Un mes había pasado desde entonces, Namor había salido a su visita mensual a Talokan, los niños se encontraban en el colegio, Clint en el granero reparando el tractor que desde hace unos días no había querido arrancar.
Mientras tanto Anna y Laura se encontraban dentro preparando la comida, la chica ya estaba en su octavo mes y aunque para muchos pareciera pronto su cita de alumbramiento era para la siguiente semana por lo que se encontraba realmente nerviosa, había pasado toda la semana intentando tejer suéteres y ropa para su bebé aunque para ser sinceros la chica no contaba con tal habilidad -Querida podrías venir a ayudarme con la mesa- llamó Laura desde la cocina, la chica se puso de pie con mucho cuidado y algo adolorida caminó hacía la cocina para tomar los platos y ponerlos en la mesa, pero al ir caminando un fuerte dolor se clavó en la parte baja de su vientre, por lo que soltó los platos y la mayoría calló al suelo.
Laura volteo rápidamente -¡Anna!- se acercó e intentó ayudarla pero la chica seguía retorciéndose. Laura sabía que ella sola no podría con esto así que guió a la chica y la acostó sobre el piso pidiéndole que realizara sus ejercicios de respiración. Pronto salió corriendo hacia el granero -¡Clint!- llamó varias veces hasta que el mayor salió a su encuentro -¡Cariño!...¿qué sucede?-
-Es Anna, creo que es hora- Clint sacudió la cabeza -¡Pero aún no es pronto!- Laura lo jalo -¡Eso no importa, vamos!- Juntos entraron a la casa donde encontraron a la joven acostada y respirando forzadamente -Tranquila mi niña, papá ya está aquí- Anna asintió y entonces con mucho cuidado Clint la tomó para ayudarle a ponerse de pie, la rodeo y la chica pasó su brazo alrededor de él para usarlo como apoyo -¡Laura sube por la maleta!, mientras yo la llevo a la camioneta- ella asintió y subió a buscar la maleta anteriormente preparada, con mucho cuidado Clint llevó a Anna hasta la camioneta, cargándola para ayudarla a subir. Laura llegó con la maleta y la colocó en la cajuela -Cariño deberías de quedarte aquí, los niños volverán pronto y alguien deberá estar aquí para recibirlos-
-Claro que si- Laura tomó las mejillas de la chica y le dio un beso en la frente -Todo saldrá bien mi niña, solo ten paciencia yo estaré pronto contigo ok?- Anna asintió.
Clint corrió al otro lado para subirse en el auto pero antes Laura le gritó -Más te vale que cuides bien de mi niña- él solo rio -Nuestra-
Subió al auto y se puso en marcha al hospital, durante el trayecto la chica se seguía quejando y Clint intentaba apurarse a llegar -Papá- exclamo Anna con algo de preocupación.
-Tranquila cariño, ya casi llegamos-
-Papá...¿Tú crees que yo pueda ser una buena madre?- La pregunta había tomado por sorpresa al mayor, quien volteo a ver a su hija, su cara reflejaba angustia, su niña estaba preocupada y era su deber confortarla. Así que cuando un semáforo los detuvo él la miró y tomó sus manos
-Cariño, tú serás la mejor madre del mundo, eres tan comprensiva y cariñosa que vas a chiquear mucho a ese niño, se que ahora estás asustada y no te voy a mentir la paternidad es realmente un trabajo muy duro, algunos días te sentirás como si todo lo estuvieras haciendo mal, pero cuando veas a tu hijo sonreír y correr hacia ti llamándote mamá, sabrás que habrá válido la pena, aparte nos tendrás a nosotros para guiarte, jamás te dejaremos sola- La chica comenzó a llorar y abrazó a su padre -Gracias por todo- Clint beso su frente -No hay de que, ahora vayamos a que ese niño nazca- la chica asintió.
Al llegar al hospital, Clint ayudó a bajar a Anna, mientras gritaba por una camilla, finalmente al llegar a la entrada varias enfermeras salieron a recibirla con una camilla donde la acostaron, él doctor dio algunas indicaciones a lo que las enfermeras comenzaron a caminar con la camilla, Anna no soltaba la mano de su padre pero al llegar a una de las habitaciones una de las enfermeras le indicó que él no podía seguirlas, que tenía que esperar afuera, por lo que Clint le dio un último beso en la frente pero antes de que pudiera soltar la mano de la chica, ella exclamó -Llámalo- Clint sabía a lo que se refería por lo que le sonrió -Claro que si cariño, el duende estará aquí pronto, no te preocupes- La chica le sonrió y las enfermeras procedieron a ingresarla.
Mientras tanto Clint buscaba una forma de llamar a Namor, pues él no contaba con un teléfono como tal y estaba a kilómetros, pero debía encontrarlo. Por lo que después de caminar por el pasillo por algunos minutos, lo recordó...T'challa podría saber cómo, así que rápidamente se puso en contacto con él a través de una extraña clase de perlas que el rey le había dado la última vez y que él no se había quitado ya que se conectaban con las de Anna en casos de emergencia y con las de T'challa
Espero un momento hasta que escuchó la voz del moreno al otro lado -Clint...¿eres tú?-
-T'challa, me alegra tanto que contestaras...necesito tú ayuda-
La voz del moreno pareció cambiar a un tono un poco más exaltado -¿Es Anna?, ¿le pasó algo?-
-No, ella está bien, lo que sucede es que acaba de entrar en labor de parto y ella me pidió buscar a Namor pero yo no tengo forma alguna de contactarlo, dijo que regresaría a Talokan a arreglar algunos asuntos pero no sé si tú tengas alguna manera de hablar con él-
-¡Oh vaya!, por un momento me habías preocupado, pero ahora que lo preguntas creo que si puedo ayudarte, veras cuando Namor buscaba a la científica, le dejo una concha a mi madre con la cuál él acudía al momento de hacerla sonar, puedo buscarla e intentar contactarlo e incluso puedo viajar a su pueblo y avisarle-
-Eso sería de mucha ayuda, gracias T'challa-
El moreno prometió ponerlo al tanto de la situación y pronto la llamada terminó.
En Talokan, Namor se encontraba dando los últimos detalles a la que sería su nueva alcoba, además de agregar una para su retoño, buscaba que tanto Anna como el bebé se sintieran cómodos en su nuevo hogar, pero mientras acomodaba algunas cosas Namora entró a toda prisa -K'ukulkan- Namor se giró
-¿Qué ocurre Namora-
- Son los Wakandianos, ellos han estado llamando, no sabemos qué es lo que quieren pero pensamos que debe ser importante pues no dejan de hacer sonar la concha- Namor miró por un momento a Namora preguntándose que podrían necesitar, pero luego recordó...¿podría ser?
-Namora, debo de irme- dijo y salió de la habitación pero al estar preparándose para partir pudo escuchar una voz -Señor, lo buscan- al girarse pudo ver a T'challa que tenía una sonrisa en los labios -Vaya que eres un hombre difícil de contactar, te llame pero al no recibir respuesta decidí venir a buscarte-
Namor rio -Bueno es que estaba ocupado, pero dime ¿a qué debo el honor de tu visita?-
-Es Anna...ella a entrado en labor de parto y aunque suele ser tardado, ella te busca, te necesita ahí- Namor se colocó rápidamente su chal -Llévame con ella-
Nota: Perdón por haber desaparecido por tanto tiempo, la historia la tengo terminada desde el año pasado pero no había podido darme el tiempo de corregirla, así que en estos días les estaré subiendo toda la historia completa.
Gracias a las personas que me han apoyado y espero les guste la conclusión de este historia :)
ESTÁS LEYENDO
Un flechazo en el mar
FanfictionLos Vengadores se enfrentan en batalla contra su nuevo enemigo Namor, que es derrotado y humillado por ellos. En venganza, el dios de Talokan se propone a destruirlos desde adentro, debilitando a sus integrantes pero en especial a uno de ellos ,Clin...