capitulo 34.

1K 66 1
                                    

Narrador: devuelta en el olimpo nos encontramos dentro de los aposentos de la reina de esta zeus  la cual estaba sentada en una mesa con varios papeles todos estos eran amenazas de declaraciones de guerra por parte de otros panteones.

Desde la muerte de hefesto las cosas fueron de mal en peor el olimpo se cayó a pedazos y los otros panteones los acusaron de haberlo asesinado.

Durante este tiempo ella recordó cuando hefesto llegó al olimpo por primera vez como hizo lo mejor que pudo para conectar con su hijo pero no mucho después lo dejó de lado.

Intento ayudarlo en algunas ocasiones pero el daño ya estaba echo.

Ahora que lo habían encontrado mandaría s artemisa y a sus cazadoras a buscarlo... pero por como reaccionó ante la aparición de hestia temia que reaccionara peor ante la de artemisa.

Lo que hestia le contó le hizo recordar algo que odin la madre de todo le dijo hace mucho tiempo.

Odin: si lo sigues tratando así tu propio hijo va a matarte!

Temia que lo dicho por la diosa se cumpliera ahora que la reencarnación de hefesto decía odiarlos.

Sabia que era un descaro quererlo devuelta y más llamarlo su hijo... pero la idea de el acabando con su vida... le daba escalofríos.

En otro lugar:
En el templo de la diosa Afrodita está estaba en una silla de color rosa con forma de corazón.

En frente de ella había una tetera y dos tazas más algunos dulces pues estaba esperando a alguien muy importante.

Después de un rato alguien entro en el lugar... tratándose de una mujer con alas.

La mujer parecía muy molesta de tener que estar aquí.

Afrodita: eros... querida... es bueno verte -dijo amablemente-

La mujer era eros la diosa del deseo sexual.

La mujer era eros la diosa del deseo sexual

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eros miraba enojada a Afrodita.

Eros: que quieres diosa del amor? -pregunto molesta-

Afrodita le dolió como le hablaba su hija desde la muerte de hefesto todas sus hijas le dieron la espalda le prohibieron la entrada a sus templos y se aseguraron de dejarle muy en claro lo mucho que la odiaban.

Afrodita: como... has estado...? como están las demás? -pregunto amablemente-

Eros: si me llamaste para decirme estupideces... me voy... -dijo enojada-

La diosa abrió sus alas para irse pero Afrodita la detuvo.

Afrodita: espera por favor! es sobre hefesto! -dijo desesperada-

Eros paró en seco ante lo dicho por la diosa del amor luego volteó a verla.

Eros: ...que dijiste? -dijo sorprendida-

Afrodita: hefesto... ya encontraron a su reencarnación... quiero pedirte que vayas a buscarlo... y lo traigas devuelta... -dijo lo más calmada que podia-

Eros se mantuvo callada un buen rato procesando lo que Afrodita había dicho y finalmente hablo.

Eros: lo haré... pero no por ti sino por mi familia... -dijo seria-

Afrodita sonrió y eros abrió sus alas y salió del templo.

Afrodita: pronto estaremos juntos devuelta mi amor... solo espera -dijo feliz-
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
__________________________________

hefesto: el Ángel de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora