Capitulo 21

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Los primeros meses después del nacimiento del pequeño Kaknab, Anna permaneció en la casa de sus padres con el fin de que Laura pudiera ayudarla con aquellas cosas que a ella aun le costaban, Namor la acompañó en cada paso, aprendiendo juntos. Aunque durante ese tiempo Namor también estuvo planeando una sorpresa pues aunque meses atrás él le había pedido nuevamente matrimonio, ellos aún no habían tenido una boda adecuada, por lo que nuevamente pidió la ayuda de Clint, T'challa y Shuri para preparar un ceremonia adecuada.

Por lo que una tarde Namor le pidió a Anna tener un momento para ellos, al principio la chica lo dudo pues tenia que cuidar a su bebe, pero después de insistirle la chica había aceptado por lo que Laura se encargó de cuidar al pequeño Kaknab, mientras Anna tomaba un largo baño y se arreglaba, al terminar bajo y agradeció a su madre por tomarse el tiempo de cuidar al pequeño, se acercó y le dio un beso en la frente -Mami, regresara pronto, no te preocupes- susurró y salió hacia el patio donde Namor la esperaba, pero pronto vio la nave -¿A donde vamos?- el la tomo de la mano y la guió a la entrada -Es una sorpresa cariño-

Juntos volaron, casi una hora pero pronto divisaron las costas, estaban en el pueblo de Namor, descendieron y la chica pudo ver él resplandor del mar azul -Ven mi reina, debo mostrarte algo- Namor la tomó de la mano y la guió hacía el interior de las palmeras y árboles, mientras caminaban Anna alcanzaba a divisar toda clase de criaturas típicas de la región, caminaron un poco más y llegaron a un área llena de decorados con flores y un arco floral en el centro

-¡Wow! ¿Qué significa todo esto?- pregunto la chica. Namor se acercó y acarició su mejilla 

-Querida, desde hace mucho habíamos estado planeando este día, él día de nuestra boda- Ella lo miro y pregunto sorprendida -¿Es enserio?-

-Claro que si- La chica miró nuevamente a su alrededor -¡Esto es simplemente maravilloso!- lo abrazo -Aunque me encantaría que mis padres estuvieran aquí-

-Eso se arregla fácilmente- Namor tomó una de las conchas que se encontraban en el suelo y soplo. Al principio nada sucedió pero después de unos minutos se escucharon pasos y algo de alboroto detrás de los arbustos, de donde salieron Clint, Laura, los niños e incluso Kaknab quien se encontraba en los brazos de su abuelo -Están aquí- susurro

-En definitiva no podía esperar que uno de los días mas importantes de nuestras vidas, tú estuvieras alejada de una de las cosas mas especiales para ti que es tu familia, aparte ellos me ayudaron a organizar algunas cosas-

-Gracias, enserio gracias por todo- 

-No hay de que querida, pero ahora debes de irte, Shuri te ayudara a arreglarte-

-¿Shuri?- Detrás de ella apareció la morena -Disculpen la tardanza es que tenía que darle unos arreglos de último momento- Ambas rieron y juntas caminaron hacía una de las chozas que se encontraba cerca. Mientras tanto Namor también fue de regreso a su choza a prepararse. Clint ayudo con los últimos detalles y pronto más invitados fueron llegando tanto algunos de los vengadores como pobladores de Talokan.

Dentro de la choza de Anna, Shuri y Laura la ayudaban a vestirse. Shuri había diseñado un vestido precioso inspirado en la cultura maya, era blanco con plumas en tonos anaranjados y blancos y en el centro iba un collar hecho con piedras de jade, que estaba tallado delicadamente en finas piezas. Contaba con un arreglo floral para el cabello que Laura uso para acomodar el cabello de la chica y recogerlo un poco, junto con el velo que era de una textura suave y cubría perfectamente la cara de la chica.

Anna se miró al espejo y no pudo evitar que una pequeña lagrima escurriera por su mejilla, Laura se acercó sigilosamente y con un dedo corto el trayecto de aquella gota -Cariño te ves preciosa- La chica se giró y miró a su madre -Me gustaría agradecerte por todo lo que hiciste por mi, se que no es fácil aceptar a alguien que no tiene tu sangre y tratarlo con cariño- Pero Laura negó con la cabeza -No digas eso, desde el momento en el que Clint te trajo a casa supe que él había visto algo especial en ti, que con el tiempo fui descubriendo, fuiste quien me enseñó a ser una madre y aprender junto a ti fue de mis mejores experiencias, porque te ame desde el momento en el que cruzaste la puerta y te amaré siempre- Anna la rodeo con sus brazos -Gracias Mamá- a lo que Laura respondió -No hay de que mi niña-

Mientras seguían unidas en aquel abrazo Shuri habló -Lamento interrumpir este momento tan hermoso pero ya es hora- Ambas se separaron y antes de partir Laura alzó el velo y deposito un beso en la mejilla de su hija -Todo saldrá bien- la chica asintió y Laura salió.

-Tranquila Anna, tu padre llegará pronto y él te llevará hasta el altar- dijo la morena

-Gracias por todo Shuri- dijo la chica mientras abrazaba a la morena

-Vaya, si que hoy andas muy amorosa, pero deberías de guardar toda ese amor para esta noche- dijo y guiño un ojo - Por cierto no hay de que agradecer, somos amigas y eso es lo que hacemos-

Pronto la puerta de la choza fue golpeada suavemente -Clint ya está aquí- dijo y se acercó a abrir -¿Cómo está?- preguntó el mayor

-Un poco nerviosa pero es normal- se giró y miró hacia la chica -Suerte Anna, nos veremos del otro lado- sonrió y salió de la habitación.

Clint se acercó hacia donde estaba su hija y alzó el velo -¿Estás lista?- la chica asintió -Bien, pues vamos- Clint le dio un beso en la frente y bajó nuevamente el valor, extendió su brazo y Anna lo tomó para salir juntos.

Al ir caminando Anna pudo ver a varios de sus amigos, tanto Bucky como Sam estaban ahí y eso le daba cierto alivio, llegaron al punto de partida donde podía ver cómo todos a su alrededor se habían puesto de pie y una melodía comenzaba a sonar, era diferente a todas las marchas nupciales que había escuchado, pues esta melodía era hecha por instrumentos prehispánicos. Miró hacía el frente donde Namor se encontraba con un traje diferente al usual, tenía puesto su penacho ceremonial con la forma de una serpiente y lleno de plumas, además de traer consigo una vestimenta blanca, típica de su nación.

Comenzaron a caminar hacia él, la chica podía sentir un hueco en el estómago, agradecía el tener su cara cubierta por el velo, porque estaba segura de que estaba haciendo algunas muecas para evitar hiperventilar, pronto llegó al frente y Clint debilitó su agarre para que la chica pudiera tomar la mano de Namor, pero antes de retirarse le susurro -Cuídala-

-Con mi vida- respondió y Clint fue a su lugar

En cuanto Anna llegó junto a Namor, el chamán se acercó y esparció a su alrededor azúcar, formando un círculo.

La ceremonia sería impartida por el chamán de la aldea aunque no sería tan típica pues se estaban combinando dos culturas totalmente diferentes. Namor acariciaba el dorso de la mano de Anna mientras sentía como ella temblaba por lo bajo. El chamán comenzó presentando a los novios ante las siete direcciones, para que estos reciban la bendición de los dioses Hunab Ku el creador de todo y de Kinich Ahau, el ser de luz. 

Continuó recitando oraciones en maya y los cubrió con el humo del incienso para después hacer que Shuri se acercara a ellos con dos anillos que eran totalmente negros y decorados con aquellos tonos verdes y dorados tan característicos de su nación. Namor tomó el más pequeño y lo colocó en el dedo anular de la mano izquierda de la chica, justo donde solía estar aquel anillo de compromiso y después recitó -Wey yóok' olkaabe' teech yéteen teen ka'atulo'on tyo'lal yaakunal núunpo'on- A lo que la chica lo miró algo confundida así que Namor le susurro -En el mundo tu y yo fuimos hechos inseparables por el amor- Posteriormente Anna tomó el anillo sobrante y lo colocó sobre el dedo anular de la mano izquierda del mayor y exclamó -A pesar de ti, de mi y del mundo que se desquebraja, yo te amo y lo haré siempre-.

El chamán hizo sonar su concha, pues aquel intercambio le pedía a los dioses que sellen el matrimonio y bendigan el amor y la unión de sus almas -Los Dioses han dado su bendición y estas dos almas ahora son una- proclamó

Posteriormente Namor se acercó un poco más y delicadamente levantó el velo de la chica, acarició su mejilla y ella le sonrió para finalmente unir sus labios en un cálido beso. A lo que todos los presentes comenzaron a aplaudir. Ambos se miraron y se sonrieron pues por fin eran uno y sabían que una nueva etapa estaba por comenzar pues Namor ya no sería más aquel líder solitario ya que ahora no solo tenía un pueblo que defender sino que también tendría que ser capaz de responder por su propia familia.

Unieron sus manos y Namor le susurro nuevamente -Lista para quemar el mundo juntos-

A lo que la chica respondió -Para todo en tanto sea contigo- 

Un flechazo en el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora