CAPÍTULO 4

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Su mirada estaba fija en el ataúd de Asuma Sarutobi. Seguía sin poder creer que Akatsuki ya estuviera tras ella, de nuevo. Sentía la culpa cuando escuchó que Asuma había muerto en batalla por un tipo extraño de Akatsuki. Se había infiltrado un poco de información que decía que dos miembros se habían infiltrado al País del Fuego. Supuso que Tsunade, al escuchar esos rumores, mandó de inmediato a un equipo ninja para corroborar. Ahora el maestro del equipo diez estaba muerto. No pudo evitar mirar a Ino y Chouji, ambos viendo con ojos muertos y rojos al ataúd de Asuma. No podía pensar en la forma en la que se debían sentir. La culpa creció de nuevo dentro de ella.

"Todo esto es mi culpa —pensó mientras sentía que las lágrimas picaban sus ojos—. Si tan solo hubiera estado fuera de Konoha, tal vez... tal vez pude haber evitado que Asuma sensei muriera. Tal vez Konoha estaría a salvo".

Salió de sus pensamientos cuando notó el llanto de Konohamaru. El pequeño niño intentaba contener sus sollozos, pero no lo hizo bien. Sabía que Asuma era el tío de Konohamaru, y también que era el último familiar que tenía. Se agachó y lo abrazó por la espalda. Sintió los espasmos que tenía Konohamaru debido al llanto, por lo que aumentó la fuerza de su abrazo un poco. El chico no hizo ningún movimiento. Naruto solo pudo murmurar lastimeros "lo siento" mientras sentía que ella también comenzaba a llorar.

Había conocido a Konohamaru cuando ella se había graduado de la academia, era también el nieto del Tercer Hokage y siempre lucía bastante enérgico. Ambos comenzaron a hablar hasta el punto en el que los dos se consideraron hermanos. Naruto tenía un lugar en su corazón para Konohamaru, así que le dolió verlo tan roto en ese momento. No pudo evitar pensar en que el chico debía odiarla, no lo culparía, ella misma no podía tratar de entender por qué la cazaban. Konohamaru se calmó y dejó que Naruto siguiera con su abrazo.

—¿Dónde me voy a quedar? —murmuró Konohamaru.

La madre de Konohamaru había fallecido por una enfermedad que le provocó un derrame cerebral. Su padre había fallecido años después en una misión de rango A. a los siete años él ya estaba solo. Durante un buen tiempo vivió con el Tercer Hokage, pero eso terminó cuando su tío Asuma lo había hecho quedarse en su casa. Había vivido con él desde entonces. Ya no tenía a ningún lugar a dónde ir.

—Puedes quedarte conmigo, Konohamaru —ofreció Naruto mientras intentaba no mostrar su tono ahogado. Le dio una sonrisa, la más sincera que pudo reunir en ese momento—. No tengo mucho espacio, pero nos acomodaremos bien.

—Gracias —murmuró él mientras se daba la vuelta y le devolvía el abrazo.

Naruto suspiró y dejó que Konohamaru llorara sobre su hombro. Al menos quería que el niño estuviera bien después de que todo el funeral pasara.



Soltó un hondo suspiro mientras dejaba en el suelo dos cajas de cartón: eran las cosas de Konohamaru, no sabía que tanto traía, pero estaba segura de que no era mucho. El niño soltó un suspiro mientras dejaba otra caja de cartón en el suelo. Se giró para verlo, pudo notar que aún tenía su semblante bajo, pero también que estaba más tranquilo ahora. Sonrió por eso, no le gustaba ver a la gente que les tenía aprecio tan apagada.

—Bien, supongo que acomodaremos todo esta noche y después cenaremos algo —dijo Naruto mientras pasaba al lado de él y le revolvía el cabello un poco—. Mañana iremos por comida, ahorita solo tengo ramen instantáneo.

—Está bien, no te preocupes por eso —contestó Konohamaru sin mirarla, su vista estaba fija en la caja—. Tampoco que es que tenga mucho apetito —eso último lo murmuró—. ¿Dónde puedo dejar mi futón?

Te Recuperaré | Naruto Fem x SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora