21

1K 72 70
                                    

—¿Rick?— fue lo primero que pregunté en voz alta. Lo más lógico era que, a estas horas, fuera él quien accediera a este lugar— ¿E-eres tú?— quise disimular mis nervios pero estaba tan cagada de miedo que no pude evitar temblar.

Rápidamente, tomé a Electra en un brazo y con el otro tomé una de las pesas que tenía cerca. Era de dos kilos pero de todos modos era dura y capaz de matar a cualquier asesino en serie que se atreviera a meterse conmigo. Bueno, eso suena muy heroico en mi cabeza pero probablemente en la vida real no sea así de sencillo.

—¿Rosie?

Para mi completa sorpresa y alivio, una cabellera roja se asomó en la entrada de la habitación en la que yo me encontraba. Elián miró de arriba a abajo el sitio con un ceño fruncido, intentando comprender qué rayos hacía yo aquí, así como yo me pregunto cómo mierda me encontró.

Debo decir que, a pesar de la penosa situación que viví la última vez que estuve junto a él, mi mirada no pudo evitar caer en su apariencia. Por alguna maldita razón, estaba más sexy de lo habitual, con una chaqueta de cuero encima, su cabello revuelto y pantalones negros. No lo sé, parecía recién salido de una revista con el título de: "Top 10 chicos malos más apuestos del momento". Y yo aquí con estas pintas. Literalmente mi sudor caía por mi cuello y por el rabillo del ojo, a través del espejo, pude observar lo coloradas que estaban mis mejillas. Aunque esto último no sabía si era por el entrenamiento o por Elián.

Cuando terminó su inspección visual, sus ojos se volvieron a mi. De a poco se acercó hasta terminar a una peligrosa distancia. Rápidamente di un paso hacia atrás. No es que no lo quiera cerca, pero aún me siento muy patética por lo que sucedió en su habitación.

—¿Qué haces en este lugar?— preguntó.

—¿Tú qué haces aquí?— contraataqué.

—Me dejaste preocupado cuando te fuiste así sin más de mi apartamento. No tienes teléfono y no respondes mis mails— volvió a acercarse y yo volví a alejarme—. Rosie, por favor.

—Tuve un problema con mi laptop. ¿Cómo me encontraste, Elián?— insistí nuevamente.

Suspiró y colocó las manos dentro de sus bolsillos.

—Fui a tu casa. Hablé con una mujer, supongo que era tu madre— tragué saliva ante la imagen de Virginia y Elián juntos, teniendo una conversación. Esa no era una buena señal en lo absoluto— Le pregunté por ti. Lo único que quería saber es dónde estabas. Pero ella solo me invitó a pasar, cuestionó cómo te conocía y me ofreció un cigarrillo. Ella estaba... fuera de sí. Así que preferí irme pero aún necesitaba saber en dónde te habías metido. Conseguí que me diera un lugar y aquí estoy.

—Lamento tanto eso. De verdad. No tenías que pasar por eso— mis palabras salieron apresuradas y apenas me daba un tiempo para respirar. Me sentía demasiado avergonzada, ella es la última persona de mi árbol genealógico que habría querido que él conozca, y más si yo no estaba presente allí para intentar controlar la situación. Estoy segura de que esa mujer sabía perfectamente quién era Elián y no le importó una mierda dejar una buena impresión.

—No digas nada— se apresuró a contestar—. La verdad, Rosie, hace tiempo sospechaba que algo malo sucedía en tu casa. Después de conocer a tu madre, las piezas encajaron. No te gustaba estar en tu casa y era más que comprensible— me miró a los ojos—. ¿Por qué crees que insistía tanto en que te quedaras en mi departamento?

Jugué con mis dedos.

—No quería molestarte.

—El hecho de que te dejara entrar debió ser una pista para ti para entender que eso no era posible. Y te lo dije, eres bienvenida junto con tu gata.

Magic (+18 ) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora