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Obviamente no pensaba presentarle mi nueva mascota a mi madre. ¿Quién sabe qué era capaz de hacerle esa mujer a mi pequeñita? Podría maltratarla o echarla nuevamente a la calle sin que yo me diera cuenta. Jamás he tenido una mascota por su culpa pero esta vez ella no me iba a detener. Sentí una conexión con Electra, una que ni en mil años conseguiría tener con mi madre. Por ahora, la mantendré en mi habitación y la sacaré a pasear las veces que pueda.

Elián me escribió por mail para decirme que fuera a su departamento para arreglar un par de asuntos. Me pareció raro que no me dijera que nos reuniéramos en el circo, como siempre. Pero tampoco me voy a quejar, su edificio me queda mucho más cerca y claramente lo conozco por la vez que me tocó resguardarlo en su cama luego de una noche que aún me genera preguntas sin respuestas.

Tomé el autobús con una mochila en la espalda para llevar un par de cuadernos y, de paso, a Electra. Es tan pequeña que cabía perfecto adentro. Su cabeza y primeras dos patas iban apoyadas en mi hombro. Afortunadamente, el conductor se rio y le permitió subirse conmigo.

Elián me abrió la puerta enseguida. Llevaba puesto una camiseta roja que se ceñía a su figura, pantalones holgados y el cabello completamente desprolijo. ¡Y eso es tan sexy, por amor de dios!

Concéntrate, Rosie.

—¿Te molesta la compañía de esta preciosura?— le dije, poniendo su dulce carita en frente de sus ojos. Él inclinó la cabeza.

—No. De hecho, yo también tengo compañía. Espero que no te importe.

En cuanto dijo eso, mientras me daba el pase a su departamento mi pecho se comprimió rápidamente. Creo que la posible presencia de una chica desnuda en su cuarto me dejó un mal sabor de boca.

—¿A-a qué te refieres?— me golpeé mentalmente por tartamudear y mostrarme nerviosa.

Con los brazos cruzados, me señaló con su mirada el sofá.

—¡Oh por Dios, qué cosita más linda!— sin poder evitarlo, coloqué a mi gatita en los brazos de Elián y salí corriendo hacia el asiento para tomarle las manitos al bebé pelirrojo que estaba sentado allí— ¿Quién es este muchachito?

—Es mi sobrino. Mi hermano me pidió que lo cuidara durante todo el día. Por eso te pedí que vinieras, iba a estar incómodo en el circo.

Emití un pequeño "aww" mientras lo que parecía una copia de bebé de Elián apuntaba a mi gata y se reía de ella.

—¿Cómo se llama la bola de pelos?— preguntó, dejándola en el suelo.

—Electra, por su colita. ¿El bebé?

—Asher— se sentó a mi lado, lo levantó y lo puso sobre su regazo—. ¿Te vas a quedar callado, campeón? Hay una dama presente.

En respuesta, Asher se rio fuertemente.

Le dije que no me importaba porque era entendible que el pequeño se enloqueciera en esta etapa de su vida. Por lo que él me cuenta, tiene dos años y ya es muy inteligente.

Luego de organizar unos papeles, Elián retomó el asunto de la exhibición. Me explicó que era una buena oportunidad publicitaria para el circo. Los días siguen avanzando y en cualquier momento el show de apertura estará a la vuelta de la esquina, es necesario comenzar con el asunto del marketing. Obviamente estaba planeado que la rueda de prensa fuera el evento más importante en ese aspecto, pero ya sabemos cómo terminó. Además, una celebridad como Jackson High (el artista protagonista) podría dejarnos una buena opinión en un futuro.

—En mi habitación está el vestido que te vas a poner. Creo que te va a quedar, pero si hay algún problema, le buscaremos solución.

—¿Qué?— fruncí el ceño— ¿De dónde sacaste un vestido? ¿Y por qué tú me estás diciendo qué me voy a poner?

Magic (+18 ) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora