Un flechazo en el mar

Capitulo 9

El día siguió entre risas y celebración pues su princesa había regresado pero al caer la tarde un jet aterrizó en la plataforma principal y Anna sabía lo que significaba, por una parte estaba tan feliz por ver a aquel hombre que aunque no era su padre biológico la había amado y protegido como tal y por otro lado no sabía cómo iba a  explicarle todo lo sucedido. La chica ahora traía puesto un vestido un poco más al estilo de Wakanda con un tocado que le recogía el pelo, pero su fleco quedaba intacto al frente, además de tener ciertos patrones de pintura en la cara, T'Challa la llamo, pero al verla entrar pudo ver como su cara reflejaba cierta incertidumbre por lo que se puso de pie, la tomó de la mano y susurró a su oído - TODO ESTARÁ BIEN- la chica asintió y juntos caminaron por los pasillos del palacio donde a través de los ventanales se podía ver el río el cual lucía deslumbrante. No tardaron en llegar al salón del trono, fue entonces que la chica apretó el agarre a la mano de rey y T'Challa le dio una sonrisa para tranquilizarla, después de tres toques las puertas se abrieron y ahí de espaldas se encontraba su papá, el cuál poco a poco se fue girando -Dime T'Challa cual era el asunto tan urgente que me... - Pero en cuanto el mayor vio a la chica sus ojos comenzaron a empañarse, era su niña, su princesa, su hija -¿Anna?- La chica solo sonrió antes de soltar la mano del rey y correr a los brazos de su padre, el cual la rodeó y comenzó a besar su cabeza, la chica no dejaba de llorar al igual que el mayor -Pa, te extrañe demasiado, por un momento creí que tal vez se habían olvidado de mi- Clint tomó con suavidad las mejillas de su niña y con sus dedos pulgares limpio sus lagrimas -Mi pequeña, yo jamás me iba a dar por vencido, te hubiera buscado hasta el fin del mundo si eso hubiera sido necesario, nunca dudes del gran amor que siento por ti, eres mi hija, mi pequeña- La chica lo abrazo mas fuerte era tan tranquilizante tener a su papá ahí junto a ella para sostenerla y sus brazos alrededor de ella la hacían sentir nuevamente como aquella niña perdida, pero ahora sabía que en sus brazos siempre podría detenerse para descansar y sentirse amada- T'Challa no podía estar más feliz de haber reunido a aquel par, así que decidió darles algo de privacidad y salió de la habitación. Clint se separó un poco de la chica -Bien ahora necesito que me cuentes todo lo que paso, quiero saber quien fue el culpable para golpearlo hasta que no respire más- Anna se preocupo un poco por la integridad de Namor así que sabía que debía de contarle una versión algo maquillada -Siéntate, esta será una larga historia- Pasaron toda la tarde hablando acerca del secuestro el como la habían seguido y llevado a la fuerza pero en cuanto Anna mencionó el nombre de Namor, Clint se había puesto a la defensiva, no podía creer que aquel hombre pez aún no pudiera superar su derrota, pero lo que lo dejó algo confundió fue que su hija siempre intentaba justificarlo además de que de un momento a otro empezó a hablar maravillas del hombre y podía ver un pequeño destello en sus ojos, no sabía si sus sentidos lo estaban engañando pero algo en él le decía que ella sentía algo por el hombre pez y eso no le agradaba. Pero cuando la chica terminó el no interrogó y menos al mirar la muñeca de su niña donde traía puesta un brazalete que en definitiva no era de por aquí. Simplemente volvió a abrazarla y a decirle cuánto la había extrañado. 

En la noche mientras cenaban Anna sintió una completa ola de paz, ya que a ella siempre le habían gustado las familias grandes y cariñosas y el estar ahí sentada entre su padre, T'challa y su familia, viendo como Shuri peleaba con su madre y el pequeño Toussaint hijo del rey T'challa narraba sus aventuras y a Nakia toda sonrojada por las bromas que Riri no paraba de hacer.

Anna se sentía en casa pero una parte de ella aún sentía un vacío, lo necesitaba a él para completar "la fotografía en el marco". Al terminar la cena y cuando se aseguró que todos estaban en sus habitaciones, salió con mucho cuidado y caminó hacía las profundidades del bosque hasta encontrar el río, al llegar se sentó en un tronco y miró a las estrellas las cuales lucían hermosas, si tan solo él las pudiera ver, pero no él no estaba ahí ni siquiera sabía si tenía planes de buscarla o simplemente había sido un juego para aquel dios, miró al agua y comenzó jugar con ella, la hacía saltar, volar... pero de repente comenzó a ver como unas pequeñas ondas se formaban pero ella no las estaba provocando así que rápidamente se puso de pie y tomó el arco a su lado, lista para atacar pero pronto sucedió lo que menos esperaba, Namor salió del agua y vio a la chica apuntando con el arma -¡Vaya! ¿Así es como recibes a tu futuro esposo?, la verdad yo esperaba un recibimiento mas amoroso... - La chica lo miro pero no bajó el arma, mientras tanto el dios salió completamente del agua -Mi reina he venido por ti- la chica bajó el arma y por un momento Namor creyó que lo abrazaría pero en lugar de eso recibió una dolorosa cachetada, dirigió su mano a su mejilla - ¿y eso porqué fue? - Anna lo miró furiosa y por un momento él dios se sintió confundido -Eso, eso fue por dejarme ahí como una tonta, solo me besaste y te fuiste sin más, todos en tu pueblo me llamaban reina y no me digas que no porque lo investigue pero tu jamás tuviste el valor de decirme lo que sentías, eres un tonto, engreido y un... - Anna no terminó pues el dios la tomó y la beso, al principio la chica se resistió pero no por mucho pues ella había estado esperando este momento. Al separarse el dios acarició su mejilla 

-Mi reina, yo me siento tan apenado de mi comportamiento, ahora se que debí hablar claro desde el primer momento pero me vi cegado por el temor de tu indiferencia, tenía miedo de que tu no me amaras- La chica tomo la mano del contrario y la entrelazo -Creo que ambos tuvimos la culpa, nunca hablamos claramente, lo siento por la cachetada- la chica lo miro y se puso de puntitas para darle un pequeño beso, el dios estaba más que feliz de ser amado de la misma forma pero ahora necesitaba escapar con ella, pero no volvería a secuestrarla eso estaría terriblemente mal -Mañana- La chica lo miro confundido -¿Mañana?- El dios miraba firme hacia la ciudad a sus espaldas -Mañana vendré y le pediré a tu padre su bendición para casarme contigo, sé lo importante que es para ti tu familia y no planeo alejarte mas de ellos pero te necesito a mi lado y el tomarte como mi esposa me permitiría ser parte de tu vida y también de la de ellos- Anna estaba un poco preocupada ella adoraba a Namor pero bien sabía que su padre le tenía cierto rencor, realmente no creía que él fuera a aceptar -¿pero si él no quiere?- preguntó la chica para tantear el terreno, Namor bajo la mirada y con una de sus manos rodeó la cintura de la chica y la acercó a él de forma brusca -Si tu padre no quiere entregarte de manera pacífica, simple y sencillamente tendré que tomarte por mi cuenta, como planeo hacerlo ahora- La chica lo miro confundida, pero pronto sus labios volvieron a unirse a los de Namor pero esta vez no era un beso suave y dulce si no uno necesitado, Namor se aferró fuertemente a su cintura y poco a poco comenzó a descender hacía sus piernas, ella lo miró y con una de sus manos tomó la mandíbula del hombre y pasó su dedo sobre su barba y luego subió hacia sus labios, él la miró y antes de continuar dijo: -¿Me permite mi reina?- Anna sonrió y asintió -Con gusto mi señor-