Inexorable || George Weasley Fanfic.

✧ Capítulo 15 ✧

"Dime que me deseas"

Canción: Man i feel like a woman- Shania Twain.

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George:

Estaba lo que le seguía de nervioso.

A pesar de ser invitado recurrente en las fiestas clandestinas del castillo —Y básicamente ser nombrado rey de estas junto con Fred— nunca había asistido a ninguna en donde estuviese Antares.

Los Slytherin no iban si sabían que los leones estaríamos allí, y cuando ellos las hacían, no nos invitaban.

Era mi primera vez yendo a una en donde estuviese invitada al mismo tiempo que yo, y como su novio.

Su novio, aun no me lo creía.

Fred tuvo que amenazarme con cortarme la lengua para que cerra la boca, y dejara de presumir que había logrado que la chica más guapa de la escuela, la indomable Malfoy, aceptara estar conmigo.

Se sentía como un sueño.

No había tenido ni una sola novia, y tampoco un interés más allá de dos semanas, no sabía si era precisamente esto lo que se sentía, pero si era así, podía acostumbrarme rápidamente.

Las manos me comenzaron a sudar, y decidí encender un cigarrillo para no morir de un ataque de pánico mientras esperaba.

Antares tenía la reputación de la reina de las fiestas —que cuando se supo, hizo que Angelina casi se desmayara—, porque no teníamos forma de comprobar como Malfoy era en las reuniones, y cuando tratábamos de indagar, la respuesta que todos nos daban era "Tienen que verla para entenderlo"

Por supuesto que uno de los reyes tendría que terminar saliendo con la reina, era regla.

Comencé a suspirar de nuevo, contuve el aire en mis pulmones para después sacar una exhalación dramática.

El Clan de Slytherin salió de las mazmorras en formación, pero Antares no estaba con ellos.

—¡Hey!

—¡Mierda Weasley! —gritó Denis frunciendo el ceño—, que puta manía la de ustedes de asustar a las personas, para la otra te meto un puñetazo.

—No está bromeando, lo hará —dijo Adrian sonriéndome, Adrian Pucey sonriéndome, vaya mundo paralelo—. ¿Cómo estás?

Chocamos las manos en señal de saludo y le di un asentimiento de cabeza a Denis, quien, al verme acercarme a ella para darle un beso en la mejilla, se alejó bruscamente, esa chica era de cero contactos físicos por lo visto, al igual que Tari.

Y hablando de la rubia que no abandona mis sueños...

—¿Y Tari?

—Fue a avisarle a Draco que salía —confesó Terrence encendiendo un cigarrillo—, dijo que te dijéramos que en unos minutos salía.

—¿Ustedes ya se van?

—Sí, Cedric nos está esperando en el pasillo del segundo piso, te vemos allá —Añadió Miles dando la vuelta con los demás para alejarse sin volver a mirarme.

Los Slytherins eran visualmente caros, siempre vestían las mejores ropas y su estilo era demasiado ostentoso como para imaginarme que una de sus camisas costaba lo de tres paquetes de libros.

Traté de no pensar en eso y regresé a mi escondite, detrás del árbol contiguo a la entrada de las mazmorras.

Cinco minutos después, Antares salió de allí y puedo jurar que vi a mi corazón salir de mi cuerpo y caer en sus manos.