Clara hizo gala de sus habilidades culinarias a la hora de la cena. Debo admitir que tuve algo de miedo al dejarla manipular la estufa por su cuenta, pero al mismo tiempo me demostró sin problema que aquello era pan comido para ella.
Por algo dicen que las niñas crecen más rápido que los niños, a su edad dudo mucho que tuviese tales habilidades. De hecho, Sam bien parecía el menor de ambos, porque Clara casi superaba su altura.
La niña nos sirvió un plato de huevos revueltos con salchicha a cada uno, mientras yo servía los vasos de jugo de naranja. Nos sentamos todos a la mesa y nos pusimos a comer con la televisión encendida, en un programa divertido en el que hacían armas o algo así.
—¿Trajiste tus pañales para la noche, Sami? —dijo Clara cuando empezaron los comerciales.
—¡Que no son pañales, tonta! —gritó Sam en respuesta, mientras su cara enfurecía.
—Claro que lo son.
—¡Ohhh, espera! ¿Sabe lo de tu problema nocturno? —pregunté a Sam con confusión.
—Sí, es una chismosa.
—No fue difícil de descubrir. Por eso olías a piss de bebé todas las mañanas. —dijo ella con una sonrisa traviesa.
—Bueno, pero ya te pasa menos, ¿no, Sam?
—¡Casi dos semanas! —dijo el niño con una sonrisa alegre.
—Wow, todo un record. Seguro no te dura mucho —se burló Clara, sacándole la lengua.
—No está bien que te burles de tu hermano. Menos por que yo soy el que pone las reglas en esta casa mientras no están mis padres. Prefiero no tener camas mojadas, así que quizá tú también deberías usar protecciones.
Al yo decir aquello, la cara de Sam se llenó de felicidad mientras la de Clara se retorció en una mueca de asco e incredulidad.
—¡Yo no soy una bebé! ¡No voy a usar nada!
—¡Claro que sí! ¡Eric es el jefe de la casa!
Ambos niños comenzaron a discutir y patearse por debajo de la mesa. Era evidente que Clara no iba a acceder fácilmente a perder la autoridad que falsamente había ganado al sentirse superior que Sam por culpa de su problema nocturno. Así que me levanté de la mesa y borrando la pizarra en que mi madre apuntaba los labores del día, comencé a escribir unas cuantas reglas. Que nos regirían a todos durante la semana.
Tardaron un rato en darse cuenta, pero finalmente guardaron silencio, entraron en paz y se pusieron a leer lo que comenzaba a aparecer en la pizarra.
LA PRUEBA DE LOS 3 DÍAS:
TODOS LOS HABITANTES DE LA CASA DEBEN PASAR LA PRUEBA PARA TENER EL CONTROL DE LA CASA. QUIEN PERMANEZCA MÁS TIEMPO SECO LUEGO DE LA PRUEBA DE 3 DÍAS, SERÁ QUIEN SEA EL JEFE DE LA CASA.
—Entonces ya gané —dijo Clara con voz autoritaria —, llevo más de un año seca.
—Eso esta muy bien, pero yo llevo más tiempo seco que el que ustedes llevan con vida —Mentí, claro, pero eso ellos no lo sabría para nada. Para ellos era un chico normal y muy seco de 18 años.
—¿Pero eso significa que estás a prueba igual que nosotros? —preguntó Sam con cara de confundido.
—Así es. Clara no va aceptar el reto si ella no gana nada, así que vamos a ser justos, y todos usaremos protección por 3 días.
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Vacaciones Cuidando Niños
Short StoryÉl es un chico de 18 años, las vacaciones de semana santa llegan y sus padres se irán de viaje. Todo esta perfecto para que su plan con pañales sea perfecto. Pero no contaba con que su trabajo de niñero fuese un problema... Y ahora está atrapado si...