Te Recuperaré | Naruto Fem x Sasuke

CAPÍTULO 10

Se despertó con el ruido de la gente yendo a trabajar en la reconstrucción de Konoha. La aldea había sido destruida casi en 60% de su totalidad, y eso era un trabajo bastante bárbaro. En el ataque del Kyubi, la destrucción no superó el 40% de la aldea, y eso que fue en un total de una hora, Pain había acabado con la aldea en cuestión de un minuto. Naruto nunca habría querido ver a su aldea hecha polvo, y por el mismo sujeto que había asesinado a Jiraiya. Había regresado de su viaje de entrenamiento en el monte Myoboku, y lo que recibió fue una vista desértica, con varios edificios destruidos rodeando un gran cráter.

Después de su pelea y de que venció a Pain, aunque era mejor decir que habló con él, todo estaba mejor. Al haber hablado con su enemigo, pudo entender muchas más cosas, como que en realidad ni siquiera era el líder de Akatsuki, o que podían revivir a las personas que habían muerto en la invasión a Konoha. Eso solo fue un buen aire de paz para Naruto, quien, cuando regresó a Konoha, encontró que toda la aldea ahora la amaba. Fue un buen momento, pero eso no alivió el dolor que aún sentía por saber otra verdad más. Por fin se enteró de quién había sido su padre, y lo más duro de saber fue que su padre había sido quien le había sellado al Kyubi el día de su nacimiento.

Cuando todo terminó y pudo descansar, se enteró de que Sasuke se había unido a Akatsuki y que había intentado capturar al Jinchuriki del Hachibi, el cual era el hermano menor del Raikage. Por obvias razones, el líder de Kumo había estado furioso y él mismo iba a asesinar a Sasuke. Naruto no podía permitir que Sasuke muriera, por lo que había ido al País del Hierro para tratar de hablar con el Raikage en la junta que hicieron para todos los Kages de las aldeas, pero no pudo hacer mucho más que caer por el estrés y los numerosos ataques de ansiedad que tenía. Solo había recordado el dolor en su pecho, como su mente jugaba con ella y numerosas voces en su interior. Cuando se levantó, volvió a ver a Sasuke, pero no de la forma en la que quería, ya no era el mismo chico con el que había hablado por semanas a escondidas, ahora era un loco que solo buscaba la destrucción de Konoha. Tuvo que prometerse enfrentarlo al final de todo para traerlo de regreso, pero no sabía cómo hacerlo cuando él iba a querer asesinarla sin importarle mucho.

Nunca lo diría en voz alta, pero no podía pensar en cómo su mejor amigo había cambiado, o el por qué decía que Konoha había sido la que mandó a matar a su familia. Por supuesto que sabía que Konoha tenía sangre recorriendo toda su historia, pero nunca creería que fuera tan oscura. La muerte de Danzo había sacado a la luz los experimentos de Orochimaru sobre la aldea, o algunos datos escalofriantes del ataque del Kyubi, pero no encontraban nada sobre el clan Uchiha que no relatara sobre la masacre, más que los informes oficiales que todos los Jounin sabían hasta el momento.

Soltó un suspiro mientras se levantaba de su saco de dormir. Miró un poco a los costados para encontrar sus pantalones y su chaqueta. Se vistió en segundos y salió de la casa de campaña para unirse a las labores de reconstrucción. Habían pasado ya muchos momentos difíciles, no era el tiempo para venirse abajo cuando todos la necesitaban. Se obligó a ponerse la sonrisa en sus labios y fue corriendo hacia la nueva oficina del Hokage, en donde estaba Shikaku haciendo el trabajo de Tsunade, pues aún estaba recuperándose de la invasión de Pain. Salió de allí con la misión de ayudar a la repartición del equipo de construcción hacia los lotes del centro de la aldea. En su camino se encontró con su maestro, quien también había sido asignado a esa misión.

—Supongo que las cosas avanzarán mucho más rápido a partir de ahora —comentó Kakashi, su tono aburrido, aunque podía notar que parecía estar muy atento a su entorno, como si estuviera en una misión peligrosa lejos de Konoha—. Ya se ha avanzado mucho en la parte del centro. Se prevé que todo estará listo para dentro de un año. No quiero especular demasiado, pero creo que vamos por buen camino. Suna ha mandado varias herramientas y recursos, y las aldeas protegidas se han asegurado de mandarnos bienes por cualquier lado.