-K'uk'ulkan- lo llamó Attuma uno de sus guerreros, por lo que Namor desvío su mirada y caminó hacia el guerrero.
-Dime Attuma que necesitas- dijo Namor mientras fingía un tono de seriedad
-El pueblo está algo alborotado, después del problema de la otra noche, así que si pudiera ir a calmarlos un poco, además necesitamos discutir el siguiente paso del plan-
-Claro que si, en un momento voy- contestó el dios y Attuma salió
Algo en aquel hombre le daba cierta vergüenza mirar nuevamente a la chica, así que cuando lo hizo notó que ella estaba ahora cerca de la mesa admirando los planos y otra parte de los dibujos sin terminar, así que se acercó a ella.
-¿Te gustan?- preguntó
-Son increíbles- respondió
De pronto la chica noto el brazalete, el que era de su madre y lo tomó en sus manos, acarició las gemas y lo admiro un poco antes de dejarlo nuevamente en su lugar pero entonces sintió que alguien tomaba su mano, alzó la mirada nuevamente, él le miró y sonrió.
-Tómala-
-¿A qué te refieres?- pregunto la chica
-Al brazalete- dijo Namor, para después tomarlo y colocarlo en la muñeca de la chica –Permíteme- dijo para comenzar a trenzarlo y al finalizar comento –luce muy bien en ti-
Anna estaba asombrada, era un detalle hermoso pero no lo sentía justo –Namor es algo hermoso pero no puedo aceptarlo, era de tu madre, tiene un gran significado para ti y yo no creo ser digna- dijo la chica
Pero el comento –No digas eso, sé que mi madre estaría feliz- pero antes de que la chica contesta el hablo- ahora debo de ir a ver a mi pueblo, me necesitan-
La chica lo miró o marcharse pero entonces habló –Llévame contigo por favor, sé que soy tu prisionera pero me encantaría ver tu nación-
El hombre la miró atentamente -No eres mi prisionera, simplemente eres una invitada que fue obligada a venir-
Anna levantó una ceja en señal de que aquel comentario había sido totalmente absurdo y Namor estaba más que de acuerdo con ella
- Bueno puedes venir pero es realmente peligroso ya que la profundidad del agua es demasiado para ti, tu sangre se volvería tóxica y morirías poco a poco. La chica abrió sus ojos de par en par, estaba a punto de retractarse cuando, escuchó al hombre reír – pero no te preocupes tenemos trajes-
Anna se puso el traje y acompañó a Namor a la profundidad donde al llegar a una especie de pilar, el dios activó un mecanismo que producía una especie de túnel, Namor guió a la chica y pudo sentir como el agua la jalaba por un momento se asunto pero poco después vio a Namor llegar a su lado y tomarla de la mano para guiarla, juntos llegaron a lo que parecía ser un pueblo antiguo, Anna estaba sorprendida de todo lo que habían logrado, tenían construcciones, plantíos, y la gente era realmente amable, al pasar todos pegaban las partes bajas de sus palmas en señal de saludo y Namor repetía la acción además de hacer una pequeña reverencia, pronto llegaron al centro de la aldea donde había una luz resplandeciente, Anna estaba más que asombrada, como era eso posible, miró a Namor y el solo dijo –traje el sol a mi pueblo, no podía permitir que vivieran en la penumbra-
El día terminó cuando finalmente ambos regresaron a la cueva donde Namor le explicó a la joven que debía de marcharse por esta noche pero que mañana regresaría y podría enseñarle más de sus costumbres. El hombre hizo una pequeña reverencia con el propósito de marcharse y dejarla descansar pero antes de que pusiera hacerlo la chica tomo su mano y tiró de él para posar sus labios sobre la mejilla del mayor, al separarse la muchacha le sonrió y dijo –muchas gracias por todo- y caminó hacia donde le habían acomodado una alcoba.
El dios simplemente río y camino hacia la salida.
Algunos días pasaron y Namor y Anna cada vez eran más unidos, él le había enseñado muchas de sus tradiciones, incluso ahora cada vez que bajaba la aldea todos la saludaban, los niños la adoraban y siempre le estaban mostrando algunas de sus creaciones, incluso había intentado jugar el juego de la pelota aunque con ese traje era realmente difícil moverse con agilidad.
Una tarde Namor regresaba de sus labores en la aldea y vio a Anna sentada en la orilla del agua, pero lo que más le sorprendió fue que la chica la hacía saltar, girar y flotar con total tranquilidad sobre su palma, Namor la miró con total atención, el como su cabello caía sobre sus hombros, su cara estaba cubierta por una fina brisa de agua y tenía una hermosa sonrisa, por un momento quiso que el tiempo se detuviera y así él podría admirarla por siempre, pero él debía de actuar así que se armó de valor y se acercó a la joven, sentándose a su lado
-Buenas tardes Anna- dijo, pero entonces la chica soltó la burbuja de agua que había formado, el solo sonrió pues sabía que la había puesto nerviosa, la chica alzó la mirada y dijo
-Buenas tardes Kukulcán- esas palabras habían sido un golpe bajo para el, puesto que nunca lo había llamado así desde su llegada
-¿Porqué no me llamas Namor?- preguntó
-Es que tu dijiste que solo tus enemigos te llamaban Namor y yo lo e pensado y no quiero que me consideres tu enemiga, así que ahora te llamaré como tu pueblo lo hace-
El mayor no sabia como responderle así que cambió el tema -Y dime ¿qué hacías con el agua?- preguntó curioso. La chica bajó un poco la mirada -Pues yo... mmm ¿recuerdas la historia que te conté sobre mis padres y su búsqueda por encontrar a alguien que me ayudara?- Namor asintió -Fue por esto... verás cuando yo era mas joven comencé a mostrar ciertas habilidades, el agua por algún motivo estaba ligada a mi, a mis sentimientos por lo que al principio cualquier inconveniente me hacía provocar un desastre, dañe a algunas personas por ese motivo así que mis padres querían que alguien me salvará porque ellos no podían hacerlo, pero fue gracias a Clint, el me enseño a controlarlo y ahora ya no soy más un problema- dijo la chica.
Namor la miro nuevamente y no pudo controlar su impulso de tomar un mechón del pelo de Anna y pasarlo detrás de su oreja y con su mano acariciar suavemente su mejilla para después tomarla del rostro y moverlo para que ella lo mirará -Anna, tú jamás fuiste un problema y estoy seguro de que tus padres pensaban lo mismo, simplemente eras diferente a los demás y eso no es malo, jamás lo será- La chica bajó un poco la mirada y asintió -Si no mírame a mi, tengo orejas picudas y alas en mis tobillos eso es mucho más raro, pero... los raros debemos de apoyarnos entre nosotros así que yo te ayudaré a que expandas tu poder, sé que puedes hacer más que unas simples burbujas, si quisieras se que podrías mover un mar entero- la chica soltó una carcajada y Namor estaba más que orgulloso de haberla hecho reír
-¿Acaso tu también puedes mover el agua?- preguntó.
Namor negó -Tal vez no, pero tengo mucha experiencia con el agua así que de algo he de servir- Anna asintió -Bien dejaré que me ayudes- y sellaron el trato con un apretón de manos.
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Un flechazo en el mar
FanfictionLos Vengadores se enfrentan en batalla contra su nuevo enemigo Namor, que es derrotado y humillado por ellos. En venganza, el dios de Talokan se propone a destruirlos desde adentro, debilitando a sus integrantes pero en especial a uno de ellos ,Clin...