Pregnant.. alpha!? ¹ ✧ JIKOOK.

➛ vingt et un °୭̥

JiMin se encontraba tecleando en su computadora adelantando todo el trabajo que podía, ya que pronto se iba a dar una vacaciones del trabajo para darle su total atención a su esposo, que entre más cerca estaba el sexto mes, más afecto y atención quería JungKook, además de que su vientre estaba enorme ya y JiMin había logrado con mucho esfuerzo convencer a JungKook de contratar a un amo de casa de una agencia reconocida porque no quería que su esposo siguiera haciendo oficio cuando se cansaba tan fácilmente. Su nombre era Seungmin y era un omega de veinte años. Con el tiempo que llevaba trabajando para ellos había logrado caerle bien a JungKook por ser un omega bastante simpático, amable, y muy servicial, además de que su olor suave a lavanda era tambien muy reconfortante para su nariz sensible por el embarazo.

—La señora Lisa está aquí —dijo Karen unos minutos antes de que las puertas de su oficina se abrieran. Lisa traía una taza de chocolate con leche espumoso como a él le gustaba. Le dio una sonrisa agradecida.

—Gracias, Lisa —tomó la taza de chocolante que le tendió la omega y le dio un sorbo, retirando el pequeño bigote de espuma que le quedó con su lengua.

—No es nada, ¿muy estresado? —preguntó, sentándose en una de las sillas frente al escritorio del omega.

—Agh, sí, tengo que dejar varias cosas listas si es que no quiero que mi empresa se prenda fuego mientras no estoy.

—Hey, estamos Jennie, Tae y yo acá. Que digas eso me ofende —JiMin rió, pero entonces, una llamada llegó a su teléfono personal, y contestó enseguida cuando vio que se trataba de su JungKook.

—¿Mi amor, qué-? —un sollozo se escuchó, y JiMin se levantó enseguida de su silla, tensionado, Lisa lo miró preocupada—, ¿qué pasa, amor, porqué lloras? ¿te sientes bien? ¿necesitas que esté allá?

—Ji-JiMinie..

—Sí, precioso, aquí estoy.

—¿Ya no me amas, cierto? Me he vuelto gordo, me salieron estrías y por eso te la pasas fuera —berreó, y el pecho de JiMin dolió.

—Mi bebé ¿qué cosas dices? Sólo salgo a trabajar, cielo.

Aquella era la razón por la que iba a dejar de trabajar tan pronto. Su lindo alfa embarazado se había puesto sumamente sensible y con las hormonas volcadas. Necesitaba estar con él absolutamente todo el día.

—P-pero, ya no amaneces a mi lado, te llamo y casi nunca contestas, llegas tarde a casa y t-te extraño mucho ¡ya no me amas! —sollozó, y JiMin suspiró, no soportando todo el dolor que sentía a través del lazo.

Así que comenzó a recoger sus cosas para salir, dejaría de trabajar antes de lo planeado pero a la mierda, para eso era su propio jefe y JungKook era más importante que su trabajo.

—Mi amor, calma ¿sí? Estaré en casa en diez minutos —apenas dijo eso, el llanto de JungKook se detuvo.

—¿D-de verdad?

—Sí, cielito, espérame y dile a Seungmin que te haga un té para que te relajes ¿está bien? No me demoro en llegar, Googie.

—Está bien, JiMinie —sonrió cuando el tono de JungKook cambió a uno feliz.

—Te amo, Googie, nos vemos —dijo, esperando a que JungKook colgara, una de las cosas que había aprendido en esos seis meses era que nunca podía ser él quien colgara ya que iba a tener otra vez a JungKook llorando.

—Nos vemos, amor, tambien te amoo —respondió y la sonrisa de JiMin se amplió.

Retiró el celular de su oreja y lo metió en su bolsillo, terminando de cerrar el maletín con algunas papeles que debía terminar de firmar.