Inexorable || George Weasley Fanfic.

✧ Capítulo 14 ✧

Rocío, orquídea y dulce

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George:

Fue como si mis piernas se hubieran quedado pegadas al suelo y mi sistema motor no supiera cómo funcionar.

¿Qué estaba pasando?

No pude reaccionar hasta qué aquel aroma que conocía a la perfección, llegó a mis fosas nasales y pude empujarla.

—¡Pero que carajo te pasa Alicia!

—George yo...

—¿Qué coño acabas de hacer? —Disparé la cabeza al final del pasillo, en donde veía al Clan de Slytherin desaparecer.

¡Mierda!

Al otro lado, justo detrás de Alicia, Angelina, Katie y Timothy miraban la escena con una sonrisa.

—En tu vida te vuelvas a acercar a mi.

—George yo no...

—¡En tu jodida vida Alicia!

Salí por el pasillo, rezándole a todos los santos existentes en esta tierra y en todas las demás, que me ayudaran a aclarar esto.

Ni siquiera yo podía aclararlo en mi mente.

Todo estaba tan borroso y confuso, solo sé qué, en un momento estábamos discutiendo, y en el otro, me estaba besando.

¿Por qué? ¿Por qué joder nuestra amistad así? ¿Por qué frente a ella? ¿Por qué después de anoche?

La alcancé justo cuando se encontraba a punto de subir por las escaleras, cuando la intenté tomar del brazo, lo quitó tan rápidamente y me miró con tanto odio que temí que me fuera a estampar la mano en la mejilla.

Merecido me tendría que me golpeara.

Pero en cuanto se dio cuenta que era yo, se relajó notablemente.

—Antares.

—¿Qué? —Pero su voz no era como yo creí que sería, no había rabia, ni enojo, mucho menos sorpresa.

Era mucho peor.

Decepción.

—Puedo explicarlo.

—¿Explicar qué? —preguntó con una ceja arqueada.

Su mirada no me reflejaba nada, ni un gramo de luz, su rostro estaba en blanco, era como si todo lo que vivimos en estos meses se hubieran evaporado en menos de cinco minutos.

—¡Mierda no! No Antares, no es lo que crees, yo estaba...

Alzó la mano para que me callara, rodando los ojos, sus amigos solo me observaban, con la misma expresión que ella.

En blanco.

¡Carajo!

—No necesito que me expliques nada.

—No, pero quiero hacer...

—No. Me. Interesa —contestó arqueando una ceja—, no somos nada, puedes hacer lo que quieras.

—No se trata de...

—Weasley, lo digo muy en serio, no me importa.

—¿Entonces por qué me miras como si no me conocieras?

Algo estaba rompiéndose de a poco dentro de mí, y todo porque, como siempre, fui lo suficientemente confiado con mis amigos como para no notar que eran capaces de hacer este tipo de cosas para alejarme de ella.