*Precaución, este capítulo contiene escenas algo explícitas de pañales sucios. Si no te gusta, mejor espera al siguiente 😉
*Ya solo queda la parte final!! Pero no la voy a publicar hasta que lleguemos hasta los 30 votos! XD
Sami ya no estaba en trance. Y de cierta forma era demasiado obvio. Intenté convencerle de que se calmara y de que nadie en esa tienda podría reconocerlo. Luego de llevarlo a un espejo se percató de ello.
Vestido como estaba parecía una niña normal con un chupón colgado del cuello...
Sí quizá eso no era del todo normal por qué una niña de 10 años no usa pañales... O al menos no suele verse mucho.
Le consolé diciéndole que al menos su pañal no era tan evidente como el mío.
-Sí. Tienes razón... Me daría más vergüenza ser tu. -dijo entre llantos.
Bueno, me molestaría, pero igual tenía razón. Ser un chico de 18 años con el outfit que solo usaría para unas fotos en instagram en lugar de tener que salir de casa era bastante incómodo. Eso y que ya empezaba a sentir la comida apretar mis intestinos. Lo que podría provocar algo horrible si no volvíamos a casa lo más pronto posible.
Ya que Sam logró calmarse, le conté con todo detalle mi plan. Le di una motivación y el papel del bebé revoltoso difícil de controlar para mantenerlo entretenido y que al menos Clara estuviese ocupada y poder agilizar nuestra venganza.
Todo iba bien hasta que las bocinas del supermercado empezaron a sonar...
-¡Atención porfavor, los bebés Eric y Sami los está buscando su mamá en la entrada! A todo el personal, código Azul. Atender inmediatamente.
A pesar de que sabía que nadie sabría que se referían a nosotros, me sentí apenado y sentí como mi rostro enrojecida de vergüenza. Me apresuré a tomar a Sami de la mano y salir corriendo de ese pasillo.
Algunos empleados de la tienda nos vieron extrañados y otros nos gritaron que no corrieramos en los pasillos.
Noté como algunos de ellos nos seguían y no entendía qué es lo que estaba pasando hasta que... Dando la vuelta en uno de los pasillos para interceptarnos me topé con aquel chico que reconocía muy bien, y terminé chocando de lleno contra el.
Valentín era aún más alto de lo que recordaba de aquel sueño raro que había tenido la noche anterior. Y por lo visto, también era lo suficientemente fuerte para mantenerse firme y hacerme caer al chocar contra mi mientras él parecía no moverse ni un centímetro.
Solté la mano de Sami y caí patéticamente al suelo, rebotando duramente mi trasero acolchado contra el suelo. Lo suficientemente duro como para sentir todo mi cuerpo agitarse, lo suficiente también para sentir como la orina se me escapaba en el pañal y bajaba caliente por mi entrepierna.
Sentía que quería llorar de vergüenza. Pero hice mi mejor esfuerzo por contenerme. Por fortuna aún conservaba el cubrebocas y los lentes de sol en su lugar.
-Ohh. Disculpa amigo, es que han activado un código Azul y todos los empleados en la tienda tenemos que buscar a unos niños perdidos. No fue mi intención golpearte.
Me extendió la mano para levantarme, y yo se la tomé por instinto.
Empecé a levantarme cuando un calambre atravesó todo mi cuerpo y me sacudió el estómago una vez más.
-No, no... No aquí. No ahora -Susurré lleno de pánico y comenzando a sudar cuando sentí aquella sensación explosiva en mi trasero, luego de un sonoro pedo que expandió mi pañal lo suficiente para que escapara un barro apestoso aún estando a medio camino de levantarme.
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Vacaciones Cuidando Niños
Short StoryÉl es un chico de 18 años, las vacaciones de semana santa llegan y sus padres se irán de viaje. Todo esta perfecto para que su plan con pañales sea perfecto. Pero no contaba con que su trabajo de niñero fuese un problema... Y ahora está atrapado si...