Pregnant.. alpha!? ¹ ✧ JIKOOK.

➛ un°୭̥

El omega entró a su amplio pero cálido penthouse, sintiéndose cansado y derrotado, mas al instante de sentir el sereno olor a pino y sándalo (combinación que solo él podía sentir al ser su destinado) con un toque de emoción y felicidad por todo su hogar, su ánimo se renovó, aunque no del todo por la mala noticia que debía darle al alfa. Soltó un suspiro cansado mientras se quitaba el abrigo y lo dejaba en el perchero de la entrada al igual que la bufanda, estaban a comienzos de marzo y el invierno aun permanecía, aunque faltaba poco para que la primavera llegara, JiMin ansiaba que los vientos fríos y la nieve se fueran pero ya, su cuerpo era demasiado sensibe al frío, aunque los tiempos de veranos donde hacía un calor tremendo como para desnudarse y estar tirado en el suelo con el aire acondicionado prendido al tope tampoco le gustaba, su época favorita era primavera y otoño.

Caminó hacia las escaleras con sus gruesas pantuflas rosaditas, entró a su habitación para dejar el maletín en su escritorio. Cuando se iba a dar la vuelta para buscar a su precioso alfa, lo encontró en el marco de la puerta, su olor apenas estaba llegando hasta él. Tenía el overol que usaba para trabajar en sus cuadros puesto, el cual estaba completamente manchado de pintura al igual que sus manos y brazos, y una camisa color beige debajo, tenía una pañoleta recogiendo su cabello y una gran sonrisa en el rostro. Ambos se acercaron para fundirse en un cariñoso abrazo, ambos lobos regocijándose al sentir el contacto del otro. Ambos buscaron sus cuellos, y JungKook especialmente enterró la nariz en la mordida del cuello del omega, dejando besitos y pequeñas lamidas allí, haciendo que JiMin ronroneara ante las muestra de cariño a la marca.

Hizo un camino de besos desde la base del cuello hasta sus labios, donde dejó un piquito antes de mirarse con todo el amor que se tenían, para luego fundirse en un profundo beso, chupando los labios inferiores y superiores del contrario. El omega subió sus manos a las mejillas del alfa, haciendo presión para obligar al más alto a abrir la boca mientras que él ladeaba un poco la cabeza hasta profundizar el beso de modo que el alfa emitió un gemido ahogado por la dominancia de su pareja. Sus lenguas se encontraron y juguetearon entre ellas hasta que se vieron obligados a separarse para tomar bien el oxígeno. A JungKook le encantaban aquellos besos que el omega le daba, y JiMin lo sabía.

—¿Cómo te fue en el trabajo, bebé? —preguntó JungKook, recostando su cabeza en el hombro del rubio. JiMin había quedado sentado en la cama y JungKook a horcajadas sobre él. El omega daba caricias en su espalda y su cabello, logrando que JungKook emanara olor de pura tranquilidad.

Ciertamente el alfa era un poco más grande que él, pero tenía una cintura estrecha donde amaba poner sus manos, y aquella posición en especial se les hacía bastante cómoda a pesar de todo.

—Bien, Googie, nada fuera de lo rutinario.

—Mmh.. ¿y sabes algo sobre la solicitud?

Ah, eso. A JiMin se le había olvidado por completo con la presencia de su alfa y su beso de saludo. En cuanto lo recordó su aroma se puso levemente amargo, y JungKook lo notó, no tuvo que decir nada para que supiera la respuesta.

—¿La rechazaron, cierto? —le preguntó con voz chiquita, saliendo del hueco de su cuello y mirándolo con ojos tristones. JiMin no soportaba verlo poner esa carita.

Le acarició la cara, y cuando asintió lentamente, los ojos del alfa temblaron al igual que su labio inferior, terminado por echarse a llorar.

—Aw, mi amor. Ven aquí —le dijo JiMin con la voz inestable, JungKook se abalanzó hacia él mientras lloraba y JiMin los guió con cuidado hacia la cama para que se recostaran.

Allí el alfa se acurrucó en su pecho como un cachorrito, y JiMin sintió su gran tristeza a través del lazo, además de su olor. Ahora toda la habitación apestaba a alfa tristón, y JiMin sólo podía consolarlo con suaves caricias.