poniendo sus manos en mi espalda, lentamente subió una mano hacia mi cuello, era justo como había imaginado que sería, era tan suave, tan natural, como si el destino entre todos sus magníficos planes hubiera decidido que Taehyung y yo estábamos hechos el uno para el otro. No sé por cuánto tiempo permanecimos de esa manera, la verdad no me importaba, me di cuenta que había anhelado aquel momento por muchos años y me aferré a permanecer en el por todo el tiempo que me fuera posible. Al separarnos Taehyung me miró con dulzura, pasó su mano por un lado de mi mejilla y me jaló hacia él para abrazarme con fuerza.

-Te amo Alex, por favor, nunca más te vayas de mi vida.

Tal vez hay personas que están destinadas a estar en tu vida por siempre, tal vez Taehyung era una de ellas, y así, tal y como si hubiera sido un milagro de Navidad, la vida me llevó de nuevo a él, no estaba segura como lograríamos hacer que las cosas funcionaran, con mi vida en Inglaterra y su vida ajetreada en Nueva York, lo único que sabía es que yo tampoco lo dejaría ir jamás.

Fin