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Podía decirse que Fowler tenía completa razón al decir que Gisselle no iba a brindarnos información fácilmente, y como he dicho antes, no pensaba irme de aquí con las manos vacías. Así que me enfundé en un vestuario que ella me dio, uno que se ajustaba a mi figura. Fue difícil encontrar uno, pues yo no poseía las curvas que ella sí y no podía rellenar ciertos sostenes. Sin embargo, la malla que finalmente me terminé colocando por lo menos se ajustaba a mi cintura. Estaba lleno de encaje y brillos, como el de las demás bailarinas del lugar. Claramente servían para ser visualizadas bajo el reflector.

—Estás espléndida— aseguró la mujer.

Me observé en el espejo y suspiré. No podía creer lo que veía. La malla no cubría mi espalda y exponía mi trasero. ¡Era como si estuviera usando una tanga!

—Ah, una cosa más— Gisselle corrió a una especie de cajón de utilería y de allí sacó un sombrero de copa. Cuidadosamente, lo colocó encima de mi cabeza y asintió satisfecha— Perfecta.

Me quedaba corta al decir que estaba nerviosa. Literalmente me temblaban las piernas, y no era por los gigantescos tacones que llevaba puestos, sino por el hecho de que realmente iba a hacer el "Pole Dance". No tengo idea de cómo carajos hacerlo y se lo dejé bien en claro a Gisselle, pero ella insistió en que la flexibilidad y elegancia que yo sabía utilizar en el Ballet era suficiente para improvisar una rutina. Y claro, debía añadir un factor fundamental que era la sensualidad. Y es allí donde está el mayor problema.

¿Cómo se supone que sea sensual si yo misma no me creo sensual? Es difícil mirarme en el espejo y pensar que realmente me veo hermosa, o sexy. No me siento así y mi autoestima es una batalla que lucho desde que los primeros granos aparecieron en mi rostro en plena pubertad. Soy una mujer adulta ahora pero eso no quita que hay sentimientos que no he logrado alejar, como es el autodesprecio. Ojalá me viera como las mujeres de este lugar, como las chicas del circo, como cualquiera, en realidad. Y por más palabras lindas que reciba siempre estará aquel vacío dentro de mí que solo yo puedo completar. Por eso me siento tan insegura en este momento.

—La confianza lo es todo— Gisselle estaba terminando de pintar mi rostro—. Tú sabes bailar, sabes moverte, sabes lo que necesitas hacer para ganarte a cualquiera que esté debajo del escenario. Esas personas solo quieren mirar. No son jurados, no son quiénes para decir si estuviste bien o mal. Solo idiotas con dinero con ganas de ver unas lindas piernas— por primera vez, sonrió—. Baila para ti. Conozco el mundo del espectáculo, formé parte antes de entrar en esto. Por lo tanto, puedo entender por lo que probablemente has llegado a pasar. Así que diviértete.

Agarró mi brazo y comenzó a guiarme camino al escenario. Tomé sus palabras como un gran vaso de agua y me las tragué hasta que quedaron claras en mi interior. Ella tenía razón, y si bien mis nervios no se esfumaron por completo, me dije a mí misma que hacía esto más por mí que por cualquier otra persona. Una parte de mí deseaba tomar este riesgo y simplemente decir "a la mierda". He pasado por tantas audiciones rechazadas y sueños rotos como para negarme a hacer algo a lo cual nadie le incumbe.

Gisselle le explicó qué decir a la persona que estaba encargada del micrófono y de anunciar a las bailarinas. Mientras tanto y desde mi posición, visualicé una cabellera roja y desordenada a lo lejos. Elián estaba gritándole a uno de los guardias, exigiéndole que le permitiera el paso al pasillo por el que anteriormente me metí. Tenía presente que él escuchó toda mi conversación con ella y no le gustó una mierda que yo aceptara su trato. Estaba como loco. Pero esta era mi decisión, yo quería hacerlo.

Cuando todo estuvo listo, Gisselle me susurró algo al oído:

—Una última cosa, señorita Palmer— ella introdujo algo dentro de mi vestuario, en mi espalda, y luego colocó sus manos en mis hombros—. Debe saber que no soy una mujer estúpida. Sé perfectamente que usted grababa nuestra conversación— carajo—. No se preocupe, admiro las agallas. Pero tengo que decirle que tanto usted como el Mini Roux se están metiendo en un terreno peligroso. Muy peligroso. Por lo tanto, luego de esto, no quiero volver a verlos ni quiero que le mencionen mi nombre a nadie más. ¿Entendido?

Magic (+18 ) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora